Gabriela vs Mauricio (y Horacio)

Se quiebra el “encanto light” del PRO

sobre informe de Consultora Oximoron,
Redacción final Carolina Mantegari

Introducción
Estructura aceitada

Cuando se le pregunta al diputado de PRO si está con Horacio o con Gabriela responde con calculada firmeza.
“Con Mauricio. Estoy con Mauricio”.
Porque está con Mauricio, por consiguiente, lo apoya a Horacio.
Cuesta asumir que el competidor de la señora senadora Gabriela Michetti dista de ser Horacio Rodríguez Larreta, Jefe de Gabinete del Artificio Autónomo.
Confronta con Mauricio Macri y la estructura aceitada del macricaputismo.

Osiris Alonso D’Amomio
Director Consultora Oximoron

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Decisión estratégica

Con usual precipitación, se le computa a Mauricio la cruda actualidad del PRO, como si se tratara de un error táctico.
El de victimizar en exceso a Gabriela. Una dama querible, inteligente e impedida, vulnerable sólo de apariencia.
Para la evaluación de Oximoron se trató de una decisión estratégica. Consistió en apoyar frontalmente a Horacio.
Un funcionario laborioso y competente. Con proyecto propio y ambiciones inagotables. Aunque bastante cuestionado como candidato. Por la carencia de atributos vinculados al misterio del carisma. Que es precisamente el misterio que porta Gabriela. La capitaliza.
Es preferible entonces mostrarlo a Horacio siempre fortalecido. Bien acompañado en las caminatas, en las producciones informativas “de gestión”. Si por noble elegancia el acompañante ya no puede ser Mauricio, que lo acompañe Durán Barba, sobre todo después de leer encuestas. O el cada vez más confiable Santilli. O con la señora Bullrich. La inquietante señora Alonso.

“Cuando el 26 a la noche nos enteremos que Horacio le ganó a Gabriela por 6 puntos, Mauricio va a tener el doble de poder”, confirma la Garganta.
“Estará más fortalecido para arrancar la epopeya con María Eugenia, en la provincia de Buenos Aires, y conquistar la presidencia”, prosigue.

Vaticinan la victoria de Horacio por seis puntos, con más voluntarismo que certeza.
De darse el vaticinio, Mauricio podrá recuperar, acaso, los tres puntos que explicablemente perdió en el último mes. En beneficio, para colmo, de Scioli, el adversario recíprocamente preferido para polarizar.
Mientras tanto ambos -Scioli y Macri-, como si se hubieran puesto de acuerdo, pugnan para dejarlo fuera del escenario a Massa.
El objetivo, según nuestras fuentes, es reducirlo a Massa, pero no en exceso.
Ya que Scioli con La Doctora necesitan mantenerlo vivo a Massa, en principio para la pedantería obstaculizadora de las PASO. Y sobre todo para la primera vuelta de la elección real.
Con la desesperada esperanza -en el caso de Scioli- que la de octubre sea la única elección. Que se liquide el pleito electoral en la primera vuelta, como si se tratara de un trámite administrativo.
Porque, si hay una segunda vuelta, Scioli es boleta. Pierde. Y entonces Macri podrá festejar con el bailecito y la voz complementaria de Gilda.
Sin embargo el esquema diseñado en los papeles contiene el riesgo de ser desmoronado en el territorio, en poco más de dos semanas. Si es Gabriela la que le gana a Mauricio, hoy representado aquí por Horacio. Así sea por medio punto.
Plantear la alternativa del triunfo de Gabriela se asemeja a una provocativa transgresión. Pero es la martingala a la que se aferran los especuladores que estimulan la atractiva idea de propinarle a Mauricio un tropezón. Una especie de porrazo que voltearía el cuento de la “decisión estratégica”.

Four Seasons

En enero -pocos días antes que mataran a Nisman- en el restaurant del Four Seasons, Gabriela abandonó la concepción casi pastoril de ser “hermanita” de Mauricio. Para elevarse como una par. Discutir las acciones y convertirse directamente en adversaria.
Fue cuando se registró el último intento de Mauricio por convencer a Gabriela para que fuera su compañera de fórmula en el ámbito presidencial.
Estuvo acompañado por los dos exponentes fundamentales de la “mesa chica” del macricaputismo. Nicolás Caputo, Nicky, el amigo y el socio de la vida, que alterna entre Buenos Aires y Miami. Y Marquitos Peña, calificado como El Pibe de Oro. Es el instrumentador del “voluntariado nacional”. Militantes de internet que desde cientos de ciudades ya aportan decenas de miles de fiscales. Un generador del fenómeno que se conoce como “nueva política”, aunque fue estimulado por un “viejo político”.
Por su parte Gabriela asistió acompañada del amable Federico Pinedo, su cordial jefe de campaña, Planta Permanente en la legión de Diputados. Y por el enigmático Juan Tonelli. Es El Novio.
Por supuesto que a Tonelli se le atribuye una ascendente influencia en la estepa afectiva del michettismo.
Al Novio lo culpaban, en principio, de la persistente obstinación de Gabriela en postularse para la jefatura del Artificio Autónomo. Pero era una manera prejuiciosa de devaluarla.
Debieron darse cuenta antes que la firmeza de Gabriela no se la proporcionaba El Novio. Era otra “decisión estratégica”. Y vital. De Ella.
Mauricio pretendía, en la histórica cena del Four Seasons, que Gabriela no trabara el camino de la sucesión natural. Era para Horacio Rodríguez Larreta.

– Te lo repito por última vez, Mauricio. No tengo vocación para ser tu vice -según las fuentes dijo Gabriela-. Voy por la jefatura de gobierno o por nada. O me vuelvo a mi casa.

La “hermanita” desobedecía. Otra vez. Se negaba, como en 2013. Cuando se le resistió a la propuesta de trasladarse hacia la provincia (inviable) de Buenos Aires. Aquel rechazo facilitó, justamente, el triunfo de Sergio Massa. Y aquella noche de verano en el Four Seasons Mauricio se fastidió con “la hermanita”. Basta. Era una adversaria.

Cancha inclinada

Al cierre del informe, para Oximoron se registra el “empate técnico”. Y el panorama puede nublarse más si Gabriela avanza en los temas puntuales que sensibilizan al macricaputismo. Aluden a intereses. Mangos.
Con la cancha inclinada a favor de Horacio-Mauricio, sobre todo en el interior del PRO. Pero con un incipiente gabrielismo que, por variados motivos, se percibe en el votante que sufraga últimamente por Macri. Sin pertenecer a la organización. Ni al “voluntariado”.
Es hacia la construcción del electorado flexible e independiente, donde más apuntan los identificados que tuercen a favor de los atributos naturales de Gabriela. Como por ejemplo los tres ministros, que comienzan, según nuestras fuentes, a ser mirados, en el macricaputismo, con cierto desdén. Una desconfianza que puede tener derivaciones políticas.
Sobre todo se le apunta a Hernán Lombardi, un traficante de cultura, curtido en la picaresca de raigambre radical. Es el expansivo que no vacila en fotografiarse mientras juega a la rayuela en París, con la señora Marta Minujín. O se le apunta al ex Juez Guillermo Montenegro, un dandy rejuvenecido, con su cuidado aspecto de rugbier eterno, aunque aún lo llamen “El Gordo”. Y el sobrio paisano Daniel Chaín.
Son los tres puntales que tratan -junto a Pinedo y El Novio- de remontar con fuerza a Gabriela, desde la desventaja de la “cancha inclinada”.
Los tres se esmeran por demostrar que también son leales a Mauricio. Que después todo volverá a ser como antes. Como si no se hubiera quebrado aquel dulce encanto light.
Con la osadía de creer que Gabriela, al fin y al cabo, representa lo mismo que Horacio. Una ilusión.
(Para culminar, Oximoron consigna una llamativa casualidad astrológica.
Ambos, Gabriela y Horacio, son de 1965. Diferentes Serpientes de Madera que cumplen 50 años en 2015.
Se impone entonces comprometer el informe respectivo de Medea Lobotrico-Powell, colaboradora invalorable que reside en Antibes).

