Gripe: por qué hay que vacunarse

Néstor Vázquez

La gripe estacional causa cada año una significativa morbi-mortalidad en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima una incidencia mundial anual de 1000.000.000 de personas infectadas, 3 a 5 millones de casos de enfermedad severa, y entre 300.000 y 500.000 muertes por año.

La OMS declaró, sobre la base de las características epidemiológicas y de transmisión del virus A H1N1 en Junio de 2009, la primera Pandemia de Gripe de este siglo. Este virus pandémico comenzó a circular en la Argentina en mayo del 2009. Durante ese año generó en nuestro país cerca de 10.000 casos confirmados y más de 500 defunciones.

A principios  del año 2010, se dispuso en la mayoría de los países de vacuna contra el nuevo virus incorporándose el plan de vacunación a las estrategias de manejo de la pandemia.   

La influenza es una enfermedad respiratoria de transmisión aérea causada por un virus. El virus de la influenza o gripe pertenece a la familia Orthomixoviridae. Hay tres tipos antigénicos, de los cuales dos, A y B, son los que más frecuentemente producen patología en el ser humano. En su superficie contiene glicoproteínas denominadas hemaglutininas (H) y neuraminidasas (N). Éstas facilitan la replicación; al mismo tiempo, cambian periódicamente su secuencia de aminoácidos, lo que determina las variaciones antigénicas que presenta el virus y, por lo tanto, las mutaciones destinadas a evadir las respuestas inmunes del huésped. Esto hace que el virus sea diferente y la población deba volver a vacunarse todos los años.

Su alta transmisibilidad en épocas epidémicas ocasiona altas tasas de incidencia ( mucha población afectada alrededor del  10 al 20 % de la población) y la principal complicación son las neumonías y la descompensación de enfermedades crónicas cardiopulmonares.

Las complicaciones son  más frecuentes en los grupos llamados de alto riesgo, como ancianos, menores de 2 años y pacientes con enfermedades crónicas (cardíacas, pulmonares, renales, metabólicas) o inmunosupresión, entre quienes se incrementan la tasa de mortalidad y la necesidad de hospitalización.

Es característica de la influenza su naturaleza epidémica que  ocurren cada 1 a 3 años con carácter estacional (invierno), autolimitado y su tasa de ataque y mortalidad siguen el comportamiento clásico de la enfermedad como se describe más arriba.

La transmisión elevada por mecanismo directo es por vía aérea por pequeñas y grandes gotas de flugge potenciada en ambientes cerrados, propios de la estación fría, también debe considerase la forma indirecta a través de objetos contaminados. El período de transmisibilidad es variable, de 3 a 5 días a partir del comienzo de los síntomas  y el período de incubación breve de 1-3 días, se debe tener en cuenta que es este periodo no hay síntomas y hay contagio.

En las infecciones humanas el principal reservorio es el hombre infectado.

Existe gran número de estudios de efectividad y de costo beneficio en la aplicación de vacuna antigripal a personas pertenecientes a grupos de riesgo e incluso a personas sin riesgo para cortar la cadena de transmisión.

La vacuna previene la enfermedad en aproximadamente el 70 % en niños y jóvenes sanos. Este valor disminuye a 30-40 % en mayores de 65 años pero la prevención de la hospitalización por complicaciones y muerte supera el 70%. Esto significa que aunque los adultos y mayores vacunados se enfermen la vacunación evitó en 70 de 100 casos la internación por complicaciones y/o muerte.

En Argentina desde el año 2011 la vacunación antigripal está incluida en el programa regular – Calendario Nacional de Vacunación (universal y gratuito).

Esta vacunación  se brinda de manera gratuita en Hospitales y Centros de Salud Públicos de todo el país.

Los grupos de Riesgo a los que va dirigida la vacuna por sus posibles complicaciones o por su rol son:

  • Todos los trabajadores de Salud.
  • Todas las Mujeres embarazadas en cualquier momento del embarazo.
  • Todas las mujeres que tienen niños menores de 6 meses.
  • Todos los niños entre 6 meses y 24 meses.
  • Mayores de 65 años
  • Los grupos anteriores NO requieren orden medica solo deben presentarse al vacunatorio acreditando condición
  • Niños y adultos mayores de 2 años y menores de 65 años que tengan alguna enfermedad crónica (respiratoria, cardiaca, renal, diabetes, inmunosupresión, obesidad). Este es el Único grupo que requiere llevar al vacunatorio Orden Medica.

La vacunación antigripal constituye una acción de salud preventiva de interés nacional.  

La vacuna antigripal es una herramienta decisiva para proteger de la enfermedad en forma total o parcial. Además, contribuye a limitar la circulación viral en la comunidad.

El lavado adecuado de las manos o su desinfección en forma frecuente es otra medida de alto impacto para evitar la transmisión de la gripe y de otras enfermedades infecciosas. Además, el observar medidas de control para toser o estornudar contribuye a disminuir la posibilidad de transmisión del virus y la ventilación de los ambientes.

La consulta precoz ante la presencia de síntomas de gripe en toda la población especialmente en los grupos de riesgo mejora las posibilidades de tratamiento cuando fuera necesario.

La vacunación temprana asegura altos niveles de protección, cuanto antes se vacune mas seguridad de anticuerpos efectivos.

Este año a mediados de marzo está la vacuna disponible, no hay que dejar pasar la oportunidad. Vacunar es preservar la salud.

La vacuna no representa ningún riesgo para la salud de las personas y reduce el riesgo de enfermar y morir, sobre todo en los grupos vulnerables, no desperdicien la oportunidad.

Vacunarse es bueno para los individuos y protege a la comunidad por el efecto rebaño.