El empleo en el centro de las políticas públicas

Matías Barroetaveña

El 25 de mayo se cumplen diez años de políticas públicas orientadas a la defensa del empleo y la expansión de derechos; diez años de avance hacia la justicia social.

El modelo de desarrollo con inclusión social instaurado por Néstor Kirchner y profundizado por Cristina Fernández de Kirchner permitió que el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, a cargo de Carlos Tomada, desarrollara una batería de acciones que han generado importantes resultados, acciones que impactaron positivamente en la inmensa mayoría de las familias argentinas. Ante la andanada de desinformación e injurias que propagan políticos y medios opositores es necesario responder con la realidad incontrastable de los hechos.

En primer lugar, debemos mencionar que en esta década se crearon cinco millones de nuevos puestos de trabajo. Pero no cualquier trabajo. La tasa de empleo no registrado que en 2003 era casi del 50%; diez años después se redujo a un 34.6%, permitiendo que la cantidad de trabajadores registrados que hoy tienen un trabajo legal y con protección social sea la más alta de los últimos treinta y ocho años. Para lograr esto se fiscalizaron novecientas mil empresas y más de tres millones de trabajadores.

Además, en diez años se disminuyó un 26% el índice de accidentes de trabajo y un 27% el de muertes por accidentes laborales.

Se consolidó la negociación colectiva y se afianzó el  Consejo de Salario Mínimo, el cual ha fijado el salario mínimo más alto de América Latina.

Se ha tenido una política activa en lo que respecta al empleo y la formación. Se creó un eficaz servicio público y gratuito de empleo que cuenta con una red de cuatrocientos cincuenta oficinas en todo el país. Se implementó el programa “Jóvenes con más y mejor trabajo” a través del cual cientos de miles de jóvenes de 18 a 24 años han conseguido trabajo, han terminado sus estudios obligatorios o se han formado en oficios.

Para fortalecer la competitividad internacional y la sustitución de importaciones se puso en marcha el Plan 2020 de Formación Continua junto a empresarios y sindicatos que ha permitido capacitar a más de un millón y medio de trabajadores en sintonía con el Plan Industrial 2020. Se han fortalecido más de trescientas instituciones de formación profesional con asistencia técnica y equipamiento.

Asimismo, se ha avanzado al restituir derechos perdidos y al eliminar desigualdades. Se creó el Renatea (Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios) y se sancionó una nueva ley del peón rural que igualó con los demás trabajadores los derechos de estos trabajadores. Se propició a su vez una nueva ley de trabajadoras en casas particulares equiparando los derechos de casi un millón de trabajadoras.

En lo que respecta a los mayores, la moratoria jubilatoria le dio la oportunidad a casi tres millones de personas mayores de sesenta años a acceder a la jubilación. Diez años atrás se encontraban fuera del sistema de seguridad social. Luego se implementó la ley 26.417 de movilidad de los haberes jubilatorios que les garantiza dos ajustes anuales. Hoy el 95% de las personas mayores recibe una transferencia por parte del Sistema de Protección Social.

En lo que respecta a los niños, se puso en marcha la Asignación Universal por Hijo que se acaba de actualizar en un 35% y al día de hoy cubre a casi tres millones y medio de niños. Además, se redujo en un 66% el trabajo infantil, pasando del 6,4% al 2,2% y se sancionó la ley 26.390 en la que se estipula que los niños tienen el derecho fundamental a no trabajar hasta los dieciséis años.

Podría continuar con esta enumeración de acciones vinculadas al mundo del trabajo y la seguridad social, así como también podría hacerlo con las decisiones transformadoras tomadas por Néstor y Cristina que permitieron el desarrollo de estas políticas (la quita de la deuda, la centralidad del Estado en la economía, el fin de las AFJP, la recuperación de YPF, el cambio de rol del Banco Central, entre otras). Frente a esta abrumadora realidad son escasas las propuestas superadoras que escuchamos. Sería bueno que la oposición dejara las operaciones de prensa y pasara a colaborar en la difícil tarea que nos espera a todos, la de profundizar lo realizado, la de hacer un país cada vez más justo e igualitario. Sería muy bueno que dejaran de querer tapar el sol con la mano.