El encanto de lo light

DANIEL, MAURICIO Y SERGIO (4ta.época): Ahora las garrochas vuelan hacia el Artificio Autónomo de la Capital.

escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial

“Horacio le va a ganar a Gabriela por diez puntos”, confirma la Garganta.
“No hay que decirlo, pero estamos cuatro puntos arriba”.

La valoración optimista contrasta severamente con la aportada por otro funcionario enrolado en la banda de Gabriela Michetti, La Princesa de Laprida.

En esta versión es Michetti quien supera a Horacio Rodríguez Larreta, El Carismático de Flores Sur. Por cinco puntos.
Como si la fiesta le quedara chica, asegura que a mediados de abril, cuando se difunda mucho más la estampita de Gaby, van a estar mucho más arriba.
Sería un problema para Mauricio Macri, El Niño Cincuentón, hoy el favorito para las presidenciales. Porque, en plena elevación, se le quiere provocar una caída.
Una derrota significativa en su propia escuadra. En el PRO, la expresión institucional del macricaputismo.
Ocurre que Mauricio, en su momento, manifestó la estructural inclinación por El Carismático. Con fundamentos, para colmo, se sospecha que detrás de Michetti se mueven operadores clandestinos de Sergio Massa, Titular de la Franja de Massa. Con el objetivo de hacerlo hocicar a Mauricio.
“Hasta hoy, los massistas se ocupan más en que pierda Horacio, en la ciudad, a que gane Nielsen, su candidato”.

En el entorno de Gabriela gana una envidiable influencia, según nuestras fuentes, el tonellismo. Se reproduce el alineamiento detrás de Juan Tonelli, El Novio, que merece ser más iluminado por los medios, y adquirir así su propia reputación.
“Los novios y maridos de las estrellas del PRO suelen presentarle problemas a Mauricio. Pasó también con Ma…” -y la Garganta se interrumpe.

Las escenas contables transcurren en la velada consagratoriamente recaudatoria.
Cena en La Rural. 2.500 comensales, a 50 mil pesos el cubierto. 500 mil pesos por cada mesa de diez, que los empresarios abonaron, por lo que sabemos, con relativo entusiasmo. Estimulados por el rescatable espíritu de solidaridad con aquel que va primero, y que amenaza con erigirse en el sucesor de La Doctora.
De todos modos, la holgada cotización del cubierto contrasta con la austeridad franciscana del catering. Para la sustancial ceremonia del coctel no se incluye ni una miserable copa de champagne. Apenas distribuyen copas de vino tinto o blanco. Gaseosas y naranjita. Mientras se reconocen los empresarios, o los enviados por los empresarios en su representación. Los banqueros, los financistas, los cueveros y los infaltables buscapinas de colección.

Visión simple

La organización PRO atraviesa por un momento político reluciente. Mantiene el encanto ideológico de lo light.
Se extiende y prospera por la simpleza positiva de las soluciones concretas. Crece por efecto comparativo con el cristinismo, que agota con sus pulsiones sociales. Con las cuerdas tendidas por la caravana de situaciones límite.
Persiste un énfasis formidable a favor del cambio. Para vagamente vivir mejor. Para involucrarse en la Argentina que se viene. En “un partido moderno, abierto, participativo”.
Si hay que rastrear un pensador para fundamentar la legitimidad del PRO, no se lo encuentra con facilidad en Jaime Durán Barbas. Ni en el promisorio Iván Petrella. O en el filósofo Alejandro Rozitchner.
Es Gilles Lipovetsky. Autor de “La era del vacío”.
Es la instancia del vaciamiento ideológico que PRO se propone a ocupar. A través de su visión primaria, para nada tonta.

Protagonistas de la miniserie

La fiesta recaudatoria es mucho más ilustrativa que las propias encuestas que lo posicionan a Mauricio como el postulante aventajado. Seguido por Daniel, y algo más atrás, por el esquilmado Sergio.
Tres protagonistas de la consagrada miniserie del Portal. Ahora es Mauricio el que se corta solo. Se desprende. Quiebra aquel final anunciado de “bandera verde”.
La ventaja se consolida después del triunfo macricaputista de Gualeguaychú. Donde la Convención Radical, liderada por Ernesto Sanz, La Eterna Esperanza Blanca, decidió enlazar la estrategia del partido centenario junto al PRO. Y atarse también al destino de la Coalición Cívica. Es la penúltima invención que sobrevive de la señora Elisa Carrió, La Demoledora.
Hoy también Carrió se muestra lícitamente triunfante. Con la misión cumplida. Por haber evitado la anexión de Sergio, con la potencia agraviante de los palabrazos.
En este entremés, por la inspiración de Carrió, Sergio quedó afuera. Apartado, como el protagonista de la novela de Rabanal. Separado de cualquier intento de asociación.
Carrió le puso bolilla negra, asustó a los ex correligionarios que no le aguantan una presentación televisiva. Elisa se torna sustancial en el desarrollo de la miniserie. A los empujones e imposturas se impone como protagonista.
Resulta invalorable el servicio político que Carrió le prodigó a Mauricio. Debilitó con acusaciones a Sergio. Justamente era el adversario más molesto. Tanto para Mauricio como para Daniel.

Carrió logró alejarlo, además, a Mauricio, de “la mafia del PJ”. En algún momento habrá que reconocerle a La Demoledora los aportes destructivos de los engendros que ayudó a gestar. Como el más reciente de “Los Cinco Latinos de Unen” (cliquear).
De los cinco latinos quedaron en pie apenas dos. En principio ella misma, Estela Raval, ubicada ya en otro conjunto, apenas un trío. Y el otro latino que se salvó es Sanz. La Esperanza Blanca ayudó a La Demoledora a liberarse de los tres latinos restantes. Los que se quedaron afuera de verdad. No como Sergio, que aún tiene varias ventanas para colarse. Si las encuentra.
En primer lugar Carrió se desprendió de Hermes Binner, el John Wayne de El Hombre Quieto. El opositor más votado en 2011. Incluso, Binner lanzó su campaña presidencial en el verano de 2015. En Mar del Plata, admirablemente acompañado, fortalecido en los poros y en los afectos. Pero pronto debió bajarse. Desde Santa Fe, los que quieren terminar con su influencia lanzan versiones que aluden a su salud.
“Macanas, está mejor que vos”, desmiente un binnerista. Un diplomático porteño, que sin graves expectativas adhiere, en adelante, a la señora Margarita Stolbizer, La Vecina Perfecta.
El segundo latino que se quedó afuera fue Julio Cobos, El Ídolo de Santa Romana, que perdió mal en la pulseada con el compadre Sanz.
Por último el desairado Solanas, El Dirigente Universitario. Por soberbia Carrió supo elevarlo a Solanas como senador, aunque juntos les fue burlonamente bien sólo entre los domingos de Lanata.
Hasta que La Demoledora lo cambió por una pizza. Lo dejó atragantado con su discurso antimacrista, para irse, con su carterita, a darse con una fugazzeta con fainá.

