Anibalicidio

Sobre informe de Consultora Oximoron.

Redacción final Carolina Mantegari, especial para JorgeAsísDigital

Al ritmo de Lanata

El periodismo sustituye -otra vez- a la política.
La condiciona, la diseña. La despoja de la amabilidad ficcional que suele caracterizar a los candidatos guionados.
Y le aporta tensión. Con la espectacularidad de Alfredo Leuco con el papa o La Doctora. Con la virulencia envolvente de Luis Majul. Con las irreverencias ingeniosas de Horacio Verbitsky.
Y con -por qué no- las reflexiones emotivamente racionales de la señora Mirtha Legrand.
Hoy la realidad vuelve a girar alrededor de la emisión televisiva de Jorge Lanata.
Se debe bailar al ritmo que impone su música.
Llega al extremo de marcar una frontera abierta, entre el antes y el después de cualquiera de sus coberturas. Sea con Amado Boudou, El Descuidista, o con “la ruta del dinero K” (por la marroquinería política).
O sobre la última entrega. El anibalicidio.
Con los testimonios cuestionables y frágiles que lo señalan a Aníbal como el autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez (que en realidad aconteció en Quilmes). Por la muerte de aquellos tres muchachos obsesionados por los atributos del dinero rápido.
Exclusiva -y única- salvación espiritual en esta época nefasta.

Osiris Alonso D’Amomio

Director Consultora Oximoron

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Los bárbaros están aquí

Acantonamientos policiales anticipatorios de saqueos.

escribe Carolina Mantegari

“Porque hoy llegarán los bárbaros; 
y espectáculos así deslumbran a los bárbaros”. 
Constantino Cavafis 

“Vemos los saqueos, pero no conseguimos ver la

 invasión. Ni, en consecuencia, comprenderla”.
Alessandro Baricco

 

En cuanto el policía se acantona en la lícita protesta, el bárbaro se amontona para el saqueo. Hay que esforzarse para comprender la necesidad de agremiación de las fuerzas de seguridad. Sobre todo de la policía. Es la organización fundamental si se aspira a combatir, de verdad, la patología del narcotráfico. El fenómeno estratégicamente instalado que llegó para quedarse. Y que aquí se finge combatir. Apenas desde la inútil oralidad. (Ampliaremos).Hay que diferenciar, en adelante, por ejemplo en Santa Fe, a los azules radicalizados de Apropol, de los azules moderados de Utrapol. Otra vez emerge el efectivo cuento del policía bueno y el policía malo. “Hablá conmigo, mirá que el otro es peor”. La sociedad presa, sin otra alternativa, tiene que “cantar”. En la penetrada Santa Fe, en la sospechada Buenos Aires, en la lacerada Córdoba, siempre en la vanguardia. A esta altura del relato, en cualquier parte.

Sergio Berni, El Licenciado Serial, el secretario de Seguridad que ya se cargó dos ministros del área, hoy suele destacarse por distribuir gendarmes. Demasiados miles en Buenos Aires, 2500 para Santa Fe, 2000 para Córdoba. ¿Quién quiere más gendarmes?
Aunque Berni debiera tener más cuidado con la distribución. Y no por el control de las fronteras, que casi a nadie le importan. El Licenciado Serial debe cuidarse de no abusar del uso de la gendarmería. Para no irritar más, sin ir más lejos, a la sensibilizada policía. (Con el ejército, como está planchado, no hay problema). Vaya el mensaje directo: “La gendarmería, Berni, es como el champagne. Debe ser consumida con moderación”.

La efemérides 

La desafortunada efemérides anuncia justo los treinta años de la democracia. Coincide -la efemérides- con la implantación global de la barbarie. Significa confirmar que la espera, en cierto modo, se acabó. Los bárbaros ya están aquí. Y para colmo están entre nosotros. O más grave aún: ante la ventaja posible de la impunidad, perfectamente el bárbaro puede ser cualquiera de nosotros.

Los bárbaros que invaden los comercios, las casas de los vecinos. Consecuencia de la sigilosa programación o por la instintiva espontaneidad. Para arrasar contra los bienes, sobre todo de consumo, que vengan de arriba. Habrá que evitar que nos despojen, en lo posible, de los nuestros.

