Proteger los espacios culturales autogestionados de la Ciudad

Proteger los espacios donde se genera cultura en la ciudad es una forma de democratización cultural, de preservar el derecho a la cultura y, al mismo tiempo, muchísimas fuentes de trabajo para gestores, técnicos, productores, docentes y artistas.

Cuando hablamos de cuidar el patrimonio cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, nos referimos a trabajar para que el patrimonio intangible, es decir, los hábitos que hacen a la tradición porteña, sigan funcionando y no desaparezcan instituciones, teatros, espacios sociales y culturales donde los ciudadanos ejercen sus costumbres, tejen contenidos sociales e identitarios.

Hoy, ante la suba de las tarifas de los servicios, centros culturales y teatros independientes se encuentran en claro riesgo de dejar de funcionar o desaparecer. Muchos de estos espacios forman parte de lo que hoy se llaman industrias culturales (que expresan el sector más dinámico de la producción cultural). Son sectores que expresan creación y producción de bienes y servicios basados en contenidos intangibles o simbólicos.

Según las últimas estadísticas del Observatorio de Industrias Creativas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (2015), la participación de las industrias culturales en la creación de puestos de trabajo en la Ciudad se ha mantenido estable en los últimos tres años, en el orden del 9%, y el empleo total de las industrias culturales en 2014 fue de 142.213 puestos de trabajo. Continuar leyendo

Por qué atacan a ECO

A estas alturas de la campaña electoral porteña la ciudadanía debería exigir que la discusión política cobre la altura que los problemas e ideas de la Ciudad requieren.

Desde hace unas semanas las declaraciones de los candidatos del Frente para la Victoria tienen un único objetivo: atacar a ECO y a las personas que lo conformamos y que nos presentamos como alternativa de gobierno. Esas declaraciones intentan crear una especie de oxímoron sobre la supuesta igualdad de las propuestas de Martín Lousteau y las de Horacio Rodríguez Larreta.

ECO, nuestras candidaturas y prioridades políticas representan una alternativa a los ocho años de gobierno del PRO y eso está poniendo nerviosos a los candidatos del FpV. Hoy más obsesionados en encontrar similitudes entre ECO y el PRO que en explicarle a los porteños qué proponen.

Su frustración es entendible porque en la Ciudad venimos diciéndoles que no desde hace años a sus propuestas y ecuaciones electorales.

En cambio, con ECO queremos gobernar y sabemos cómo hacerlo, tenemos otras prioridades, propuestas y nuevas ideas. Propiciamos el diálogo sincero con todos los sectores como política primordial para una ciudad tan compleja, heterogénea y diversa como Buenos Aires. Y lo más importante es que estamos convencidos y en condiciones de lograr una evolución para todas las personas que la habitamos, trabajamos, estudiamos, transitamos, padecemos y disfrutamos.

Sabemos que ahorrando los 3 millones de pesos por día que hoy el Gobierno de la Ciudad usa en publicidad oficial podríamos -por ejemplo- construir jardines maternales para niños y niñas de 45 días a 3 años de edad u otras prioridades.

Sabemos que generando políticas de Estado consistentes se mejoran áreas como educación, transporte público y tránsito, basura o espacio público.

El kirchnerismo se acuerda de los porteños y sus problemas en época de elecciones, nosotros venimos hace rato trabajando en la ciudad, la conocemos, la recorremos, la vivimos y la transitamos. Hace un poco más de 3 años que como legislador porteño pude comprobar ese juego de blancos y negros que tanto el PRO como el FpV quieren instalar como escenario para estas elecciones. Y también pude comprobar cómo llegaron a acuerdos para votar leyes que los benefician tanto a unos como a otros.

El PRO y el FpV votaron en conjunto la venta del Edificio del Plata -una operación de casi 80 millones de dólares- que financiará el proyecto de Centro Cívico a construirse en terrenos del Hospital Borda. El PRO apoyó al FpV al votar en conjunto la aprobación de dos proyectos para la rezonificación de cinco terrenos del ferrocarril en Pompeya, Parque Patricios, Palermo, Caballito y Liniers que serán destinados a “proyectos integrales de urbanización e inmobiliarios”, del plan PROCREAR, del Gobierno Nacional.

Como legislador porteño y candidato voy a ser opositor a todos los acuerdos políticos que perjudiquen a la Ciudad de Buenos Aires. Nuestro compromiso es con los porteños, ese es el espíritu de nuestra propuesta y de la evolución que necesitamos.

Llegás antes

“Si se extiende el horario del subte llegás antes y tenés más tiempo para trabajar, estudiar, disfrutar de la familia, de los amigos y de la ciudad”.  Esta es una de las frases que usamos con el objetivo de difundir y promocionar nuestro proyecto de ley para extender el horario del servicio del subte de la Ciudad de Buenos Aires de modo que funcione de 5 a 1.30 de lunes a sábados, y los domingos y feriados, entre las 7 y la medianoche.