Final con garrochas

Las garrochas hoy colman el cielo del Artificio Autónomo de la Capital. Son tantas que casi tapan la luz del sol.
Se clava la garrocha en cualquier punto del país, con garrocheros que quieren apostar “por el cambio”. “Involucrarse y ser protagonistas en la Argentina de las soluciones”. “Para vivir mejor”.
De pronto Mauricio pasa a ser una conjunción de Konrad Adenauer con Arturo Frondizi.
Y Marquitos Peña, El Pibe de Oro, junto a Durán Barbas, El Equeco, emergen como la dupla triunfal. Ambos se compaginan a la perfección con los dibujos pacientemente imaginativos de Emilio Monzó, El Diseñador. Y con la sabia orientación profesional del ideólogo que se mantiene, provisoriamente, según nuestras fuentes, en un segundo plano. Y del que tampoco conviene hablar. Pero nadie puede dejar de reconocerle cierta inteligencia. Y una capacidad de análisis superior, a partir de dos o tres datos sueltos. Es Carlos Grosso.

“Qué grandes tipos que somos cuando nos va bien en la vida, Rocamora, ¿te fijaste?”, nos saluda el amigo macricaputista.
Cuenta que tiene que esquivar las garrochas. Pueden aplastarlo. Los garrocheros que buscan, con ansiedad, el garrochódromo, que por si fuera poco no existe.

Tolderías porteñas

El macricaputismo, pendiente del lanzamiento de Gabriela Michetti para la sucesión de Mauricio.

sobre informe de Consultora Oximoron
Redacción final de Carolina Mantegari

Introducción
Relevamientos analíticos e informativos

Que se sepa, hasta el cierre del informe no se elevó ningún proyecto de ley destinado a modificar el calendario electoral en el Artificio Autónomo de Buenos Aires.
Como Salta, Misiones, Tierra del Fuego, Neuquén, Catamarca y Tucumán, el Artificio celebra su compulsa separada de la elección presidencial.
La especulación relativa a la conveniencia del método, para la proyección de Mauricio Macri, queda reservada a ámbitos académicos de sobremesa.
Con el primer relevamiento sobre los valores en pugna en el Artificio, Consultora Oximoron inaugura -por encargo del Portal- un recorrido informativo y analítico, a través de los territorios, desde Jujuy a Santa Cruz.
Relevamientos especiales de Oximoron para cada una de las 23 provincias, más el Artificio.
Distintas entidades personales que conforman el todo institucional que debiera entenderse como nación federal.

Osiris Alonso D’Amomio
Director Consultora Oximoron

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1.- Riesgo Michetti

Trátase de la estrella central de la sucesión. La señora Gabriela Michetti, La Princesa de Laprida. Tiene que decidir, acaso hoy mismo desde París, mientras asiste a celebraciones familiares, si se dispone a disputar por la jefatura de gobierno. Y lanza su campaña, por ejemplo el 12 de diciembre, para desazón de la estructura espiritual del macricaputismo, que se inclina -según la evaluación- por Horacio Rodríguez Larreta, El Carismático de Pompeya. O si prefiere continuar con la succión dilatoria del caramelo de madera (espolvoreado con azúcar impalpable) de la vicepresidencia.
Es el ofrecimiento público de Mauricio Macri, El Niño Cincuentón. A los efectos de repetir, en el plano nacional, la fórmula consagratoria que les sirvió para desembarcar juntos en 2007. Aunque en dos años, en nombre del proyecto, Mauricio la convenció para que encabezara la lista de diputados.

Pero ahora trasciende que a Mauricio le cuesta cada día más persuadirla a Gabriela. O que acceda, al menos, a sus sugerencias, que antes se interpretaban como órdenes.
La Princesa descuenta que el macri-caputismo espiritual prefiere a su laborioso adversario interno. Rodríguez Larreta garantiza la continuidad del funcionamiento, la integridad de los quioscos.
Notables exponentes de la nueva política que destierra la vieja, nuestros macricaputistas siguen los lineamientos filosóficos que baja el pensador don Jaime Durán Barba, El Equeco. Atienden los dictados de los equipos de comunicación directa que responden a Marquitos Peña, El Pibe de Oro. Y se ajustan a la centralidad de la caja que orienta el menos conocido Edgardo Censón, estampillado como larretista pero con juego de piernas propio. Y se preocupan, todos juntos, con asombrosa unanimidad, al contemplar la inquietante fotografía de Gabriela en Recoleta, abrazada a la señora Elisa Carrió, La Demoledora, que se muestra transitoriamente mansa y amigable con el PRO, rigurosamente seducida por Mauricio.
“Pero después de hacer m…a UNEN, Carrió va a comenzar a derrumbar el PRO”, confirma la Garganta.
En el macricaputismo profundo se trata el riesgo Gabriela. Sobre todo cuando trasciende que entre sus colaboradores se discuten las tesis del estudio publicado por la pensadora Gabriela Massuh (“El robo de Buenos Aires”, Sudamericana).

2.- Caranchear radicales

“No te digo que Horacio le gana a Gabriela sin despeinarse porque es pelado”, confirma la Garganta irónica. “Pero si el aparato amarillo se mueve le gana sin problemas”.

De todos modos, lo mejor es hacerla vice-presidenciable. Crecer en soledad a través del bello cuento de la nueva política y de la tercera vía. Una estrategia que -para Oximoron- le garantiza al PRO el tercer puesto cómodo.
En cambio, si prospera el “constante carancheo a los radicales”, línea que encara Emilio Monzó, El Diseñador Acotado, y se avanza acaso en el espejismo de la fórmula de Macri con Sanz, La Eterna Esperanza Blanca, la senadora Michetti se arriesgaría a quedarse sin la jefatura ni la vice. Anclada en el aburrimiento ostensible del senado. Aunque acompañada, en el venerable aburrimiento, por el peronista originario Diego Santilli, hoy Alejandro Lerner. Por el tema de Lerner que alude a la ceremonia civil de “Volver a empezar”.
En cambio Cristian Ritondo, El Potro, el otro peronista originario, resiste en PRO la onda impuesta del antiperonismo, y se lanzó también para la jefatura. Aunque es bastante permeable y podría aceptar, si le insisten un poco, colar de dos. Y acompañar a Gabriela si se larga (y lo acepta). Y si le insisten un poco más El Potro podrá acompañarlo también a Rodríguez Larreta, “el que va a ganar sin despeinarse”.
Sea con Gabriela u Horacio, en el macricaputismo reconocen, como máximo adversario potencial, a Martín Lousteau, El Personaje de Wilde que emerge como candidato poli-funcional pero sin partido. Aunque Lousteau hoy sea la joya que representa a lo poco que queda firme de UNEN. Junto a Cortinas, un audaz del socialismo mormón.
Cuando se trata la actualidad del radicalismo carancheado, brota cierto arrebato de nostalgia. Es carancheado por los macricaputistas, a través de Monzó, y por Sergio Massa en persona, el titular de la Franja de Massa, Renovador de la Permanencia. Sin intermediarios. Una temática ya abordada en “La batalla por los radicales”.