Lo conveniente es suspender la tentación del balance por la efemérides. Despegar la pobre “democracia recuperada” de los miserables arrebatos del rencor social. Es aconsejable separar el conformismo autosatisfactorio de la celebración -por los treinta años- del cuadro severo de desconsuelo. Por la sociedad que hemos -en treinta años- construido. Por la ruptura del compromiso más elemental, que marca la patética expresividad del fracaso.

Entre el optimismo cruel del siglo diecinueve, Domingo Faustino Sarmiento nunca podía haber advertido que la barbarie, al final, iba a imponerse en el corazón de las ciudades. Reservadas, en el maniqueísmo de su teoría, para la placidez de la civilización. Hoy cuesta recitar las loas inconvincentes hacia la democracia mientras se padece el temor por la devastación. A través de la desesperación de Los Excluidos, y del resentimiento de Los Mal Incluidos. Se enturbia, al menos, la euforia falsa del festejo.

“Esperando a los bárbaros”

Armados -con seguridad privada-, los comerciantes esperan la transformación de los habitantes en bárbaros. Con el pánico fundamentado, se aguarda la barbarie como si se tratara de la peor inundación. La multitud que avanza movilizada por el afán de despojo destructivo.

El comerciante aguarda la llegada de los bárbaros sin la recatada belleza de Constantino Cavafis, el ejemplar poeta griego. Sin la hondura narrativa con que John Maxwell Coetzee, que -inspirado en aquel Cavafis- supo describir el estado impotente de la quietud, que anticipaba la llegada. (Ver “Esperando a los Bárbaros”, la gran novela de J.M. Coetzee). Ni nuestro Sarmiento, ni Cavafis, ni el propio Coetzee, y ni siquiera Alessandro Baricco, podrían valorar la magnitud del horror que registra el decidido señor Chou. Es el comerciante chino, o acaso coreano, del barrio. Chou protege con bolsas de arena la entrada del supermercado, pequeño pero completo. (Lo explota con su familia desde las 7 de la mañana hasta las once de la noche). Para defenderse de los clientes transformados en bárbaros -que acaso nunca van a llegar- nuestro Chou contrató seguridad privada. Dos policías retirados y un pesado chino de civil, desocupado y frontal, que no vacilaría, llegado el caso, en tirar. Vigilia con armas. Este diciembre Chou decidió que los bárbaros, que lo merodean, no van a pasar. Va a defender, a balazos, su negocio, de los vecinos saqueadores. Los bárbaros urbanos que desmoronaron las superadas teorías del crédulo Sarmiento.

23-D

Berni, figura fuerte en el actual esquema cristinista, compartió información de inteligencia, según nuestras fuentes, en línea directa, con el Ex Gordo Montenegro, su par del Artificio Autónomo de la Capital, el distrito controlado por el macricaputismo. La compartió también con Alex Granados, El Mangrullo, par de la provincia (inviable) de Buenos Aires, del “palo”, o sea peronista. Y con el solvente señor Lamberto, par de Santa Fe, de confesión socialista. Con Lamberto, El Licenciado Serial hasta paseó en helicóptero. Por el cielo triste cubre La Circunvalación.

Al cierre del despacho, se desconoce si los partes de inteligencia, que nutren a Berni, proceden de la hostigada secretaría oficial. La de “El Ingeniero”, que nominalmente comanda Icazuriaga, Corazón de Ballena. O si los partes proceden de los aportes confiables para La Doctora y Zannini, El Cenador. Los que suelen brindar los multiplicados canales que se reportan al general César Milani, el Héroe de las Madres y las Novias. La información advierte, según nuestras fuentes, sobre desmanes que se preparan para el próximo 23 de diciembre. Saqueos que huelen a conspiración “viralizada”. Programada. Montada sobre la necesidad que no alcanza a suavizar el relato, sostenido por indicadores imaginarios que aluden a los logros de la década. Por lo que pudo rastrearse, el enigmático 23-D lo planifican Los Mal Incluidos para facilitar la invasión de Los Excluidos.Tanto jorobar con aquel 7-D, que terminó en decepción, para construir otra frontera nueva. El 23-D. Que se adelanta para el 20-D. Pero los partes, sean de Milani o de El Ingeniero, ya fueron superados. Como la situación. Por nuevos partes que anuncian protestas y acantonamientos policiales, anticipatorios de saqueos, que no pueden ser resueltos por Berni, El Distribuidor de Gendarmes… Los bárbaros están aquí. En las ciudades. Son ellos, ahora, los que esperan. 

