Cuando la Gendarmería es la fuerza de choque

Myriam Bregman

Como se vio en el desalojo violento a los trabajadores de Cresta Roja, la Gendarmería Nacional vuelve a ser elegida por el Gobierno de Cambiemos como la fuerza represiva que atacará las manifestaciones obreras y populares.

Varios de sus miembros están al borde del procesamiento por las arbitrariedades y las acciones ilegales que logramos demostrar que cometieron en la represión a la protesta de los trabajadores de Lear durante el año 2014, que, bajo la conducción de Sergio Berni, terminó con un fuerte cuestionamiento por su accionar ilegal. Así lo confirmó la Justicia federal de San Isidro, que estableció que la protesta de los trabajadores de Lear fue completamente legítima y, por ende, la represión fue ilegal.

Un nuevo hecho coloca a la Gendarmería con un serio cuestionamiento en una causa iniciada por la denuncia del diputado nacional Nicolás del Caño y del referente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) José Montes, a quienes representamos y que se unificó con la realizada por el diputado nacional Manuel Garrido.

Ahora, luego de muchas maniobras evasivas por parte de la defensa de los gendarmes involucrados, tuvo lugar el llamado a indagatoria a siete de los imputados por los hechos en torno al ataque del recordado gendarme Carancho, entre ellos al propio “carancho”, Juan Alberto López Torales.

Otro de los indagados es Roberto Galeano, “el canoso de barba” cuya identidad fuese revelada por Horacio Verbitsky en Página/12. Se trata de un ex coronel del área de inteligencia del Ejército contratado por el Ministerio de Seguridad de la Nación. Galeano fue el único de los siete citados que prestó declaración indagatoria y no logró despejar dudas sobre su rol en dicha cartera entre mayo de 2012 y agosto de 2014, fecha en la cual fue despedido tras el escándalo desatado por la denuncia.

El infiltrado reconoció que la función que tenía asignada por Berni era analizar qué equipamiento y armamento se necesitaba para la protesta social. Galeano además afirmó que elegía por sí mismo a qué manifestaciones acudir y, “una vez allí, lo que hacía en el lugar no tiene un efecto en ese momento, eso viene un trabajo intelectual, viene a sacar soluciones y después viene el asesoramiento. No estaba para transmitir o relatar cómo se estaba desarrollando la manifestación”. Esta es una perfecta descripción del trabajo de inteligencia ilegal y continuidad del sistema de espionaje conocido como Proyecto X, del que también somos denunciantes.

López Torales (el gendarme Carancho), jefe del operativo de Gendarmería, y los otros cinco gendarmes imputados, en cambio, no prestaron declaración indagatoria, sino que se limitaron a presentar diversos escritos donde plantearon una visión estrafalaria y falsa de los hechos de público y notorio conocimiento que se investigan.

 

Rumbo al procesamiento

Tras los llamados a indagatoria, el fiscal Fernando Domínguez requirió el procesamiento de Juan Alberto López Torales por el delito de daños contra el automóvil sobre el que se arrojó el Carancho y también a otros efectivos por el delito de falso testimonio agravado cometido en perjuicio del conductor del auto, mientras que otros gendarmes son requeridos por el delito de falsedad ideológica tras la inclusión de datos falsos en el acta de procedimiento para encubrir a López Torales.

Asimismo, el fiscal requirió el procesamiento a Roberto Galeano por el delito de privación ilegal de la libertad, al haber actuado mancomunadamente con la finalidad última de detener al conductor del auto sobre el que se arrojó López Torales.

La jueza Sandra Arroyo Salgado deberá resolver próximamente sobre este requerimiento, que tiene lugar en momentos en que el nuevo Gobierno comienza a embestir nuevamente contra la movilización popular y el derecho a la protesta en el conflicto de los trabajadores de Cresta Roja y que será una política creciente ante el ajuste en ciernes.

Causas judiciales como las del gendarme Carancho y otras relativas a la lucha de los trabajadores de Lear, o las que desnudaron el Proyecto X, resultan de gran importancia al echar luz sobre el accionar y el carácter del régimen y de su brazo represivo como garantes de los planes empresarios contra el pueblo trabajador. De allí el enorme esfuerzo que ponemos en cada una de ellas. Nuestro único compromiso es con los trabajadores.