3.- Titanes de la Franja de Massa

Massa mantiene, en el Artificio Autónomo, sus propios representantes. Son dos titanes. Peronistas culturales expertos en juramentos que ya adquirieron sendos trajes azules. Titanes que cargan con varias juramentaciones encima, y buscan lícitamente renovarse con los renovadores.
Alberto Fernández, El Poeta Impopular, y Alberto Iribarne, El Embajador que No Fue.
El tercer héroe massista del distrito, según nuestras fuentes, es Diego Kravetz, El Lúdico, por su conocimiento sobre ruleteros y ruletas.
Kravetz compite con Alberto por las palmadas paternales en la espalda, y por la cantidad de mensajitos de texto, que reciben de Sergio.
Es Sergio, según nuestras fuentes, el presidenciable que más se divierte con los juegos previos.
El Lúdico y El Poeta Impopular compiten por avalar la promisoria candidatura del ascendente Guillermo Nielsen, El Polista.
Trátase de un economista lúcido, un polista sexagenario pero entero que supo ser el instrumento sustancial para las negociaciones del ministro Lavagna. Fue embajador de La Doctora en Alemania y tuvo algún stage en el sciolismo.
Al menos hasta el cierre del informe, Nielsen no se postula para jefe de gobierno. Opta por el consuelo viable de la diputación nacional.
Trasciende, aparte, que Nielsen sigue en tandem la estrategia que marca Alberto Baduán, El Jacobito. Es el habitante de otra toldería porteña de una sola carpa, bastante próxima a la toldería sin votos del albertismo. Y se incorpora también a la Franja de Massa.
“Nada de ir por la jefatura, es el momento de cazar una banca y estar adentro cuatro años”, confirma la Garganta que observa las tolderías.

4.- Asignatura pendiente de Daniel

Se habló de Mauricio y de Sergio. Falta tratar la toldería de Daniel. El tercer protagonista de la miniserie que anticipa el final -para Oximoron- de bandera verde.
Scioli, el Líder de la Línea Aire y Sol, mantiene una asignatura pendiente con el Artificio Autónomo. Desde 2003, cuando sorprendió a los peronistas porteños que lo bancaban como propio, para irse como vicepresidente de Kirchner, El Furia. Hizo negocio. Hoy está transformado en El Milagro-Scioli, y se encuentra bien aspectado para la presidencia. Por su flamante relación con La Doctora, ya resignada, que le envió de regalo a Kicillof, El Gótico, con un casquito, y a los buscapinas de La Cámpora.
Daniel impulsa, para el Artificio, la candidatura de Gustavo Marangoni, El 5 de Boca. Trátase de uno de los escasos sujetos del universo que se encuentra capacitado para captar la misteriosa ideología subyacente del aire y del sol. Marangoni orienta al ateneo “Coppertone para Todos” y representa, al menos, una alternativa visual nada desdeñable si se lo compara con Daniel Filmus, El Psicobolche I, un perdedor serial que está siempre listo para ponerle el rostro valientemente a otra derrota.
Sin embargo, si Daniel no logra instalarlo con fuerza al 5 de Boca, mantiene en el banco de suplentes, por las dudas, a Jorge Telerman, El Peladito de Badía, ex alcalde. Es otro migrante del peronismo cultural que repite, con Scioli, la vocería que supo cultivar anteriormente con el extinto Cafiero y con Duhalde, El Piloto de Tormentas (generadas).
Es de esperar que esta tercera vez sea la vencida. Que Telerman tenga, con Scioli, mejor suerte que con Cafiero y Duhalde, dos segundos.

La toldería anaranjada del airesolismo tiene que conciliar posiciones con el Peronismo de Consorcio que enaltece a Santamaría con sus eficientes “encargados de edificios”. Santa María tampoco tiene votos pero cuenta, por lo menos, con un buen salón de actos y una presentable universidad. Aparte de ponerse en el bolso al Peronismo de Consorcio, Daniel tiene también que ofrecer generosamente los lugares que se apropie La Doctora para los buscapinas de Unidos y Organizados y sobre todo de La Cámpora, que amenazan con preparar el lanzamiento de Cabandié, El Correctivo, y sumarlo al de Jorge Taiana, El Canciller Inadvertido.
El informe sobre las tolderías porteñas concluye necesariamente con una alusión a la carpa de De la Sota, El Cordobés Profesional, que juega también en la liga grande pero no aparece hasta ahora en la pantalla. Pero mantiene una carpa divertida que contiene las ocurrencias circulares de Julio Bárbaro, El Reciclado Invariable.
Bárbaro brinda cotidianas lecciones de peronismo cultural a través de las emisiones televisivas del cable. Según la evaluación, aún suele cautivar a las damas de cincuenta años para arriba, buenas señoras que deciden abrirse hacia lo nacional y popular, a los efectos de incorporar ciertas experiencias estremecedoras, vibrantes.

El Producto Mauricio (consumir con moderación)

escribe Oberdán Rocamora

Redactor Estrella, sobre Informe de
Consultora Oximoron, especial

Introducción

Sociedad cargada de pesares

La dilatada miniserie “Daniel, Mauricio y Sergio” es indispensable. Por ella, el Portal sobrevivió con argumentos, durante dos años.
Al iniciar la “tercera época”, la historia de final incierto mantiene la frescura tensa, y el interés en aumento.
Ocurre que tampoco apareció ningún otro que supere la medianía estética. Signa (la medianía) la actitud de los tres reconocidos protagonistas. El consumidor los conoce de memoria. Por lo tanto no tiene mayores posibilidades de sorprenderse.
El trío -que compite por la presidencia- conecta, en perfecta armonía, con el estado paradójicamente light de una sociedad cargada de pesares. De situaciones límite.
Cuesta entonces situarlos, a los tres héroes, a la altura de los pavorosos problemas que La Doctora, al partir, lega a la sociedad. La sociedad paradójica que prefiere consumir productos light. Frescos. Sin litigios ni confrontaciones que marcaron las turbulencias del kirchner-cristinismo.
Hasta el cierre del primer capítulo de esta “tercera época”, uno de los tres se calzará la banda.
Ya que José De la Sota, El Cordobés Profesional, no aparece aún visible en la fotografía. Por más que se obstine en méritos mediáticos.
Como tampoco aparece en la pantalla ningún exponente de la colección de precandidatos de invierno, de los que impulsa La Doctora para esmerilar a Daniel. Ni Domínguez, El Lindo Julián; o el inflamado Randazzo, El Macho del Off; o Urribarri, Padre del Marcador. Mencionar en la acumulación a Rossi, El Soldadito de Milani, simboliza un acto de piedad.
Por su parte, Los 5 Latinos de UNEN, amontonan las imposibilidades que los hacen descender. Colectivamente decepcionar. Hasta someterse a la sentencia perdonavidas de los consultores.
“Aún no miden”. Pese a los atributos morales del conjunto musical.

