La novia ausente del doctor Alberto

F. es modelo. 25 años. Vigorosa, altiva y bella.

escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial

En principio, F., la “novia ausente” del extinto fiscal Alberto Nisman, no es la misteriosa mujer calcinada que apareció frente al edificio Le Parc.
Es una bella muchacha de 25 años, que el 27 de diciembre de 2014 compartió la cena íntimamente especial con “el doctor Alberto”. 51.
Ella es Serpiente de Tierra y él era un Gato de Agua.
La ceremonia era para despedirlo. El doctor Alberto, como lo llamaba, partía hacia Europa, en un periplo familiar. Sin siquiera imaginar que ya estaba condenado.
La señora Gladys, la mucama, cuenta incluso que, después de aquella noche de romanticismo previsible, lavó una remera de la “novia ausente”.

Sin tacos, F. mide 1,70 m. Calza zapatos 37. El pelo es castaño y los ojos son radiantes, marrones.
Tiene dientes perfectos que le facilitan la seducción de la sonrisa. Alguna abuela diría: “dientes de mentirosa”. Otra, de mujer afortunada.
F. es una de las tantas modelos que L. promueve. Es L. un experto distribuidor de belleza selectiva. A su vez, L. es buen amigo del abogado impetuoso que explota cierto inquietante boliche de Palermo. Por Honduras.
En la Sala VIP, el fiscal solía apurar, según nuestras fuentes, alguna Diet 7up. Coincidía con las damas fosforescentes del plantel de L., que legitiman el catálogo de su página web.
Por prejuicio profesional, por el afán costumbrista de escaparle a la botonería, en esta crónica no se brindan datos ni nombres reales. Queda para cualquier otro especialista en la materia. Si presentan a F. en sus entretenimientos televisivos, la muchacha podrá conquistar la suficiente repercusión. Con suerte, hasta para danzar en el baile canónico del señor Tinelli.
Pero ocurre que F. tiene un novio principal. T. También T. es modelo.
Significa confirmar que el doctor Alberto formaba parte de la clandestina relación triangular. De ningún modo se aspira, aquí, a profundizarla. Ni siquiera se intenta sugerir la posible existencia del amor racionalmente pactado. Entre regalitos gentiles y las atenciones cordiales de un caballero.
Esta crónica indeseable sirve para acabar con las especulaciones que aluden a “la novia ausente”. Como si fuera, para los fantasiosos, la “entregadora”. La profesional inescrupulosa que les “abrió la puerta a los comandos asesinos”. O peor, como si fuera la muerta de carbón. Horror que muestra que Puerto Madero nada tiene para envidiarle a la villa más cruel.
Es útil también la crónica para aclarar que Nisman distaba de ser un adicto a las relaciones íntimas con otro varoncito. Como La Doctora lo insinuó, en tres ocasiones, casi como si fuera un pecado. Cuando se presentó para la cadena nacional “toda vestida de blanco, almidonada y compuesta” (cliquear).

El terceto de la algarabía

Al contrario, el doctor Alberto pudo participar, según nuestras fuentes, junto a F. -y con la festiva incorporación de C., otra modelito de L.- de un jocundo terceto de saludable algarabía.
La novia ausente del doctor AlbertoSe registró a principios de noviembre, en Cancún, un paraíso violentamente luminoso de México.
Pudieron conocerse, aparte, en las redes sociales, determinadas postales del ámbito personal. Relativos al viajes.
Entre los tres, se prodigaban selfies relajadas. La divulgación transcurrió como consecuencia de la perforación del correo electrónico del fiscal. Instrumentación de algún servicio que utiliza muy mal la producción de inteligencia.
Los “servilletas” lo tenían técnicamente penetrado al doctor Alberto.
Como confirma la Garganta:
“El Ruso fue condenado el día en que decidió volverse de Europa”.
Cruzar de vuelta el océano fue, en definitiva, su perdición.

