Debemos avanzar en la sindicalización de las fuerzas de seguridad

Nito Artaza

Las manifestaciones policiales que comenzaron en Córdoba y que se extendieron a 17 provincias no son producto de la generación espontánea sino el resultado de condiciones laborales y sociales concretas. Salarios bajos, desprotección de los trabajadores de las fuerzas de seguridad y escases de recursos provinciales debido a un federalismo inexistente son algunos de los factores que se articularon para desencadenar los graves hechos que ya terminaron con la vida de ocho ciudadanos.

Pensamos que es necesario buscar soluciones reales más allá de las dádivas salariales que se otorgan cuando se está entre la espada y la pared. Porque si la economía sigue con su curso inflacionario, ¿qué sucederá cuando los sueldos una vez más no alcancen?

En el Congreso de la Nación existen proyectos sólidos vinculados a la actual problemática que la falta de voluntad política o el proceder del oficialismo hace que se pierdan en la burocracia de las distintas comisiones.

En este sentido, desde el mes de agosto del 2012 tenemos un proyecto en la Comisión de Trabajo y Previsión Social para permitir la sindicalización de las fuerzas de seguridad en el marco de la ley 23.551 de Organizaciones Sindicales.

Pensamos que de poder organizarse en sindicatos las fuerzas de seguridad contarían con un marco para las negociaciones de paritarias que permitiría zanjar conflictos sin caer en el caos y la anarquía. Es importante que le demos un marco de legalidad al legítimo reclamo de los trabajadores que ven erosionado su salario por la inflación.

Mientras se cumplen 30 años del regreso de la democracia debemos ir saldando las deudas pendientes para construir en conjunto una democracia por siempre. Entonces, superar estructuras antiguas que nos retrotraen a épocas pasadas de regímenes verticalistas donde el que está abajo no tiene otra opción más que la de obedecer a sus superiores porque carece de un ámbito en el que hacer valer sus derechos es un paso importante que debemos dar como sociedad.

Nuestro proyecto propone que con la posibilidad de sindicalizarse exista el derecho a huelga pero que ese derecho las personas lo deberán ejercer desarmadas. Además, establecemos que siempre deberán quedar guardias porque así como un hospital no puede estar sin médicos nuestras calles no pueden estar sin los oficiales de las fuerzas de seguridad.

Hemos presentado, también, otros proyectos que pensamos que pueden contribuir a recuperar la paz y el orden social. Nuestro proyecto para eliminar las sumas no remunerativas, por ejemplo, permitiría que los trabajadores (en este caso los vinculados a las fuerzas de seguridad) cobren la totalidad de su salario en blanco.

Otro proyecto es el de adelantar el segundo aguinaldo al 18 de diciembre, que fue aprobado por unanimidad en el Senado y que con voluntad política podría ser sancionado rápidamente en diputados para darle tranquilidad a los trabajadores argentinos que en muchos casos ven llegar las fiestas con angustia.

Hemos puesto en consideración del Gobierno Nacional y de las distintas fuerzas políticas los tres proyectos mencionados para que los discutamos junto a otros proyectos de gran valor que hay tanto en la Cámara baja como en la Cámara alta.

Los proyectos están. Hay soluciones reales elaboradas por experto a las que solamente les tenemos que dar lugar. Solo hace falta llamar a extraordinarias para que los representantes del pueblo argentino trabajemos en pos del bienestar social y encontremos soluciones que nos eximan de tropezar una y otra vez con la misma piedra.