Reforma judicial: reñidero para tapar inundaciones

María Luisa Storani

Cuando aún contaban los muertos, enviaron el proyecto de reforma. Vuelven a la política del reñidero con una cortina de humo y la confrontación como estrategia suspendida con la asunción del nuevo Papa.

Sin ceder nada en el plano de la defensa de las instituciones, no cejaremos en la demandas para conseguir un debate para las correcciones necesarias desde la experiencia de la catástrofe que no sucedió ni en Japón ni hace dos años, como el tsunami, sino en Argentina hace 10 días.

A problemas, reales soluciones concretas. Los efectos de las inundaciones no habrían sido tales con las inversiones que conocían necesarias. Hay que hacer esas obras enfrentando la discriminación política. No  permitiremos que jueguen a la interna con la vida de nuestra gente.

La defección del Estado y el gobierno se manifestó en el manejo de la crisis. El “hacete cargo, Cuervo” de la presidenta es el símbolo de la carencia de un Estado eficiente y la pretensión de sustituirlo con un voluntarismo sectario,  oportunista y aprovechador.  En ningún lado estuvo la experiencia de los Cascos Blancos y otros ámbitos del Estado. Las donaciones, el trabajo voluntario y el esfuerzo de millones de personas fueron aprovechados políticamente sin ningún tipo de estrategia de crisis.  Hace falta una “Ley del voluntariado”.

Vamos por el rol de las comunicaciones como infraestructura de la asistencia. En el primer día de la tragedia en Canal 7 se enseñaba a cocinar corvinas. Requerimos copias de sus emisiones para evidenciar el colapso del sistema en beneficio de la propaganda política y el culto a la personalidad. Insistimos en nuestros proyectos para asegurar propósitos sociales a programas como Fútbol para todos. Y el uso de la cadena nacional con fines útiles.

Una  ley de emergencia es necesaria atendiendo, también, la reposición de bienes para gente endeuda. De nada sirven tasas preferenciales a los endeudados por los bienes perdidos. Para  que vuelvan a tener sus computadoras, muebles,  televisores y sus paredes pintadas.

Que los ministros responsables expliquen su trabajo. Y si corresponde le iniciaremos juicio político. Lo que no tiene nada que ver con el proyecto de reforma judicial.