La filmación

“Así que este h de p viene a denunciarnos”, se dijo desde la altura mareada del poder. “Con la guita que le dimos. Si tuvo trato de ministro sin cartera”.
“Con la que se lleva desde hace diez años, y ahora viene contra nosotros”.
Al doctor Alberto lo esperaban en Ezeiza. Y no se trataba precisamente de “la novia ausente” de Cadícamo.
Lo persiguieron con las camaritas de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, PSA. Las que cuentan con un software demasiado inteligente. Permiten, por ejemplo, seguir el recorrido entero de cualquier desgraciado, a través de teléfonos celulares mucho más inteligentes que los propios servilletas. Sofisticada tecnología que no existía en la época de James Bond, ni en la de Cadícamo.
Consta que no se perdieron el mínimo detalle del regreso del fiscal, que llegaba para denunciar y morir. De jean, camisa azul, flaco y estilizado, arrastraba el equipaje de mano con rueditas. Se lo ve con claridad en la ineludible primicia de C5N.
Nada extraño surge de la auditoría que ordenó Montenegro. Es el titular de la PSA. Un progresista de excelentes intenciones, al que suelen pasarlo al cuarto, con asiduidad.
Hoy Montenegro debe responder las requisitorias muy bien orientadas de la fiscal Cisnero, de Lomas de Zamora, con competencia en la zona del aeropuerto.
Cisnero quiere saber por qué lo filmaron, con voluptuosos detalles, al doctor Alberto. El fiscal que llegaba para denunciar y morir.
La jurista debería rastrear entre los intestinos conflictivos de la PSA.
Trasciende que no menos de tres cuadros activos responden, según nuestras fuentes, a otra terminal. Donde sobran los celulares inteligentes. Por inversiones de riesgo mínimo.

Tensiones espirituales

Para aliviar las tensiones espirituales de la fiscal Fein, puede asegurarse desde aquí que, en la madrugada del fatídico 18 de enero, cuando lo mandaban “para arriba” al doctor Alberto, la novia ausente se encontraba con su novio. En una ciudad balnearia de enfrente. Oriental. Podía notársela vigorosa, altiva y feliz. Abrazada a T. Ambos a los besos, con el pelo al viento y la fuerza del sol en los rostros.

Al enterarse de la muerte del doctor Alberto, el amigo con derecho a toque, la bella F., por las dudas, cerró su página de facebook. Por prevención.
Pero la tensión espiritual aumentaba. Y al saberse aludida ya como “la novia”, comenzó a preocuparse más. Sobre todo cuando, en la primera plana de La Nación, se trataba el asunto de la novia.
Entonces F. clausuró también su cuenta de twitter. Y por si no bastara acabó también con su cuenta de instagram.
La novia ausente -pobre- está casi aterrada. Con ostensibles deseos de refugiarse, según nuestras fuentes, en otra localidad turística, también marítima. Donde reside, aún, su familia.

Los que ponen votos y los que ponen versos

DANIEL, MAURICIO Y SERGIO II: El conflicto que desangra al cristinismo en retirada.
escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella

“Si adentro hay nada más que 60 mil, es fácil, te ponés 30 en un bolsillo y 30 en el otro y te vas. ¿Para qué vas a llevarte la caja?”.
La Doctora, según nuestras fuentes, ilustraba a los testigos perplejos. Todos “titulares”. Aludía, con indiscreta confidencialidad, al extraño robo filmado en la residencia de Sergio Massa, La Rata del Tigre, Aire y Sol II.
El robo a Massa es casi tan inexplicable como el misterio del crimen de El Lauchón. Ampliaremos.

El episodio tratado de la caja transcurrió en la reunión “cerrada” del Hotel Patagonia, en Río Gallegos, ex Tierra Santa. Después que la santidad territorial se desplazara, oportunamente, hacia el Tigre.
Alude a la idea de la presunta abundancia. Reflejo de la prosperidad, en materia de expectativas.
Calibra la actualidad política en la provincia (inviable). Buenos Aires.

Los Sin Techo

Basta con confirmar que determinado empresario, de relativo primer nivel, buscaba, sin suerte, durante la semana anterior, una manera directa de llegar a Sergio. Mantenía el saludable propósito de acudir en auxilio solidario del vencedor.
“Mirá que no quiero pedirle nada”, advirtió el empresario, según nuestras fuentes, al canal confiable que podía intermediar.
Al contrario, “es para ponerle”.

El muchacho, en semejante aspecto, “está muy dulce”. Le sobra. Como para no preocuparse, en exceso, por el contenido de la caja extrañamente robada. De manera tan visible. Como estaba visible la “carta robada” del cuento de Edgar Allan Poe.
Trasciende que, a esta altura, por la demanda, cuesta obtener cinco minutos con Sergio.
Significa confirmar que Aire y Sol II, el actual propietario de la centralidad, casi no tiene espacio para recibir a la totalidad de los garrocheros que sobrevuelan a su alrededor. Y procuran aterrizar en Tigre, Tierra Santa.
Con la metafórica garrocha en la mano, los abnegados también hacen antesala, durante horas, en la puerta del edificio de Cerrito y Juncal. Es donde se habilitó un piso entero, “para el armado político”.
Llegan los audaces para postularse como referentes del “massismo”. Desde los puntos más alucinantes del país.
Aunque el muchacho -Sergio- deba prepararse, apenas, para las iniciales legislativas de octubre.
Proliferan los “sin techo” que llegan con la medialuna enarbolada. Pretenden, ansiosamente, los medialuneros, “cerrar algo”. Asegurarse un techo, estar “adentro”. Ahora, ya. Los profesionales no quieren llegar tarde. Ni “quedarse afuera”.