Estoy convencido de que como legislador porteño tengo la posibilidad de trabajar para lograr simples cambios en el funcionamiento de los servicios públicos que pueden producir grandes mejoras en la vida cotidiana de los ciudadanos. Y esto es una enorme oportunidad para todos, por eso desde el 2012 venimos haciendo campaña para extender el horario del subte. Acabamos de lanzar otro formato de nuestro proyecto histórico: la campaña 2.0 “Llegás antes”.

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Guido Spano: trabajar para que la institución siga abierta

Apenas me enteré de que el Colegio Guido Spano cerraba sus puertas, junto a otros legisladores porteños nos reunimos con los padres de los alumnos de manera de trabajar conjuntamente en garantizar la escolaridad de los 350 chicos que asisten a esa escuela. Las acciones concretas no tardaron en ejecutarse. Y esto lo celebro. No sólo padres, docentes y personal no docente decidieron crear una cooperativa, sino que también desde diversos ámbitos políticos se brindaron soluciones prontas a la problemática.

Se consiguió en tiempo récord la protección cautelar y esto significa que el edificio donde funciona el colegio no puede ser demolido. Desde la Legislatura porteña presentamos un proyecto de resolución sobre la situación del colegio y un pedido de informes al Ministerio de Educación.

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Una mirada distinta para el conflicto en las escuelas porteñas

Una vez más los estudiantes secundarios toman colegios y el debate queda sepultado para poner sobre la escena pública anécdotas vacías, discursos represivos facilistas o gestas revolucionarias que no son tales. Todos los sectores tiran de la cuerda. Funcionarios de la Ciudad y de la Nación escapan a la verdadera discusión y caen en peleas banales atravesadas por el proceso electoral.

Lo principal es lo que está ausente: la escuela media atraviesa una crisis de sentido, debe ser reformulada y repensada para que estudiantes y profesores sepan para qué estudian o enseñan o transmiten saberes.

Hoy la cuestión central de la educación reside en que pongamos la mirada en la escuela media y que todos los esfuerzos sean para que el cambio se produzca con participación y consenso sin renunciar al objetivo de poder plantear nuevos paradigmas.

A nivel nacional se esta llevando la Nueva Escuela Secundaria (NES) que implica un cambio en el diseño curricular y en los planes de estudios. La Ciudad no está fuera de este acuerdo que surge desde el Ministerio de Educación nacional y el Consejo Federal de Educación. Ese es el contexto de esta nueva crisis.

Al principio el plazo para la reforma fue 2013 pero las tomas de escuelas y el reclamo estudiantil del 2012 abrió una negociación entre el Ministerio de Educación de la Ciudad y los estudiantes y docentes. Se asumió el compromiso de poner en debate en las escuelas el modelo curricular, esto es los planes de estudio. Así como quedaron establecidas jornadas institucionales en cada escuela.

El debate de los planes de estudios es apasionante y aún cuando podemos compartir los objetivos planteados, es inconcebible que la Ciudad pierda la riqueza de los planes como las horas dedicadas a la materia Historia.

El ministro Esteban Bullrich debe defender la escuela media, su riqueza y potencial que tiene a pesar de estar en crisis y exigirle al ministro Alberto Sileoni y al Consejo Federal de Educación toda prórroga que sea necesaria y si es posible que se habiliten otros planes de estudios no contemplados y que éstos tengan la validez nacional correspondiente. Y el titular de la cartera a nivel nacional debe olvidarse de la campaña electoral y tomar conciencia de que su área es también parte del problema y por ende de la solución y no un mero espectador.

No es un dato menor que la Ciudad de Buenos Aires resistió a la Ley Federal de los años 90 que tuvo como uno de los redactores a Daniel Filmus y que muchos gobiernos provinciales que hoy defienden estos cambios y el “modelo nacional” fueron excelentes y silenciosos ejecutores de aquella reforma que desarticuló y atentó contra la educación pública y que hoy tiene como resultados un altísimo nivel de repitencia, de abandono escolar, así como el muy bajo nivel educativo que se expresa en las pruebas PISA.

En tiempos de elecciones las tomas a escuelas vuelven. No sería bueno que algunos aprovechen esto para la búsqueda de rédito electoral mezquino.

El Gobierno de la Ciudad debe garantizar la plena participación de los actores involucrados y no sólo quedarse en meras expresiones de deseo y convocatorias marketineras carentes de sentido. Los estudiantes deben saber qué cambios se vienen, que la participación de ellos es fundamental pero que las tomas no pueden convertirse en un práctica habitual, porque son un recurso extremo que hay que evaluar. Muchas veces terminan siendo utilizados por directivos que no quieren ver y no llevan adelante instancias institucionales de dialogo y debate como así también de dirigentes que solo buscan el conflicto como medio y como fin.