Osiris Alonso D’Amomio
Director-Consultora Oximoron

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Bandera verde

Al margen de la multiplicación de operaciones entrecruzadas, que inspiran el objetivo brutal de demoler recíprocamente al adversario, “Mauricio, Daniel y Sergio” se encuentran -para Consultora Oximoron- a la par. Empatan con alrededor de un cuarto del electorado para cada uno. Sea dicho a pesar del fuerte operativo en marcha que consiste en degradar tanto a Daniel, El Esmerilado, como a Sergio, El Enemigo
Al primero, Daniel, porque se lo da ya por tercero cómodo, mientras se pone en duda que sea candidato.
“Hoy pierde con Randazzo en la interna del kirchnerismo”, confirma la Garganta.
A Sergio, en cambio, porque se especula acerca del momento de capitular y sentarse a negociar.
“La meseta, para Sergio, representa un retroceso”, confirma otra Garganta.
(Ampliaremos en los próximos capítulos).

Significa confirmar que persiste otro 25 por ciento, para repartirse entre el Resto del Mundo. O para ser rapiñado por alguno de los tres que empatan.
Infortunadamente, existe un extendido espacio libre que aún no alcanzan a ocupar Los 5 Latinos.
Trátase de la célebre conjunción metropolitana que admite el lucimiento televisivo de la señora Elisa Carrió, La Demoledora. Notable primera voz, en su rol de Estela Raval. Acompañada por los cuatro correctos caballeros, que le hacen el coro para cantar “Juntitos Juntitos”. Pero es una melodía que no prende.
Cleto Cobos, El Malvinero Sentimental. Pino Solanas, El Dirigente Universitario. Hermes Binner, el John Wayne de El Hombre Quieto.
Y por último el acosado Ernesto Sanz, la Esperanza Blanca. A quien el PRO -expresión institucional del macricaputismo- supo imaginar, sin mayor disimulo, como el compañero de fórmula ideal de Mauricio Macri, El Niño Cincuentón. Lo divulga en sus comidas hasta la informada señora Mirtha Legrand, Dorian Gray.

Debe aceptarse, a esta altura, que Mauricio es “el vedette del momento”. Hoy está de moda pontificar sobre la onda Macri. Y arriesgarse en apostar por su “destino manifiesto” de sucesor.
Entonces Sanz está presente en las planificaciones de los informatizados que movilizan el Producto Mauricio (para consumir con moderación). Aunque los astutos macricaputistas prefieran instalar los beneficios transitorios de proyectarse en soledad. A través de la Tercera Vía (invención independiente del radicalismo y del peronismo). Una fórmula de escasa originalidad que ya cultivó Francisco Manrique, El Paco, con suerte bastante relativa, en los setenta. Pero para diferenciarse de Ricardo Balbín y Juan Domingo Perón, dos emblemas de una política no precisamente light. Aunque condenada al fracaso. En el país donde todo, absolutamente todo, termina mal.

El Vedette

Mauricio -dijimos- emerge hoy como el vedette principal del trío.
Es sugestivo que el crecimiento del Producto Mauricio coincida -para Oximoron- con los avances positivos de su relación políticamente platónica con La Doctora.
La dama ya no sólo le atiende el teléfono desde hace seis meses. Instruyó aparte al doctor De Pedro, El Wado, para que colabore en resolver todos los problemas que lo afecten a Mauricio. Judiciales incluidos.
Sin ningún enigma trasciende por todas partes que La Doctora, como Sucesor, lo prefiere a Mauricio. Lo cual brinda la garantía que el razonamiento es -en definitiva- falso.
Mientras la atmósfera frentista tiende hacia el entendimiento entre Mauricio y Sanz, trasciende que existe un retroceso en el entusiasmo del primero. O sea de El Niño Cincuentón. Son los números inapelables que suele acercarle, según nuestras fuentes, el pensador Jaime Durán Barba, El Equeco. Con la sentencia cruel: “Los radicales, Mauricio, no miden, salvo en Córdoba”. Donde el Producto -se ufanan- está primero.

Significa confirmar, por la numerología de Durán Barba, que se enfría el acuerdo que maduraba naturalmente. Entre el macricaputismo y un sector de la milenaria UCR.
Para simular y cederle al tiempo la oportunidad del reacomodamiento, en el macricaputismo se plantea la reedición de la fórmula triunfal que ganó el Artificio Autónomo.
De Mauricio con la señora Gabriela Michetti, La Princesa de Laprida. A los efectos de suministrarle, según nuestras fuentes, a la difícil Gaby, un potente caramelo de madera (ligeramente espolvoreado con azúcar impalpable). Para que la distraiga un poco de la causa perdida de suceder a Mauricio en el Artificio Autónomo.
Pero trasciende que esta vez no será fácil pasarla al cuarto a La Princesa. Como cuando se desprendieron de su vicejefatura para clavarla como diputada por la capital. En beneficio de la causa macricaputista. Se complica ahora el proyecto de sacarla de la pelea por el Artificio Autónomo. Postulación que nadie le saca, según nuestras fuentes, de la amplia boca, a don Horacio Rodríguez Larreta, El Carismático de Pompeya. Para algarabía de todos aquellos que se disponen a enfrentarlo. Sin saber que tendrán que enfrentarse, en realidad, con Mauricio, paraguas protector de El Carismático de Pompeya.

Unificación de elecciones

La sucesión en el Artificio Autónomo es -para Oximoron- el principal problema de la Mutual PRO.
Dilema que no alcanza a resolver el Equipo de Comunicación Directa que controla Marquitos Peña, El Pibe 10. Instrumentador eficaz de la estrategia que dicta el pensador Durán Barba, y que promueve los atributos del Producto Mauricio con el rigor que se invierte en vender un champú, o imponer una marca de jeans.
La duda sucesoria instiga, por otra parte, a no convocar elecciones separadas entre el Artificio y la Nación. Mejor es que El Carismático vaya prendido detrás de la candidatura presidencial de Mauricio. “Chupado”, como se dice en la jerga del automovilismo. Y celebrar las elecciones el mismo día. Para que Mauricio arrastre, también en Buenos Aires, la provincia inviable, a la señora María Eugenia Vidal, La Muchacha del Flores de Girondo. O en todo caso a Jorge Macri, El Primo (que era) Pobre. Imbuidos por la perspectiva de repetir la peripecia de Raúl Alfonsín, de 1983. Creer que la potencia del candidato presidencial -Mauricio- vaya a arrastrar al candidato a gobernador de La Inviable. Y que de yapa pueda beneficiarse también Rodríguez Larreta.
Demasiada exigencia para un Producto vendible que mantiene los astros alineados. Y que se encuentra en pleno crecimiento personal. Sumido en el romance platónico con La Doctora, que lo lleva de la mano, como Gretel a Hansel, para cortar cintas. Así sea para inaugurar cincuenta metros del carril de una autopista.
Sin embargo, para Oximoron, el macricaputismo aún no logró armar ninguna fuerza de consistencia nacional. Son apenas números de encuestas excitadas. Pese a los esfuerzos y a la eficacia de los maxilares de Emilio Monzó, El Diseñador.