Lo difícil de explicar

Para colmo, la escuadra de Francisco de Narváez, El Caudillo Popular, el vencedor de 2009, pasa a convertirse en un aeropuerto que registra exclusivamente las partidas. Sin ningún arribo.
A esta altura, y con suerte, sólo le quedan votos para reservar una banca.

Con semejante perspectiva, el cristinismo se desdibuja. Solo. Se cuece en la tinta de sus contradicciones.

“El kirchnerismo es un fenómeno difícil de explicar”, dijo La Doctora, al estimable periodista de la casa. Propia tropa.
Dolorosamente altiva ante la derrota, La Doctora no puede explicar la admirable construcción del poder kirchnerista.
Menos puede interpretar, entonces, la abrupta declinación del cristinismo.
Del 54% al 29 actual, en menos de dos años.

Con el tiempo, cuando pasen las turbulencias y los divisorios rencores, podrá estudiarse -en seminarios privados como los del portal- tanto la construcción kirchnerista como el desmoronamiento cristinista.
Partes del mismo fenómeno “difícil” -para La Doctora- de “explicar”.

Votos y versos

Aquí tratamos, en exceso, el apoyo de las otras dos patas fundamentales de “El Trípode”.
De Hugo Moyano, El Charol, y de Héctor Magnetto, El Beto. Es el poder real que se intentó superar.
Hoy se asiste al desvanecimiento de la alianza tácita entre lo que queda. Los peronistas que ponen los votos y los progresistas que aportan los versos.
Es el resultado de la insuficiencia catastrófica del frepasismo tardío.
Lo supo diseñar Carlos Zannini, El Gran Consumidor de Pescado (Podrido). Es el antiperonista que alcanzó la proeza de conducir un gobierno de matriz peronista.
Al fin y al cabo, para La Doctora, los “buscapinas” de Unidos y Organizados resultaron aún menos útiles que los ambiciosos cobradores de sueldos de La (Agencia de Colocaciones) Cámpora.

En el intermedio de las derrotas, el conflicto hoy se da entre los que ponen los votos, que sienten peligrar el control de sus feudos, y los que ponen los versos. Los que perciben su anulación porque espantan, con sus brillantes ideas, justamente a los votos.

Las diferencias estallan, para colmo, en la delicada problemática de la inseguridad, que de pronto adquiere existencia.
Y no se trata, apenas, de recurrir a los servicios abusivos de la “Gendarmería para la Victoria”. De los miles de gendarmes que dejan las fronteras libradas a la suerte, para evitar los crímenes multiplicados del conurbano bonaerense.
Los que aportan el verso progresista ya no se conforman con la dignidad de los juicios, ni de los presos.
Se les esfuma, de repente, también la hegemonía argumental.
Hoy los verseros tienen que soportar la jura, como Ministro de Seguridad, del mini-gobernador de Ezeiza, Alejandro Granados, El Mangrullo.
Es el aportador de votos que supo alardear, incluso, hasta por su penosa “mala puntería”, que le impidió cargarse dos o tres delincuentes desesperados.
A quienes, según los que aportan los versos -a cambio de ejemplar humanismo y presos sin importancia-, debe tratarse con mayor consideración. Con firmes garantías básicas. Sin gatillos explicablemente temperamentales.

“Tanto pedir por la cabeza de Casal y ahora tienen que bancarse alguien que es mucho peor que Casal. Más duro aún, como Granados”, confirma la Garganta.
Es -Granados- el peronista clásico de colección. Readaptable al distinto tenor de las jefaturas que desfilaron, mientras consolidaba el dominio en su feudo. Ezeiza.

Desplazamiento de la responsabilidad

Pero ánimo, no todo está perdido. El retroceso del progresismo inspira una idea casi genial, apenas positiva para constar en actas.
Significa el desplazamiento de la responsabilidad por la próxima derrota.
La victoria abrumadora de Sergio, Aire y Sol II, que se aguarda para octubre, pasa a ser, en adelante, la exclusiva responsabilidad de Daniel, el Líder de la Línea Aire y Sol I.
En defensa propia, Scioli se pone al frente de la causa perdida. Una campaña compuesta por hombres especialmente seleccionados para la tarea de aislarlo. Cuando La Doctora ya carecía de brújula, estrategia. Sobre todo de buena información. Y la surtían de pescado que olía muy mal. Podrido.

