El combate de Manchalá

Marcelo White Pueyrredón

El 28 mayo de 1975, el Poder Ejecutivo era constitucional y ejercido por Isabel Martínez de Perón, por haber sucedido a su marido, el General Perón, quien había muerto casi un año antes.

El mismo presidente Perón había echado de la Plaza de Mayo a los Montoneros y al ERP, que por si a alguien le queda alguna duda era el Ejército Revolucionario del Pueblo, quienes a partir de ese momento tomaron oficialmente las armas y pasaron a la clandestinidad.

Los que hemos “vivido” esa época constitucional recordamos perfectamente lo ocurrido. En el interior del país, principalmente en Tucumánhabía más guerrilleros integrantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) que integrantes del Ejército Argentino.

El 28 de mayo de 1975 una columna perteneciente al Ejército Revolucionario del Pueblo se encontró con dos suboficiales y 12 soldados conscriptos, que cumplían su servicio militar, pertenecientes a la Compañía de Ingenieros 5 que estaba destinado en la localidad de Manchalá, a muy pocos kilómetros de Famaillá en Tucumán.

Los “jóvenes idealistas” del ERP, como suelen llamarlos hoy en día a estos guerrilleros asesinos, eran encabezados por el capitán Armando y 116 hombres uniformados más 50 hombres de civil para operaciones de apoyo. La banda terrorista autodenominada Compañía Ramón Rosa Giménez estaba apoyada por cómplices de la citada organización terrorista ERP que concurrían desde Córdoba. Los 117 terroristas se habían ocultado en Finca Sorteis, a 18 km de Famaillá, secuestrando como rehenes a los dueños y a los peones. Comieron, descansaron y filmaron una película documentando sus actividades para fines propagandísticos.

La información dada por un policía de la provincia el 27 de mayo coincidió con el hecho de que en la plaza de Famaillá fueron apresados varios jóvenes con cuadernos donde tenían dibujos de Famaillá. Ante tamañas “casualidades” el general Vilas ordenó que el Escuadrón de Gendarmería batiera la zona de Río Colorado, Simoca, Santa Rosa de Leales y todavía más al norte.

La toma de Famaillá tenía según el general Vilas varias fases: fusilar a los oficiales; tomar al comandante de la brigada para canjearlo; licenciar a los soldados previa toma del armamento; liberar a los detenidos, y anunciar la victoria.

El ERP con todos sus guerrilleros avanzó en cuatro camiones por la ruta de tierra 99. Allí se topó con 12 soldados y dos suboficiales que pintaban la Escuela de Manchalá. Cuando el vehículo punta pasó frente a la Escuela de Manchalá y vio al personal armado, creyendo que eran sorprendidos por un retén militar, abrió el fuego, reaccionando inmediatamente la propia tropa con fuego de FAL 7,62. Dicho tiroteo hace que se detuviera la columna que marchaba detrás, procediendo una parte de los subversivos a rodear la Escuela.

La sorpresa fue grande, y el grupo guía contestó el fuego hiriendo a un soldado. Como la munición se consumía y los 14 hombres estaban cercados en la escuela, un suboficial rompió el cerco y corrió 17 km hasta Famaillá, donde encontró al oficial jefe de la Sección de Ingenieros. Inmediatamente relató lo sucedido, y con tres camionetas y tres jefes del comando fueron a la escuela cuando empezaba a caer la noche. Las luces de estos vehículos provocaron el desbande de los que cercaban a la escuela. Debido a la oscuridad de la noche no se pudo atrapar a nadie, pero en la fuga abandonaron los camiones con todo el material disponible. El Batallón de Ingenieros 5 se hizo acreedor a la medalla de Campaña de la Nación Argentina en virtud a su destacada actuación en la “Operación Independencia” y en el Combate de Manchalá en San Miguel de Tucumán. El 15 de diciembre de 1993, otro gobierno también democrático, le impuso nombre histórico pasando a denominarse Compañía de Ingenieros 5 “Combate de Manchalá”, y por resolución BPE 4692 de 20 noviembre de 1997, se le impuso el nombre histórico de “Gral. Div. Enrique Mosconi”.

Ahora vemos que el Gobierno decidió demoler el monumento a los Héroes de Manchalá con excusas ridículas e infantiles y que no tienen el más mínimo sustento histórico, cuando dicen que no se puede asignar denominaciones de honores, placas o menciones conmemorativas de carácter público a la represión ilegal y el quebrantamiento de la institucionalidad democrática.

El actual gobierno se olvida que los “verdaderos” jóvenes idealistas fueron los dos suboficiales y los 12 soldados colimbas que habían jurado defender la Patria, la Constitución y el orden Constitucional, inclusive dando la vida, y hoy en día son humillados de esta manera por un gobierno que nos tiene acostumbrados a mirar solamente con el ojo izquierdo. No nos olvidemos que en 1975, el comandante en Jefe del Ejército Argentino era la presidente Isabel Martínez de Perón y ella fue la que dio las órdenes al Ejército Argentino. Tampoco debemos olvidar que el ministro de Defensa Arturo Puricelli, por pedido de la Secretaría de los Derechos Humanos, fue el que ordenó demoler el monumento de Manchalá, pero lo que jamás podrán borrar ni demoler de nuestras memorias es el agradecimiento eterno y recuerdo a estos jóvenes argentinos que nos enseñaron cómo se defiende la Patria y que la demolición del mencionado monumento es porque el gobierno actual no desea ver un monumento dedicado a 14 integrantes del Ejército Argentino que aplastaron el ERP, quienes fueron superados en más de diez veces en las fuerzas de ataque en Manchalá brindándoles una de las mayores y humillante derrota que tuvo el ERP.

Foto de la Cia. Ramón Rosa Jiménez en Tucumán. ¿Reconocen a la joven idealista, hoy Ministra, que es la tercera de la derecha ?