Más acá de la veda

Alivio para la sociedad. Final de la campaña.

escribe Oberdán Rocamora

Alivio. Culmina la campaña más insosteniblemente larga e insufriblemente monótona de la historia.
Se registra el cansancio moral de la sociedad por el desfile televisivo de los candidatos previsibles.
Salvo determinadas excepciones para concejales, la mayoría de los postulantes son demasiado conocidos. Al extremo de no sorprender.
De imposibilitar la espera de algo nuevo. Original. Lo que menos necesitan es tener un competente jefe de prensa.

Resta saber, en la provincia inviable, Buenos Aires, por cuánto ganará Sergio Massa, Aire y Sol II, a Martín Insaurralde, El Barrilete de Plomo. Por quien se juega -en defensa propia- Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol I.
El resultado remite a una cuestión meramente académica.
Oxímoron insiste. Con que Massa triunfe por un sólo punto, se trata de un resultado extraordinario. Pero van a ser -para Oxímoron- entre 8 y 10.

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Aire a Urribarri para retener a Scioli

Martingalas atractivas y delirantes del cristinismo en retirada.

escribe Oberdán Rocamora

Urribarri, Rocamora, el Elegido es Urribarri”, confirma la Garganta.
Para inflarlo con aire político, y retenerlo a Scioli. Mantenerlo cerca. Pegado.
La estrategia, en el fondo, es clara.
“Como un anillo”, diría Neruda. “Casi simple” como un patio, diría Parra.

Para acotar a Daniel Scioli, el líder de la Línea Aire y Sol, es necesario darle rodaje nacional a Sergio Urribarri, El Pato, o El Padre del Marcador de Punta.
El gobernador de Entre Ríos -que mantuvo la admirable confirmación electoral- emerge como la máxima garantía sucesoria para el cristinismo.
Es consciente Urribarri que la lealtad es un acto de la inteligencia que sirve, en definitiva, para escalar.
“El mérito de hacer buena letra. Y los deberes”. O sea, lo que le pidan. Estar presente, para acompañar y aplaudir.
Un mecanismo de lícita especulación que suele brindar réditos.
Aunque el entrerriano, según nuestras fuentes, sea frontalmente sincero.

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La presidencia prestada

Volver al Mercado de Capitales, como a La Casita de los Viejos.

escribe Oberdán Rocamora

Amado Boudou, El Descuidista, supo con anterioridad, según nuestras fuentes, que iban a internar a La Doctora.
Que debía legitimarse una licencia.
Tendría que hacerse cargo de la presidencia prestada, durante un par de semanas.
Las suficientes para sacarla del escenario. De la derrota.

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Cobos y Scioli, almas gemelas

El vice de La Doctora y el vice de El Furia.

escribe Serenella Cottani

“Al final, vamos a quedar los dos” –dijo uno de los dos, Cobos o Scioli.
Fue en la cena secreta de diciembre de 2012, en Villa La Ñata, que tanto enojó a los cristinistas salvajes.

Julio Cobos, El No Positivo, y Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol I, mantienen un pasado llamativamente común. Los unifica.
Ex vicepresidentes que padecieron las condenas respectivas de los dos presidentes que les correspondieron.
Scioli lo tuvo que aguantar a Kirchner, El Furia. Mal, aceptémoslo, no le fue.
Cobos debió soportar a Cristina, La Doctora. Y al salvajismo. Fue un calvario.

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Aire y Sol II, Massa, y Aire y Sol I, Scioli

“Siete samuráis” de julio marca el retroceso de La Doctora.
sobre Informe de Consultora Oximoron
Redacción Final Carolina Mantegari

Introducción
La rayita imaginaria

“No preocupa tanto perder el poder. Les preocupa perder la libertad”.
La Garganta consolida la evaluación.
La (casi) segura derrota del cristinismo, también en la provincia (inviable) de Buenos Aires, no desespera, paradójicamente, a los cristinistas en retirada.
Los calma, y sobre todo los contiene, la conveniente liviandad del discurso de Sergio Massa, La Rata del Tigre. En adelante Aire y Sol II.
Les aporta tranquilidad. Les anticipa cierto sosiego espiritual.
“A Massa, que presentó La Ley de Medios, ya lo indultó Clarín”, confirma otra Garganta. “Tiene vocación para amnistiar”.