La última alquimia consiste en transferir la responsabilidad de la derrota a Daniel.  A los efectos de atenuar los calamitosos errores de la dupla, de La Doctora y Zannini, que amparan a los aportadores de versos, y que hoy se encuentran en retroceso y en banda.
Son los máximos responsables del descalabro institucional que se viene. Y que permite aludir a la necesaria indulgencia de los vencedores. Como de los oportunistas que quieren sangre. O producir caídas dramáticas, situaciones límites. Imaginan renunciamientos. Ampliaremos.

Al cierre del capítulo de la flamante miniserie se registra, según Consultora Oximoron, en la Buenos Aires inviable, una diferencia de 14 puntos. En favor de Sergio. Sobre el buenito de Martín Insaurralde, El Barrilete de Plomo.
Para Oximoron, la próxima derrota de octubre produce un inapelable desplazamiento institucional del poder.
La alarmante fragilidad del Ejecutivo determina la próxima centralidad en el Legislativo, que a partir de diciembre tendrá no menos de cinco candidatos presidenciales.
Tres en la cámara mayorista, o sea Diputados.
Massa, Julio Cobos, El No Positivo, y Hermes Binner, el John Wayne de El Hombre Quieto.
Y dos, hasta hoy, en la pasiva selectividad del Senado.
Ernesto Sanz, La Esperanza Blanca, el Reutemann de los radicales. Y Adolfo Rodríguez Saa, del Estado Libre Asociado de San Luis. Siempre y cuando, después del último papelón, El Hermano Alberto dé un paso atrás, como en el tango. Para dedicarse a la pintura, que lo reclama, como el teatro. O a los placeres del ocio, la gratificación del amor.

Oberdán Rocamora
Continuará | Manténgase conectado.

Coppertone para todos

El cristinismo se evapora entre pases recíprocos de facturas veladas.
escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella

Con el tiempo -cuando cese el apasionamiento precario- va a estudiarse la admirable construcción de poder del kirchnerismo, entre 2003 y 2005.
Como se va a estudiar también la evaporación del poder cristinista, entre 2011 y 2013.

La Doctora dejó de ser la solución. Es el problema.
Su presencia comprime, sus palabras alejan. Pero nadie se atreve, entre los suyos, a insinuarlo.
Pese a la declinación que alarma, al descenso paulatino del respeto colectivo, aún -según nuestras fuentes- se le teme.
Al extremo de asegurar que algunos viceministros decisivos, a través del correo electrónico, lo consultan a Máximo. Como si el vástago fuera de verdad un conductor solvente. Con el básico objetivo de mostrar, entre la incertidumbre, un poco de aprobación.

“La hipótesis del helicóptero, con La Doctora, no corre, olvídese”, confirma la Garganta.
Un peronista, electo con legitimidad, sólo abandona el poder como consecuencia de un golpe militar. Como en 1955. O 1976.
“O porque le pegan un tiro en la cabeza”, continúa. Por cuestiones más pasionales que políticas. Como al Gringo.

Cuando se es portador del ADN peronista, no debe consignarse ninguna hipótesis de renuncia.
“El helicóptero es una solución reservada para los radicales, que se toman más en serio y suelen ser más dramáticos”.
En la cultura de referencia, son los propios peronistas los que jamás van a admitir abdicaciones.

Entonces el cristinismo se debate en el pase recíproco de las facturas veladas.
Se impone la indulgencia interpretativa. Se recomienda evitar el ensañamiento innecesario contra los derrotados.
La catarata de adversidades acentúa el rigor de la mala praxis.
Son demasiado crueles consigo mismos, y se registran enfrentamientos en cada ministerio. Secretaría de Estado. Dependencia.
Las descalificaciones y los odios impregnan el “pálido final” (Tango).