Comisión liquidadora del cristinismo

Oficialización de presidenciables. Reaparición estelar de La Doctora.

escribe Oberdán Rocamora

Nada nuevo bajo el sol. Se viene la Comisión Liquidadora del cristinismo, anunciada en “La calle cerrada de la derrota”.
“Sin novedad en el frente”.
Sirve el título de la novela de Erich María Remarque para confirmar que todo aquello que debe decirse hoy, el Portal ya lo dijo.
País en repetición.
Se asiste a la oficialización de las previsibles candidaturas presidenciales.
En primer lugar de Mauricio Macri, El Niño Cincuentón, precipitado en la parada, muy fortalecido por el notable triunfo de la señora Gabriela Michetti, La Princesa de Laprida.
Aunque aún formalmente no lo acepte, está lanzada también la aventura presidencial de Sergio Massa, Aire y Sol II. Es el principal ocupante de la centralidad.
Massa amplifica la victoria humillante, lograda en las PASO. Se catapulta desde la mini gobernación de Tigre hasta donde pueda.
Su revolución de mini-gobernadores consolida, en la práctica, un relevamiento generacional.
Una señal, apenas una advertencia, para los sexagenarios que se obstinen en cotizar sus experiencias.

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Más acá de la veda

Alivio para la sociedad. Final de la campaña.

escribe Oberdán Rocamora

Alivio. Culmina la campaña más insosteniblemente larga e insufriblemente monótona de la historia.
Se registra el cansancio moral de la sociedad por el desfile televisivo de los candidatos previsibles.
Salvo determinadas excepciones para concejales, la mayoría de los postulantes son demasiado conocidos. Al extremo de no sorprender.
De imposibilitar la espera de algo nuevo. Original. Lo que menos necesitan es tener un competente jefe de prensa.

Resta saber, en la provincia inviable, Buenos Aires, por cuánto ganará Sergio Massa, Aire y Sol II, a Martín Insaurralde, El Barrilete de Plomo. Por quien se juega -en defensa propia- Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol I.
El resultado remite a una cuestión meramente académica.
Oxímoron insiste. Con que Massa triunfe por un sólo punto, se trata de un resultado extraordinario. Pero van a ser -para Oxímoron- entre 8 y 10.

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Aire y Sol II, Massa, y Aire y Sol I, Scioli

“Siete samuráis” de julio marca el retroceso de La Doctora.
sobre Informe de Consultora Oximoron
Redacción Final Carolina Mantegari

Introducción
La rayita imaginaria

“No preocupa tanto perder el poder. Les preocupa perder la libertad”.
La Garganta consolida la evaluación.
La (casi) segura derrota del cristinismo, también en la provincia (inviable) de Buenos Aires, no desespera, paradójicamente, a los cristinistas en retirada.
Los calma, y sobre todo los contiene, la conveniente liviandad del discurso de Sergio Massa, La Rata del Tigre. En adelante Aire y Sol II.
Les aporta tranquilidad. Les anticipa cierto sosiego espiritual.
“A Massa, que presentó La Ley de Medios, ya lo indultó Clarín”, confirma otra Garganta. “Tiene vocación para amnistiar”.

Quien encabeza el desprendimiento, la Franja de Massa, o el cisma, suele aposentarse entre la intrascendencia de la proclama de paz y amor. Del apego a las excelencias de la gestión.
Anuncia el fin de la “política de las descalificaciones”. Destaca el positivismo vital de la “no confrontación”. Traza la consiguiente implantación de una “raya” imaginaria que clausura los traumas del pasado. Para dedicar las energías, en adelante, hacia el “futuro”. A los efectos de “resolver los problemas de la gente”. O peor: de “estar cerca de la gente”. Un conjunto de vaguedades que encantan orejas distraídas. Genéricamente básicas, que repiten, también, con menos suerte, otros aventureros, que aportan aburrimiento en la campaña menos atractiva que se tenga memoria.
“Lo peor de las PASO son los debates sobre las PASO”, grafica con acierto Jorge Yoma, anclado en la Estación Macri.
Pero las liviandades convenientes resultan, en Aire y Sol II, transitoriamente admirables.
Con su rayita imaginaria, Massa se encuentra condecorado por la magia de ser el depositario de las ambiciones de permanencia de una magnífica troupe de medialuneros. Y de las esperanzas de un gran sector de la sociedad, saludablemente necesitado de creerle.

Osiris Alonso D’Amomio
Director Consultora Oximoron

* * * * *

El segmento

En “Geometría de los Samuráis” de mayo se explicó que aquel triángulo que conformaban “Cristina, Mauricio y Daniel”, se convirtió, con la irrupción de Massa, en un rectángulo.
Para transformarse, después, en un segmento. Tema tratado a principios de julio, en “Detrás de La Doctora y de la Franja de Massa”.
El segmento citado consolidaba a la señora presidente Cristina, La Doctora, en uno de los vértices. Con Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol I detrás, de escolta.
Y con Massa, Aire y Sol II, en el otro vértice. Con Mauricio Macri, El Niño Cincuentón, detrás, también de escolta.
Con los desplazamientos triunfales que marcan las encuestas a favor de Aire y Sol II (Massa), y por la desertificación conceptual del oficialismo en banda, se asiste -para Consultora Oximoron- a la sobrevaloración funcional de Aire y Sol I. O sea de Daniel Scioli.
Por la carencia alarmantemente generalizada de referentes presentables, Scioli -devaluado y mancillado- debe ponerse al frente de la campaña remontadora. La que lleva al solvente mini-gobernador Martín Insaurralde, El Barrilete de Plomo. Cuesta remontarlo.
Entonces Scioli desplaza, en el vértice del segmento, a La Doctora. En su scioli-dependencia obligada, La Doctora ingresa -aunque bulliciosamente- en el ocaso. Sumergida por los incapaces que debieran cubrirla, pero que la hunden en dramatismos enfáticos que derivan en papelones memorables. A pesar de los shows en continuado de los aplaudidores escenográficos. En los actos donde, colmada de autoreferencias laudatorias, comienza, la pobre, a despedirse.
En la segunda quincena de agosto a La Doctora le costará contemplar el cielo. Por el tráfico múltiple de garrocheros que, desde los distintos puntos de la patria, clavarán la garrocha a los efectos de elevarse hacia el “Tigre, Tierra Santa”, Sede de la alcaldía Aire y Sol II. Y lugar de residencia y esparcimiento deportivo de Aire y Sol I. En Villa La Ñata.

De manera que, en el segmento principal, hoy se encuentran los dos positivistas. Con fe y con esperanzas. Aires y Soles.
El Aire y Sol I, Scioli, ahora con las huestes desesperadas de La Doctora, detrás. Lo siguen con la nariz tapada, y con deseos de que pueda socorrerlos el gobernador Sergio Urribarri, El Padre del Marcador. Pero Urribarri viene muy lejos de los samuráis. Debe hacer méritos en el pelotón de los aspirantes.
Y Aire y Sol II, Massa, con Mauricio detrás. Y con el extraordinario despliegue territorial de los medialuneros furtivos. Adelantados que cambian hábilmente de monta, para permanecer. Y suscriben el cuento de la raya imaginaria que separa el presente del pasado. Sin “descalificar”, siempre “cerca de la gente”. Paz y amor.

