Llaves que habiliten a la política

En la tedeum del 25 de mayo, el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Poli, fue muy claro sobre lo que la Iglesia cree que es una necesidad: concertar. En su homilía manifestó la importancia de sentarse a una mesa con distintos actores y no levantarse de ella hasta haber modelado, dialogando, las grandes políticas que necesita la realidad social argentina.

Quienes pertenecen a la intimidad política del Presidente señalan que este advierte dos dificultades para su concreción hoy: partidos políticos debilitados, como el peronismo conducido por José Luis Gioja y Daniel Scioli, o poco confiables, como el conducido por Sergio Massa, o atomizados, como el socialismo. Y en segunda instancia, la propia debilidad de su Gobierno. Si de debilidad hablamos, las instituciones están atravesadas por ella. Pero justamente esta receta, la concertación, debe aplicarse para esos momentos. El diálogo siempre fortalece, la concertación no es un ámbito de toma y daca.

Seguramente el Presidente siente que no ha domesticado los problemas centrales del país. Tiene razón, por momentos sus políticas parecerían agitar la ola del tsunami que recibió. Un ejemplo de ello es el déficit fiscal, que, como ya hemos dicho, de un 5,3% pasó a un 8% del PBI. Ni los empresarios amigos ni las inversiones externas responden a las expectativas que el Presidente había depositado en ellos, motivo por el cual debió recurrir a la presentación de un megaproyecto de ley que, al cierre de este análisis, aún no había llegado al Congreso de la Nación para su tratamiento. Continuar leyendo

Ahora hay que concertar

Se vuelve imprescindible que el Gobierno nacional convoque a una concertación social para evitar una nueva y más profunda grieta. Hay momentos en política en que las acciones deben hacerse por convicción o por necesidad. Todo indica que al presidente Mauricio Macri no lo seduce la figura de la concertación, pero ignorarla tendría un costo superior para la ciudadanía y su Gobierno. El Presidente ha dicho que la salida es el diálogo, pero si el diálogo no se acompaña con la escucha, no sirve.

La sociedad argentina parece estar atravesada por distintos tiempos y distintos intereses. A los sectores sociales medios les cautivan los procedimientos televisivos de Guillermo Marijuán, los Báez y los Fariñas. Este sector social todavía al pagar los desbordantes aumentos impositivos eleva sus epítetos al Gobierno anterior, y tiene gran parte de razón: el kirchnerismo, especialmente en su versión Cristina, no dejó estropicio por hacer, pero Cambiemos viene aportando dolor al dolor.

Los trabajadores, los autónomos, los jubilados que viven de un salario y no llegan a fin de mes no están en la sintonía anterior, lo que no significa que no disciernan sobre lo que pasó y que no deseen que los corruptos vayan a la cárcel. Pero su problema es otro, es la urgencia y la necesidad de no sentirse abandonados por el Estado cuando no llegan a fin de mes. Continuar leyendo

¿Y si mostramos el plan?

La iteración de errores parece conformar el ADN político argentino. Oleadas zigzagueantes acercan y alejan a sus habitantes de la previsibilidad necesaria. Argentina ya conoció lamentablemente procesos inflacionarios y sus consecuencias. También es cierto, aunque muchos lo olviden y otros no quieran recordarlo, que, en el 2002, de una inflación mensual de 10,4% en mayo pasamos a un 0,2% en octubre. En ese mismo año, de un índice de precios mayoristas del 14,9% en mayo pasamos al 0,5% en octubre y -1,7% en noviembre. No hubo magia, hubo plan. Entre otras cosas, en medio de una enorme recesión, el ministro de Economía de entonces, Roberto Lavagna, cortó de cuajo en 48 horas la emisión monetaria.

El populismo con el cual gobernó sus últimos años el kirchnerismo de mano de Cristina Fernández llevó primero a la decisión mayoritaria de los ciudadanos de optar por un cambio. Mauricio Macri ganó las elecciones y ante la crisis debía inevitablemente devaluar, actualizar tarifas. Ahora bien, para que esto resulte, debía ser parte de un plan integral, aún hoy ausente. Tampoco era de manual convocar inicialmente a un Consejo Económico Social, pero la realidad muestra que hubiese sido oportuno. Allí debió haberse dado el puntapié inicial al esbozo de un puñado de políticas de Estado para luego profundizarlas en la discusión parlamentaria y sancionarlas. Continuar leyendo