La bronca con Zannini

“Así que nosotros somos los corruptos y Zannini un impoluto, mirá vos” -nos confirma el cercano a Julio De Vido, el Ex Superministro.
“¿Y Electroingeniería? Es Joda. ¿Romanticismo de celda? Si todo salió para el demonio es porque se hizo lo que decidió Zannini, el Jefe de La Cámpora”.
Crece, en el sigiloso peronismo, la bronca contra Zannini.
Cuentan que Zannini los arrastró con el cuento de la Democratización de la Justicia.
Por el progresismo efectista de designar, por votación popular, a los miembros manipuladores del Consejo de la Magistratura.
Es la línea de interpretación que respaldan los peronistas que absuelven a De Vido. A quien quisieron responsabilizar por la derrota. Por encargarse de repartir las espiritualidades entre los municipios. Muy tarde, muy mal.

“El responsable fue Zannini. Quiso ser el candidato nacional en el distrito único y saltar, desde la plataforma de la Magistratura, hacia la candidatura presidencial”, insiste la Garganta.

De manera que, cuando La Doctora y Zannini utilizaban a los gobernadores infelices, enrolados en el Grupo GESTAR, no era sólo con el propósito de aislar a Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol I.
Ni porque contaban con la información distorsionada sobre las andanzas de Sergio Massa, la Rata Del Tigre que los embocó, Aire y Sol II.
Era porque se preparaba, en baño María, al sucesor preferido. Carlitos Zannini, El Gran Consumidor de Pescado. Podrido.

Frepasismo tardío para todos. A los efectos de acelerar la superación del peronismo anacrónico, representado paradójicamente por los gobernadores peronistas aferrados al“Vestidito negro”.
Ellos iban a recibir, también, con alguna excepción, la lección de la derrota de agosto. O del empate.
Son los que conversan, ahora, como tías en el velatorio. Y tratan, con relativa elegancia, de descolgarse. Para caerse del Vestidito.

La Justicia, otra vez, iba a clausurar definitoriamente el sueño.
Bastó, apenas, con declarar la inconstitucionalidad del zafarrancho legislativo de la Democratización. Volteado por la Justicia que precisamente buscaban “democratizar”.
Los aferrados al Vestidito Negro, instrumentados todos por Zannini y La Doctora, para colmo sin saberlo, iban a terminar, todos, en El Mangruyo de Granados. A los aplausos en Ezeiza, con aclamaciones favorables hacia Aire y Sol I. Como si Scioli fuera la reencarnación de Sandro.

Coppertone para Todos

En “El vuelo de los garrocheros”, se anticipó la moda previsible del invierno.
Saltar hacia el “Tigre, Tierra Santa”, también.

Se instala la creencia que 2015 contiene la atmósfera de la utopía.

Emerge octubre de 2013 como la próxima frontera. La elección legislativa aguarda con la derrota más severa en la provincia que les importa. Buenos Aires, La Inviable. Por más de 10 puntos de diferencia.

De poco le sirve, a esta altura, a La Doctora, asumir tardíamente el estallido del relato.
Aceptar la existencia de la inseguridad, de la inflación, subir el mínimo no imponible, para taparle la boca a Massa o a Moyano, El Charol.
Tampoco le sirve ocultar, en lo posible, los símbolos más cuestionados. Como si, de repente, Amado Boudou, El Descuidista, máximo error de la estadista hormonal, no existiera.
Hoy El Descuidista participa de onerosas excursiones, tan lejanas como extravagantes. Útiles para quitarlo transitoriamente del escenario.
Y carece de sentido desactivar totalmente a Guillermo Moreno, el Antonio Das Mortes, El Cumplidor de Instrucciones.
Ningún otro Das Mortes se encuentra en condiciones de apretar a los cambistas. Cueveros que se divierten con el ascenso del Blue.

Pero ánimo, no todo está perdido.
Probablemente la salvación provenga de El Consultor Providencial. Con su receta posiblemente mágica.
El Consultor Providencial fue llevado hacia La Doctora, según nuestras fuentes, por el buenito de Martín Insaurralde, El Barrilete de Plomo.

Para colmo Insaurralde sospecha, en el fondo, que efectivamente podrá ser el candidato a gobernador de La Provincia Inviable. Pero impulsado, llamativamente, por el adversario actual. Su buen amigo y colega Massa, Aire y Sol II.
Insaurralde podrá disputar, acaso, la Provincia Inviable, con el devaluado Francisco de Narváez, El Caudillo Popular, que hoy enarbola el discurso de Heidi. Aunque impulsado -secreto de multitudes- por Scioli.
Pasan cosas lindas en la familia del peronismo.
Marche más Crespi Seco.
El Aire y el Sol, en definitiva, se imponen.
“Coppertone para Todos”. Como instiga, con saludable desenfado, un airesolista del primer tipo, que se siente en la antesala del poder, y reparte embajadas como si fueran estampitas de Francisco.

Oberdán Rocamora