Los Aires y Soles encabezan el Informe de los Siete Samuráis de julio. Seguidos de cerca, aún, por Mauricio. Descolorido y sin armado, pero en la tercera posición.
El Niño Cincuentón -exponente emblemático del macricaputismo- apuesta al mérito de diluirse detrás de Massa en la Buenos Aires inviable. Y sin siquiera reclamar la reciprocidad elemental en el Artificio. Para que Massa declare su preferencia por la señora Gabriela Michetti, La Princesa de Laprida, y de Diego Santilli, El Colorado, al que promueven con el propósito inconfesable de desplazarlo del ministerio.
Para Oximoron, El Niño Cincuentón podrá imponer, al menos en agosto, a los senadores macricaputistas. Que también se anotan en los beneficios de la gestión, se proponen “resolver los problemas de la gente”, como excelentes positivistas de la paz y del amor.

El peronismo que cansa

El Informe Oximoron de julio constata el fundamentado cansancio social que produce el peronismo.
La metodología perversa que le permite siempre reciclarse.
Se legitima entonces la expansión del interés entre los tres exponentes módicos del “no peronismo”, que se imaginan lícitamente presidenciables. Mantienen, entre ellos, márgenes de entendimiento.
El cuarto samurai de julio es Hermes Binner, el John Wayne de El Hombre Quieto. No tiene inconvenientes en imponerse en Santa Fe. Para salir después a la aventura de juntar. Proyectarse desde el parlamento.
El quinto y el sexto samurai son oriundos de Mendoza.
Ernesto Sanz, La Esperanza Blanca, ya está lanzado. En el ciclo del amague mediático.
Y Oscar Cleto Cobos, El No Positivo, que se impone, según nuestras fuentes, en Mendoza, y con contundencia. Pese a los obstáculos que le plantan los correligionarios entrañables (ampliaremos en próximo Relevamiento Federal).
Cobos, como Binner, saldrá a juntar desde el Parlamento.
Hay quienes planifican, incluso, que los dos deberían juntarse.

La recuperación de la Unión Cívica Radical es siempre preocupante. El partido centenario suele aportar el suspenso garantizado. Acción y aventura en sus turnos históricos que sirvieron, hasta aquí, para revalorar el peronismo.
Justamente el peronismo que hoy -por la dinámica de su perversidad metodológica- cansa.

Final con La Doctora

Por capacidad de daño, y por su implícita condición de cuadro influyente, el Informe Oximoron de los Siete Samuráis de julio lo cierra La Doctora. Aunque esté, en la práctica, fuera de juego. Entre la magnitud de las peleas desaconsejables. En sistemática simultaneidad.
Primero, la más lesiva. Contra el Grupo Clarín. Sin respetar, curiosamente, la alegada cuestión de género.
La Doctora ni imagina, acaso, que la señora Ernestina, directora nominal del ejército que considera enemigo, pasa, según nuestras fuentes, por una instancia triste de senilidad, que la aleja del combate racional. Debiera medirse en los agravios, sobre todo después de haberla agraviado tanto.
Segundo, la pelea inútilmente desgastante con la Suprema Corte. Aunque tal vez pronto La Doctora pueda conmoverse con la constitucionalidad más deseada. Pero por convicción jurídica, y no como consecuencia de los aprietes que le ponen, a su ocaso, migajas de autoritarismo.
O la última para citar, su guerra moderna contra los servicios de inteligencia. Impulsada por Carlos Zannini, el gran consumidor de pescado podrido, que cree que “las servilletas” obstaculizan sus decisiones políticas. Fueron errores que la arrastraron hacia el papelón-Milani.
Después de todo, el conflicto de fondo La Doctora lo sobrelleva consigo misma. En la desesperada búsqueda de convencer, al semejante, que el suyo es un gobierno revolucionario. Transformador. Sin darse cuenta tampoco que cada vez más semejantes, que para colmo nada tienen de oligarcas ni de gorilas, en cuanto aparece invasivamente en sus casas acuden, sin culpas, al cambio definitivo de canal.

Carolina Mantegari
Redacción final Consultora Oximoron

Detrás de La Doctora y de la Franja de Massa

CHARLA EN SEVRES (III): Vidas paralelas. Daniel Scioli y Mauricio Macri.
por Jorge Asís
(Desgrabación de Claudine Pons-Grévy)

Sevres, París

Mireille de C… – Dos dudas, o tres, entre tantas. Primero, usted asegura que Cristina -La Doctora, como la llama- no tiene la menor posibilidad de ser reelecta. Pero no lo veo del todo convencido. ¿O me parece?
Dos ¿cree que La Doctora puede elegirlo a Scioli como sucesor? Se lo pregunto porque yo estoy segura de que no.
Tres, en su historia, ¿cómo queda Macri? ¿Está más afuera?

La Doctora atraviesa un momento ideal para inspirar literatura. Final -si no sólo de ciclo-, de novela latinoamericana. Del tipo de Yo el supremo, de Roa Bastos, o La fiesta del chivo, de Vargas Llosa, descendencias del Tirano Banderas de Valle Inclán. La imagino en Olivos, a las diez de la noche y frente al televisor, con C5N. Con recuerdos que incitan al balance. Pero muy rencorosa, vengativa, casi humillada. La figura poco original alude al mito de la soledad del poder. Ella está obsesionada con la guerra errónea desatada contra el Grupo Clarín. La que declaró su esposo sólo cuando dejó de ser el presidente. Ya que, mientras El Furia lo fue, lo mantuvo a Magnetto, siempre al portador, disponible. El enfrentamiento ahora viene complementado por otra guerra absurda. Consecuencia de la derrota anunciada de la anterior. Contra la Justicia. Contra la Suprema Corte que fue el motivo inicial del “orgullo kirchnerista”. Y contra Clarín que fue el socio, junto a Hugo Moyano, El Charol, para consolidar la hegemonía conquistada. De manera que la solitaria, poderosamente desesperada, se enfrenta con los grandes medios de comunicación y con la justicia. Cuenta con una economía inflacionaria y con las excelencias de una soja que apenas le alcanza para dilatar el deslizamiento en el precipicio cercano, al que lo conduce la falta de energía. Acompañada por un equipo piadoso, casi para cultivar el ejercicio de la compasión, y con una militancia desenfrenada que supone participar de la epopeya de una Revolución (aunque Imaginaria). Con todo ese morral que arrastra, La Doctora tiene que ser la protagonista excluyente de una elección legislativa donde, antes aún de ponerse en campaña, ya sabe que pierde. Por lo menos en cuatro o cinco de los distritos principales. Si les parece, luego los analizamos.
Por lo tanto no puede perder un solo voto más en la provincia (inviable) de Buenos Aires. Que es, exactamente, donde se le abrió una fracción. La Franja de Massa. Cisura profunda en su fuerza, que el infantilismo expresivo de Francisco de Narváez, El Caudillo Popular, cree que es simulada.
Para colmo La Doctora tiene que aceptar el auxilio recíprocamente interesado de Scioli, al que -por ingrata- no respeta. Al que atacó con virulencia oral, y rigor presupuestario, hasta vaciarlo. Se comió hasta las migas de la panera y no le cedió un miserable candidato en la lista.
De todos modos, vaciado, denigrado, devaluado, La Doctora tiene que depender del Líder de la Línea Aire y Sol. Casi tanto como de la chequera infatigable de De Vido. Y de la fascinante caravana de buscas que medran con el cuento del arte comprometido. O de la comunicación propia-tropa.
Si Scioli saltaba, como inconscientemente La Doctora quería, ya asistíamos al verdadero final.
Pero Scioli sabe hacerse el polaco recién desembarcado. El misterio de la presencia ausente. Nada ganaba con saltar.
Prefirió quedarse, despojado, con cuero insensible en la piel. Pero cerca de la marca del Partido Justicialista.
Significa confirmar que La Doctora no es la única dependiente. Es la caravana de buscas del Frente de la Victoria que hoy vergonzosamente depende de él, aunque también lo desprecien. Lo consideran “la derecha”. Para consolidarse, acaso, en la ilusión de ser de izquierda. Cuando a lo sumo adhieren a la ideología a la carta del peronismo.
Pero si quiere seguir en este oficio, en el que no le fue tan mal, Scioli tiene que ofrendarse por Insaurralde (el que “armaba” con Bossio para cambiarlo por Boudou). Y por La Doctora, que lo ridiculizó delante de sus pares.
Debe ofrendarse por la vertical señora Di Tulio y hasta por Cuto Moreno y la señora Conti. Pero conste que no es por generosidad espiritual, sino para evitar el ascenso de la Franja de Massa.
Ya que Massa, La Rata del Tigre, hoy es el adversario de los dos. De La Doctora y, sobre todo, de Scioli.
Y si me apuran le diría, Mireille, que Massa también es el competidor de Macri, que va en la Franja. Chupado, como se dice en el automovilismo deportivo, detrás. Porque, si Massa le gana en agosto a Insaurralde, puedo asegurarle que no se va a ver el cielo, de tantas garrochas que sobrevolarán hacia el Tigre. Clavadas desde cualquier sección electoral de la provincia. En el aire del suburbio y con las medialunas enarboladas.