El equilibrio necesario para gobernar

“La sociedad está enojada y la política no se anima. Si las circunstancias cambian, el hombre también puede cambiar. Nos guste o no los detenidos en cárceles son nuestros. Es el fracaso de nuestra sociedad. El debe está afuera”. El autor de estas definiciones es Luis Parodi, un uruguayo compañero de José Mujica, conocedor de cárceles, exiliado en Francia, donde se dedicó a la educación. Hoy es el director en Montevideo de la cárcel-pueblo Punta de Rieles. Las sociedades, entre ellas la nuestra, están enojadas por diversos motivos: la inseguridad es uno de ellos. En nuestro caso, también lo son la corrupción y la inflación. La política no sólo no se anima en nuestro país a la reeducación de quien delinque, sino tampoco en casi todo el mundo. Y en casos, como la experiencia uruguaya, preparan al hombre para ir afuera, pero luego la sociedad no responde dándole otra oportunidad.

Uno de los principales desafíos de los distintos Gobiernos (nacional, provinciales y municipales) electos en nuestro país en los últimos comicios es la tentación de ejercer autoritarismo. Se sabe que las tarifas (especialmente en Capital Federal) estaban absolutamente retrasadas, no así en muchas provincias y municipios del interior del país. Santa Fe es un caso claro, la empresa provincial de energía aumentará este año sus tarifas aproximadamente un 80%, a pesar de que estas fueron regularmente ajustadas. Continuar leyendo

De Nisman a Cambiemos

Con los últimos aleteos del 2015 se cierra un año electoral en el cual predominó un estilo político decadente, obstruccionista, con mucho de desideologización. El kirchnerismo se despidió del poder luego de doce años de gobierno. Su ingreso a la alta política tuvo algunos momentos de gloria y muchos de ocaso. El último gobierno de la presidente Cristina Kirchner ayudó a desdibujar aquellos aciertos en donde el país, con la dupla Kirchner-Lavagna, volvió a la normalidad.

El 2015 comenzó con una tragedia política: la muerte del fiscal Alberto Nisman y termina con un hecho político trágico cuyo desenlace al cierre de este análisis se ignora: la fuga de los condenados a cadena perpetua por el triple crimen de General Rodríguez. La apertura y el cierre de un año con dos hechos de enorme implicancia política reflejan en sí el grado de oscurantismo y decadencia y, por qué no, la red mafiosa que cohabita dentro de las instituciones de nuestro país, que las vuelve débiles, frágiles y poco legitimadas.

En este contexto asume el Gobierno del Ing. Mauricio Macri con tres máximas responsabilidades sobre su espalda: Capital Federal, la provincia de Buenos Aires y la nación. Estos pocos días de gestión muestran a un Gobierno que llegó sin gran planificación y que, al igual que el de Kirchner del 2002, aunque la circunstancia sea otra, dado que Macri ganó tras un ballotage, se lo nota ansioso por demostrar que ejerce el poder. Cuando esto sucede, los errores aparecen más rápido. Continuar leyendo

El país real espera

Hay un país real con dificultades que Daniel Scioli no puede disimular y Mauricio Macri intenta convencer de que puede transformarlo. Lo cierto es que el país real está. Está pendiente de quién, cómo y a dónde lo van a conducir. Cuando existen hartazgos políticos, los remiendos no sirven, dado que la mesura que implica el análisis racional de propuestas queda para otra ocasión. Quien pretende cambiar lo que lo cansa, lo agobia o le molesta simplemente ejerce un movimiento que condice con la ley física: eyectar lejos de sí a quien cree autor de tal asfixia.

Por otra parte, hoy la continuidad que dice representar Scioli se cree dueña, no articuladora, de los logros políticos conseguidos. Por eso advierte sobre la finalización de tales políticas en coincidencia con el fin de mandato. La encrucijada en la que está inmerso Scioli —quien algunos sostienen que no soporta la confrontación, no está preparado para las disputas— es sostener la fantasía de que todo está bien, para no enojar a la Presidente, pero al mismo tiempo demostrar a los sectores independientes, de los cuales depende para ganar el ballotage, que tiene los pies en la tierra sobre los problemas argentinos. Sus voceros, caso Manuel Urtubey, Miguel Bein, no alcanzan para que el votante termine de entender este raro equilibrio que intenta hacer el candidato entre el país en donde todo está bien y el país, por ejemplo, que necesita del auxilio financiero y de inversiones para contrarrestar la crisis de sus economías regionales que agonizan y complican la vida de un millón de personas, además de las ya alicaídas arcas del país, a las cuales les produce una pérdida aproximadamente de mil millones de dólares. Continuar leyendo

Ballotage con miras al 2017

Pasada apenas una semana de la elección nacional, no sólo está la mira puesta en el ballotage del día 22, sino que además comienza a tener peso para los actores el 2017.

