No es con parches, es concertando

El Gobierno del presidente Mauricio Macri sigue sin poner en funcionamiento el GPS político, ese que indica punto de partida y punto de llegada. Sobre su arribo al Gobierno, el 10 de diciembre pasado, prefirió, al igual que el eslogan del ex presidente Fernando de la Rúa (“Qué lindo es dar buenas noticias”), aferrarse a la política de no dar malas noticias.

Lo cierto es que tampoco ha mostrado hasta aquí su hoja de ruta: el plan. Cada tema para este Gobierno es en sí mismo un descubrimiento, un abordaje y un parche. Salvo la política sobre el cepo y los holdouts, lo demás se inscribe dentro de un sueño, el de un Presidente que quiere un país con pobreza cero, sin inflación y con inversiones y trabajo.

Ese sueño es perfecto, pero la cruda realidad lo viene desdibujando cada día. El Presidente cuenta con la aprobación de miradas extranjeras, pero debe gobernar para los que viven fronteras adentro. ¿Y allí qué hay? Argentinos que, por derecha o por izquierda, ven empeorar su calidad de vida. Argentinos que ya no sueñan con salir de su situación de pobres, mientras otros temen caerse y traspasar ese umbral. Insisto en que para este Gobierno cada tema es en sí mismo un descubrimiento, un abordaje y un parche. El tema de la desocupación real fue negado hasta que el Presidente decidió convocar a los empresarios a firmar un documento titulado “Compromiso por el empleo”. El Gobierno pasó en cinco minutos de negar la problemática de los despidos a anunciar que vetaría una ley antidespidos, a intentar a su manera este compromiso. Continuar leyendo

De la nada política a la concreción del todo

Por momentos parecería que Argentina trabaja el difícil arte de hacer del todo la nada. Un ejemplo de ello es el caso Alberto Nisman. Ni con un instructivo se podrían cometer tantos errores para alejarnos de la verdad.

La semana pasada se acusó en dos oportunidades a un ex presidente por su supuesta participación directa o indirecta en la muerte de dos personas. Ningún fiscal “recogió el guante”, especialmente en uno de los casos, tal vez por considerar que quien propinó semejante acusación no guarda la debida seriedad. Pero sucede que los dichos provinieron del Dr. Carlos Menem, quien fue dos veces presidente de la República Argentina y hoy es senador de la nación. En el caso de Antonio Jaime Stiuso, el espía por años preferido de la alcoba presidencial kirchnerista, derivó en amenazas encriptadas que sólo entienden los protagonistas. Parece que en nuestra querida Argentina nadie resiste un archivo. Otro ejemplo de cómo vamos hacia la nada.

El presidente Mauricio Macri hace una semana inauguró las sesiones ordinarias del Poder Legislativo, cuando expresó: “Hoy, la Argentina es un país próspero para los narcotraficantes”. Pensar que Argentina fue un país próspero para los inmigrantes y para quienes hicieron de la cultura del trabajo su razón de ser. Este es otro ejemplo de ir hacia la nada. Continuar leyendo