Quien encabeza el desprendimiento, la Franja de Massa, o el cisma, suele aposentarse entre la intrascendencia de la proclama de paz y amor. Del apego a las excelencias de la gestión.
Anuncia el fin de la “política de las descalificaciones”. Destaca el positivismo vital de la “no confrontación”. Traza la consiguiente implantación de una “raya” imaginaria que clausura los traumas del pasado. Para dedicar las energías, en adelante, hacia el “futuro”. A los efectos de “resolver los problemas de la gente”. O peor: de “estar cerca de la gente”. Un conjunto de vaguedades que encantan orejas distraídas. Genéricamente básicas, que repiten, también, con menos suerte, otros aventureros, que aportan aburrimiento en la campaña menos atractiva que se tenga memoria.
“Lo peor de las PASO son los debates sobre las PASO”, grafica con acierto Jorge Yoma, anclado en la Estación Macri.
Pero las liviandades convenientes resultan, en Aire y Sol II, transitoriamente admirables.
Con su rayita imaginaria, Massa se encuentra condecorado por la magia de ser el depositario de las ambiciones de permanencia de una magnífica troupe de medialuneros. Y de las esperanzas de un gran sector de la sociedad, saludablemente necesitado de creerle.

Osiris Alonso D’Amomio
Director Consultora Oximoron

* * * * *

El segmento

En “Geometría de los Samuráis” de mayo se explicó que aquel triángulo que conformaban “Cristina, Mauricio y Daniel”, se convirtió, con la irrupción de Massa, en un rectángulo.
Para transformarse, después, en un segmento. Tema tratado a principios de julio, en “Detrás de La Doctora y de la Franja de Massa”.
El segmento citado consolidaba a la señora presidente Cristina, La Doctora, en uno de los vértices. Con Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol I detrás, de escolta.
Y con Massa, Aire y Sol II, en el otro vértice. Con Mauricio Macri, El Niño Cincuentón, detrás, también de escolta.
Con los desplazamientos triunfales que marcan las encuestas a favor de Aire y Sol II (Massa), y por la desertificación conceptual del oficialismo en banda, se asiste -para Consultora Oximoron- a la sobrevaloración funcional de Aire y Sol I. O sea de Daniel Scioli.
Por la carencia alarmantemente generalizada de referentes presentables, Scioli -devaluado y mancillado- debe ponerse al frente de la campaña remontadora. La que lleva al solvente mini-gobernador Martín Insaurralde, El Barrilete de Plomo. Cuesta remontarlo.
Entonces Scioli desplaza, en el vértice del segmento, a La Doctora. En su scioli-dependencia obligada, La Doctora ingresa -aunque bulliciosamente- en el ocaso. Sumergida por los incapaces que debieran cubrirla, pero que la hunden en dramatismos enfáticos que derivan en papelones memorables. A pesar de los shows en continuado de los aplaudidores escenográficos. En los actos donde, colmada de autoreferencias laudatorias, comienza, la pobre, a despedirse.
En la segunda quincena de agosto a La Doctora le costará contemplar el cielo. Por el tráfico múltiple de garrocheros que, desde los distintos puntos de la patria, clavarán la garrocha a los efectos de elevarse hacia el “Tigre, Tierra Santa”, Sede de la alcaldía Aire y Sol II. Y lugar de residencia y esparcimiento deportivo de Aire y Sol I. En Villa La Ñata.

De manera que, en el segmento principal, hoy se encuentran los dos positivistas. Con fe y con esperanzas. Aires y Soles.
El Aire y Sol I, Scioli, ahora con las huestes desesperadas de La Doctora, detrás. Lo siguen con la nariz tapada, y con deseos de que pueda socorrerlos el gobernador Sergio Urribarri, El Padre del Marcador. Pero Urribarri viene muy lejos de los samuráis. Debe hacer méritos en el pelotón de los aspirantes.
Y Aire y Sol II, Massa, con Mauricio detrás. Y con el extraordinario despliegue territorial de los medialuneros furtivos. Adelantados que cambian hábilmente de monta, para permanecer. Y suscriben el cuento de la raya imaginaria que separa el presente del pasado. Sin “descalificar”, siempre “cerca de la gente”. Paz y amor.