Tom Wise expresó: “No hay dos oportunidades para la primera impresión”. Y en este sentido Daniel Scioli, en la larga noche del 25 de octubre, marcó un rumbo que con el correr de las horas habría de profundizar. Abandonó su postura “Amor y paz” por la de un Scioli con cierta agresividad. Increíblemente ni él mismo recuerda que ganó las elecciones. Y lo primero que deberá recuperar es su nombre. La Presidente, jefa de su sector político, no sólo no lo felicitó, sino que además nunca lo mencionó y, para que no quedara duda, dijo que lo importante no era el nombre, sino que el 22 ganase el modelo. A esta altura es bueno recordar que luego del fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner, la Presidente no lo mencionaba con nombre y apellido. Los expertos en la materia dicen que es una de las etapas del duelo. ¿Cuál es el duelo que la Presidente está haciendo con Scioli al no mencionarlo? ¿La de ser la protagonista de la elección de candidatos que no le rinden al modelo que desea perpetuar, o al alejamiento luego de 12 años de Gobierno? Continuar leyendo

De la democracia delegativa a la recesión democrática

Las democracias latinoamericanas en las últimas décadas atravesaron distintos procesos. Las sucesivas dictaduras fueron el caldo de cultivo de distintos movimientos armados y también para aquellos que pacíficamente buscaron el regreso y el retorno a la democracia. Chile, Brasil, Perú, Nicaragua, Venezuela, Argentina, Uruguay. Con sus tiempos y a sus modos retomaron la vida democrática. Fue una etapa de protagonismo de los derechos humanos. Y de Gobiernos comprometidos con ello.

Las dictaduras no solo devastaron a sus mejores cuadros políticos, sino que además lo hicieron a nivel económico. Las salidas de estas dictaduras llegaron de la mano de Gobiernos progresistas. La deuda interna no guardaba comparación con su correlato económico externo. Fueron etapas de ebullición en la actividad partidaria. No en todos los casos ocurrió lo mismo, pero, en muchos países aún no fortalecidas las instituciones democráticas, la motivación de perdurar a través de las reformas constitucionales o “acuerdos supra” hicieron el resto. Países, cuyo caso más emblemático quizás sea Brasil, en donde un obrero metalúrgico logra llegar a su máxima conducción para restañar viejas y enormes injusticias, rescata a 50 millones de pobres y termina envuelto junto a la presidente Dilma, su sucesora, en uno de los mayores casos de corrupción política.

Otro ejemplo no menor es Nicaragua, donde el Frente Sandinista, que combatió con armas la dictadura de Anastasio Somoza, llega al poder a través de los votos ciudadanos para resquebrajarse luego y convertirse en un Gobierno que, abrazando la inmoralidad, aumentó el patrimonio personal de Ortega y otros dirigentes hasta superar el presupuesto del país. Continuar leyendo

De política ni hablar

Faltan tan solo nueve semanas para la definición electoral presidencial argentina. Increíblemente la doctrina Asís tiende a ratificarse: “Ganará el que se equivoque menos”. Es lamentable que este sea el camino hacia el sillón presidencial. Y mucho más si recordamos que este suelo acunó a cinco premios nobeles, y a tantos otros que aun inmerecidamente no lo alcanzaron, como Jorge Luis Borges, René Favaloro, Laureano Maradona. La degradación política es la caladura visible de la degradación social.

El análisis de los motivos por los cuales la sociedad argentina permite y naturaliza lo incorrecto es tema de otro análisis y otros especialistas. Hoy la política tiende a naturalizar, aprovechando esta “distracción social”, falsas verdades. Luego de la elección del domingo en Tucumán, se escucha decir con carácter inobjetable: “A los oficialismos no se les puede ganar”. No se les puede ganar si la gestión fue buena, o si echan mano a prácticas corruptas y mafiosas.

La semana se inauguró con un Lunes Negro mundial por la caída de las grandes bolsas. Argentina tuvo otro lunes negro por la debilidad institucional que a diario produce víctimas. Tucumán puso sobre la mesa, al igual que la muerte de Ariel Velázquez en Jujuy, que la violencia está instalada y la política la justifica. Tanto en Tucumán como en Rosario quedó también evidenciado que la libertad de expresión comienza a trastabillar. En Tucumán un camarógrafo fue brutalmente agredido. En Rosario periodistas y camarógrafos de los canales 3 y 5 fueron agredidos e intimados a retirarse con ostentación de armas en un barrio a los gritos de: “Aquí no se trabaja, ni se filma”. Los dueños de lo ilícito marcan territorio, la política no mira o llega tarde. Continuar leyendo