La vida se abre camino

María José Lubertino

Quienes llevamos una vida luchando por los derechos humanos, la igualdad y la diversidad, nos vemos invadidos de felicidad cuando recibimos noticias que nos tocan el corazón y nos ayudan a seguir luchando por construir una sociedad mas justa. Una sociedad que nos permita a todos/as mirarnos como iguales y desde allí subirnos a la ola del progreso y el crecimiento. Con inclusión, sí, pero con dignidad y teniendo muy en claro quiénes somos, qué es lo que queremos y hacia dónde vamos.

Todo esto es doblemente grato, cuando la noticia es la sanación social y reparación histórica que representa un anuncio como es la recuperación del nieto número 116. 

Trabajo inagotable y titánico el que llevan adelante las Abuelas de Plaza de Mayo, nos demuestran a todos que debemos abandonar cualquier antinomia existente entre argentinos/as en pos de lograr objetivos que sin duda nos dan una caricia al alma y nos ayudan a crecer.

La Argentina, en su conjunto, merece una continuidad del camino iniciado. Una continuidad que permita mantener este tipo de acciones, que permita seguir avanzando en la inclusión de opiniones divergentes con el fin de terminar con los ciclos vacilantes de posiciones encontradas.

Resalto y hago hincapié en lo antes dicho, ya que a escasos meses del comienzo de las campañas electorales, los/as argentinos/as solemos centrarnos en los problemas del día a día y resignamos estos debates que también construyen identidad. Para poder elegir bien, no tenemos que dejar de prestarle atención al pasado, tenemos que entender los sucesos ocurridos para así mirar adelante con las heridas curadas.

¿Que país queremos? ¿Uno en el que se pueda celebrar la restitución de identidades a personas que se las habían robado o uno que junta expedientes de causas en los despachos?

Personalmente, no puedo más que emocionarme y celebrar la noticia, y desearle a este nieto que pronto pueda reunirse con su historia y a los/as argentinos/as que podamos definitivamente reunirnos con la nuestra sin temerle al futuro.

Espero que pronto conozcamos más detalles de este nieto y, porque no, celebrar nuevas recuperaciones que nos demuestran que a pesar de todo, siempre la vida se abre camino.