Ahora, si La Doctora y Scioli, con el mascarón de proa de Insaurralde, lo sacan del escenario a Massa con una derrota contundente, intuyo que va a existir el riesgo de querer quedarse. Que los gurkas de La Doctora, que nada tienen para perder, además de la libertad, quieran reformar inmediatamente la Constitución. A los efectos de eternizarla.
Pero según mis números, Mireille, no le va a alcanzar. Y conste que no me refiero sólo a las dificultades reglamentarias. Es la política.
Porque La Doctora y sus Buscas de la Victoria retroceden en Capital. Se apelotonan en Córdoba. Se quedan cortos en Santa Fe y son goleados en Mendoza. Les falta sólo estrellarse en Buenos Aires. Y asoman, en el horizonte, turbulencias. La Franja de Massa les presenta un desafío territorial.
La Rata, mientras daba vueltas en la rotonda, la armó bien. Y llego a la cumbre cuando consiguió que lo acompañara De Mendiguren. Es un ídolo popular de La Matanza, que logra suspiros entre las compañeras de la Tercera y Primera Sección Electoral. Sin hablar de las masas bonaerenses que siguen fieles a Felipe Solá, el que, reitero, es el máximo cuadro del felipismo. También hay que tener en cuenta a Adrián Pérez. El Jean Paul Belmondo en versión pobre. Con De Mendiguren, Felipe y el Belmondo Pobre, la Franja de Massa vuelca la elección.
(Risas, generalizadas carcajadas en la Casa de Sevres)
Ahora, para ser franco, Mireille, coincido con usted. Por más que transitoriamente sea Scioli-dependiente, no creo para nada que La Doctora vaya finalmente a optar por Scioli como su sucesor.
Sería -cómo decirle- la constatación del fracaso personal.

M.- ¿Nada más de Macri?
En cuanto a Macri, El Niño Cincuentón, figura principal del macricaputismo, percibo que la tiene casi tan difícil como Scioli. Vidas paralelas.
Tuvo mala suerte en su intención de proyectarse en la inviable Buenos Aires. Hasta decidir ir, aunque bastante diluido, detrás de La Franja de Massa. Como Scioli detrás de La Doctora. Un negocio extraño.
Porque Scioli se aferra a La Doctora, alguien que se va. Pero Macri no puede aferrarse a alguien como Massa, que se encuentra en la plenitud del crecimiento. Cuesta entenderlo. Porque, en simultáneo, lo que se le complica a Macri es el distrito que tiene escriturado, la Capital.
Su oferta es buena, pero carece de innovaciones y sorpresas. Parece un acto de resignación por no haber formalizado su alianza, de máxima, con Lavagna, o de mínima con Lousteau.
Si se le complica a Macri el distrito no es por el gobierno. El cristinismo insiste, en Capital, con su batallón destartalado de perdedores vocacionales. Tienen menos atractivo que el bife de hígado con puré, durante los siete días de la semana, para almuerzo y cena.
Las complicaciones le vienen, a mi criterio, por el lado del centro-izquierda, que la supieron hacer. Del radicalismo rebosado de progresismo, al que Macri le supo birlar oportunamente los votos, para festejar con globos y danzas amarillas.
El que se imponga en la interna progresista de agosto va a llegar, a mi criterio, mucho más fortalecido para confrontar con la señora Michetti, el Colo Santilli y el Padre Bergman.
Entre Solanas, el Dirigente Universitario, bastante conocido en París, que se larga secundado por la señora Carrió. Con Prat Gay, el cuadro repentinamente revolucionario, que va con Victoria Donda, la Transgresora de Barrio (y el Gil Lavedra como diputado). Y con el eterno Rodolfo Terragno, que suele contemplar con paternal regocijo a su discípulo, Martín Lousteau, el Personaje de Wilde.
Reitero que Macri lleva una oferta digna con Michetti y Santilli, pero tiene un cierto sabor a frustración. Por no haber podido cerrar con Roberto Lavagna, La Esfinge, la gran decepción para esta campaña de la que hablo aquí por última vez.
Lavagna fue capaz de negociar el canje de la deuda, acompañado del Flaco Guillermo Nielsen, y no supo negociar con Macri una senaduría que la tenía en bandeja.
La inquietud, y termino, a Macri le viene del radicalismo rebozado de progresistas. Más que de la postulación moyanista de Julio Bárbaro, con Piumato, armada a las apuradas. Tampoco de ningún modo lo asusta a Macri “La Revista Dislocada” que le presenta Alberto Rodríguez Saa, para entretener a la audiencia con seis cautivadoras listas de aspirantes diputados con la medialuna enarbolada.
Aunque pienso que el macricaputismo debería interesarse en desbaratar, desde ya, la temible presentación de la señora Alicia Oliveira. Es del Partido Unipersonal del Momo Venegas, que se llama Fe. Ocurre que Oliveira, una de las mejores discípulas de Eduardo Valdés, llega acompañada de Archibaldo Lanús, que tiene una inapelable penetración social en Mataderos, Soldatti, Parque Patricios y Flores Sur.

Bruno, El Cordobés – ¿Y a De la Sota? ¿Le parece que Cavallo lo perjudica?

(Desgrabación de Claudine Pons-Grévy)