Antisemitismo siglo XXI

El fin de semana se conmemoró el 75° aniversario de La Noche de los Cristales Rotos, aquellos pogromos y ataques organizados contra los judíos de la Alemania naziAustria durante la noche del 9 y 10 de noviembre de 1938. Los terribles hechos fueron disfrazados por los nazis como una reacción espontánea de la población civil ante el asesinato de un diplomático alemán en París, perpetrados por un joven judío polaco. Pero lo cierto es que fueron orquestados por el propio Hitler, junto a Joseph Goebbels con la ayuda de las SS, las SA y juventudes hitlerianas. (Como recordó el mismo Goebbels en su diario: “le expongo el asunto al Führer. Él decide permitir las manifestaciones y retirar a la policía. Los judíos deben sentir la ira popular”). El resultado: 91 judíos asesinados, mil sinagogas quemadas, escuelas, hospitales y viviendas saqueados, 7 mil negocios de judíos rotos y el punto de inflexión a partir del cual comenzaron las detenciones y traslados a campos de concentración de Sachesenhausen, Buchenwald y Dahau.

Pero ¿qué pasa hoy, a 75 años de esa fatídica noche y tras el horror del Holocausto? Las entidades que luchan con el antisemitismo y el racismo en general alertan sobre el incremento del odio racial en el mundo (según un informe anual de la Universidad de Tel Aviv, la violencia y el vandalismo antisemita aumentaron un 30% a nivel global).

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El silencio de los inocentes

Desde hace más de dos años, la barbarie y la muerte ganaron las calles de Siria. Ese bello país que mira la orilla oriental del mar Mediterráneo se ha convertido en el infierno viviente para quienes lo habitan. Todo comenzó con los reclamos y manifestaciones que vinieron de la mano de la Primavera Árabe y que chocaron con la voluntad de hierro de su presidente, Bashar Al-Assad, de mantenerse en el poder a sangre y fuego, aun cuando el fuego fuese contra sus propios conciudadanos y la sangre de inocentes.

Desprecio, frialdad y frivolidad sin límites por parte del máximo mandatario hacia su pueblo. La pareja presidencial ni siquiera parece estar a tono con lo que ocurre, como lo demostraron los mails que salieron a la luz, apenas iniciado el conflicto, en los que la primera dama aparecía preocupada sólo por sus carísimas compras online y alardeaba con una amiga de ser ella “la verdadera dictadora”. Lo propio vale para su marido que, en medio de la crisis, sube fotos a Instagram en una cuenta que ha sido calificada de “despreciable” por la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, quien dijo además que “es repulsivo que el régimen de Assad use esto para ocultar la brutalidad y el sufrimiento que causa y lo que realmente está pasando”.

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