Los Aires y Soles encabezan el Informe de los Siete Samuráis de julio. Seguidos de cerca, aún, por Mauricio. Descolorido y sin armado, pero en la tercera posición.
El Niño Cincuentón -exponente emblemático del macricaputismo- apuesta al mérito de diluirse detrás de Massa en la Buenos Aires inviable. Y sin siquiera reclamar la reciprocidad elemental en el Artificio. Para que Massa declare su preferencia por la señora Gabriela Michetti, La Princesa de Laprida, y de Diego Santilli, El Colorado, al que promueven con el propósito inconfesable de desplazarlo del ministerio.
Para Oximoron, El Niño Cincuentón podrá imponer, al menos en agosto, a los senadores macricaputistas. Que también se anotan en los beneficios de la gestión, se proponen “resolver los problemas de la gente”, como excelentes positivistas de la paz y del amor.

El peronismo que cansa

El Informe Oximoron de julio constata el fundamentado cansancio social que produce el peronismo.
La metodología perversa que le permite siempre reciclarse.
Se legitima entonces la expansión del interés entre los tres exponentes módicos del “no peronismo”, que se imaginan lícitamente presidenciables. Mantienen, entre ellos, márgenes de entendimiento.
El cuarto samurai de julio es Hermes Binner, el John Wayne de El Hombre Quieto. No tiene inconvenientes en imponerse en Santa Fe. Para salir después a la aventura de juntar. Proyectarse desde el parlamento.
El quinto y el sexto samurai son oriundos de Mendoza.
Ernesto Sanz, La Esperanza Blanca, ya está lanzado. En el ciclo del amague mediático.
Y Oscar Cleto Cobos, El No Positivo, que se impone, según nuestras fuentes, en Mendoza, y con contundencia. Pese a los obstáculos que le plantan los correligionarios entrañables (ampliaremos en próximo Relevamiento Federal).
Cobos, como Binner, saldrá a juntar desde el Parlamento.
Hay quienes planifican, incluso, que los dos deberían juntarse.

La recuperación de la Unión Cívica Radical es siempre preocupante. El partido centenario suele aportar el suspenso garantizado. Acción y aventura en sus turnos históricos que sirvieron, hasta aquí, para revalorar el peronismo.
Justamente el peronismo que hoy -por la dinámica de su perversidad metodológica- cansa.

Final con La Doctora

Por capacidad de daño, y por su implícita condición de cuadro influyente, el Informe Oximoron de los Siete Samuráis de julio lo cierra La Doctora. Aunque esté, en la práctica, fuera de juego. Entre la magnitud de las peleas desaconsejables. En sistemática simultaneidad.
Primero, la más lesiva. Contra el Grupo Clarín. Sin respetar, curiosamente, la alegada cuestión de género.
La Doctora ni imagina, acaso, que la señora Ernestina, directora nominal del ejército que considera enemigo, pasa, según nuestras fuentes, por una instancia triste de senilidad, que la aleja del combate racional. Debiera medirse en los agravios, sobre todo después de haberla agraviado tanto.
Segundo, la pelea inútilmente desgastante con la Suprema Corte. Aunque tal vez pronto La Doctora pueda conmoverse con la constitucionalidad más deseada. Pero por convicción jurídica, y no como consecuencia de los aprietes que le ponen, a su ocaso, migajas de autoritarismo.
O la última para citar, su guerra moderna contra los servicios de inteligencia. Impulsada por Carlos Zannini, el gran consumidor de pescado podrido, que cree que “las servilletas” obstaculizan sus decisiones políticas. Fueron errores que la arrastraron hacia el papelón-Milani.
Después de todo, el conflicto de fondo La Doctora lo sobrelleva consigo misma. En la desesperada búsqueda de convencer, al semejante, que el suyo es un gobierno revolucionario. Transformador. Sin darse cuenta tampoco que cada vez más semejantes, que para colmo nada tienen de oligarcas ni de gorilas, en cuanto aparece invasivamente en sus casas acuden, sin culpas, al cambio definitivo de canal.

Carolina Mantegari
Redacción final Consultora Oximoron

La jefatura vacante del peronismo

Es para Scioli, Massa, Moyano, Urtubey, Capitanich, Gioja, Urribarri, De la Sota o Adolfo Rodríguez Saa.

escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, sobre informe
de Consultora Oximoron

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En setenta años de historia, el peronismo apenas tuvo tres jefes. Y dos poleas de transmisión.
Los Jefes -inapelablemente- fueron:
Juan Domingo Perón, de Buenos Aires, entre 1943 y 1974.
Carlos Saúl Menem, de La Rioja, entre 1988 y 1999.
Néstor Carlos Kirchner, de Santa Cruz, entre 2005 y 2010.

Poleas

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