La malparida

Mónica Gutiérrez

La ley “antidespidos” nació muerta. El oficialismo apuró  un parto que venía “de nalgas”.

Con la abstención de casi todos sus legisladores, el bloque de Cambiemos permitió que se convirtiera en ley el proyecto anti despidos que establece la doble indemnización. Una jugada política extrema que permitirá a Mauricio Macri vetar la norma y sacar el tema de agenda.

Una suerte de “aborto legal”.

El Gobierno decidió “cortar por lo sano”. Le fue funcional al kirchnerismo y “acostó” a Massa.

“Lamentamos el juego de abstenciones, sentados y escapados que no nos permite construir con lealtad un tema importante”, dijo, ya sobre el amanecer, la diputada del Frente Renovador Graciela Camaño. La legisladora batalló hasta último momento para encuadrar a su tropa tras la propuesta de medidas de beneficio a las PYMES, un proyecto que producía espanto en las filas oficialistas por el alto costo en “contante y sonante” para los dineros públicos.

Cuando ya todo parecía jugado, Sergio Massa votó con los kirchneristas enmascarando las diferencias internas que auguraban una ruptura de su bancada. El “vasco” José Luis de Mendiguren, no obstante, votó en contra. Se comprende, fue titular de la UIA.

Con la movida, Mauricio Macri mató dos pájaros de un tiro: aceleró los tiempos de exposición de un tema incómodo y evitó tener que vetar la iniciativa de Massa. 

“Le dijeron que soplara la vela de la torta y era una bomba”, simplificó el diputado Mario Negri. Apeló a la maldita herencia recibida para justificar el pragmatismo recargado que aplicó su bloque para destrabar la situación.

Mientras tanto, el más político de todos los ministros, cerraba en Córdoba un acuerdo con todos los gobernadores para el reintegro del 15 % de la discordia. “No hay toma y daca” sostuvo Rogelio Frigerio ante los periodistas.

Para otro momento quedó el tratamiento del proyecto que permitía a la Justicia allanar las propiedades de Julio de Vido. Cambiemos se negó a tratar un tema tan sensible. El diputado que fue Ministro de Planificación sigue gozando a pleno de sus fueros.

Los legisladores de la oposición no K se quedaron pataleando en el aire tras denunciar acuerdos bajo la mesa entre el PRO y el FpV.

Pragmatismo puro y duro, si los hay.