¿Fue el swap con China la mejor vía para incrementar las reservas internacionales?

Sostener el nivel de reservas internacionales y mantener el tipo de cambio anclado en el entorno de $ 8,50 sigue siendo el mayor de los retos para este gobierno. Desde que asumió el actual presidente del BCRA se logró ese cometido a pesar de haber pasado por sobresaltos hacia mitad de año pasado. Cabe resaltar que si bien en algunos meses se logró revertir la tendencia que mostraba caídas en el nivel de reserva, la misma no fue estable durante todo el año pasado.

Pero no todo fue por obra del presidente del Banco Central, sino que muchas licitaciones internacionales como son las de telefonía móvil (4G) y Vaca Muerta, el SWAP de monedas con el Banco Popular de China (PBC), permitieron cerrar 2014 con una suba en el stock de reservas a la zona de US$31.300 millones frente al cierre de US$30.599 millones en 2013. Continuar leyendo

Reservas: ¿el BCRA revirtió la tendencia descendente?

Diversas situaciones tanto de orden nacional como internacional parecen estar dándole un respiro a las alicaídas reservas internacionales del Banco Central (BCRA). Como quien busca agua en el desierto, el equipo económico se impuso como objetivo  frenar la caída de reservas, que en los últimos meses se había acelerado debido a la creciente necesidad de recursos para financiar importaciones (sobre todo, compra de combustible al exterior) y a la fuga de divisas.

La situación que desmejoraba con el paso del los meses pareció nivelarse en los últimas semanas por varios hechos, entre ellos la firma e implementación del swap con China por US$1.300 millones -se espera un nuevo tramo de US$1.000 millones antes de que finalice el año-, la licitación de las licencias del 4G por un monto de US$2.300 millones a ser ingresado y el acuerdo con las cerealeras, las cuales aumentaron la liquidación de exportaciones en el último tramo del año un 60% respecto de 2013. Continuar leyendo

Complicaciones económicas, un déficit fiscal sin techo

 (Nota escrita en colaboración con Eliana Scialabba)

Hacia fines de 2013 se aceleró el deterioro macroeconómico. Signo de esto fueron la fuerte caída de las reservas internacionales que llegaron a un mínimo de 28.000 millones de dólares; la “explosión” en la emisión monetaria para financiar al Tesoro y la – consecuente – suba de la tasa de inflación, la cual profundizó la brecha entre la inflación oficial (Indec) y la “real”.

En este escenario, y con el objetivo de tranquilizar a los agentes económicos, en el mes de enero el Banco Central devaluó el tipo de cambio, el cual pasó de $6,52 a $ 8,01, y se profundizaron las trabas a las importaciones con la finalidad de evitar que sigan saliendo dólares del país, medida que también terminó mal con la reciente multa de la OMC por las trabas impuestas al comercio y al incumplimiento de los contratos comerciales firmados.

Si bien se habla mucho de las variables mencionadas, la principal causa del deterioro macroeconómico es el enorme déficit fiscal, cuya solución no se encuentra en la agenda de corto plazo de la gestión de esta administración: para el equipo económico, el gasto público debe compensar la caída de los restantes componentes de la demanda (consumo, inversión y exportaciones) a “cualquier precio”.

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