La mutabilidad del comportamiento de las bandas criminales en Medellín

La alcaldía de Medellín y el vicealcalde de gobernabilidad, seguridad y servicio a la ciudadanía, han destinado -en un gran esfuerzo administrativo- un aumento en el número de uniformados de la policía nacional que entrarían a reforzar los cuadrantes de la ciudad de Medellín, tratando con esto, entre otras importantes medidas que se han tomado, de disminuir de manera drástica los indicadores de delincuencia en la ciudad. Se espera que para principios de 2014 con otros mil policías, se logre la consolidación de 400 cuadrantes para la ciudad más innovadora del mundo. ¿Podrá esto contrarrestar seriamente la actividad de los combos y de las bandas criminales en cuanto a la extorsión a las empresas de transportes y a las tiendas de barrio y del sector productivo de la ciudad?, ¿por qué a pesar de un esfuerzo en gasto en seguridad y unidades de la policía, no logra restarle poder a las bandas criminales de la ciudad?, ¿el pacto entre combos que no ha sido aceptado de manera alguna por las autoridades, se ha convertido en una manera de reducir la violencia en la ciudad? Tres elementos nos permiten vislumbrar con mayor preocupación, lo que ocurre en la ciudad.

El crimen organizado 

Es innegable que tanto en el Departamento de Antioquia, y en particular en la ciudad de Medellín, la presencia de las bandas criminales y grupos ODIN (organizaciones delincuenciales integradas al narcotráfico), han generado toda una gran red de microtráfico y microextorsión en toda el área metropolitana, que ante las perspectivas futuras, difícilmente se logrará controlar. ¿A qué se debe esta incapacidad institucional para hacer frente a este tipo de grupos criminales que operan en la ciudad? Por un lado, la percepción sobre la seguridad en la ciudad de Medellín no mejora de manera positiva, a pesar de los esfuerzos institucionales evidentes, las capturas a los cabecillas de las bandas y la incautación de gran cantidad de estupefacientes en las denominadas “ollas” del vicio. Es perceptible un clima de tensión en algunos barrios de la ciudad por un pacto, que si bien no es reconocido, ni aceptado, ni apoyado por la Alcaldía de Medellín, corre el rumor de un pacto que en algunos caso se hace evidente para la ciudadanía, y que permite en una cierta calma, hablar de reducción de ataques entre combos.

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Los dilemas de la gobernabilidad de Juan Manuel Santos

A las últimas declaraciones hechas por el presidente Juan Manuel Santos, en las cuales había dicho que no hay paro general en Colombia, le ha respondido (una parte de la población colombiana) con una serie de protestas de características mayúsculas que al parecer no preocupaban al primer mandatario. El presidente ha tratado de disminuir el impacto restándole importancia a todos los brotes de protesta: a los camioneros que protestan por el precio alto de los combustibles y las bajas tarifas de los fletes, a los campesinos, en especial los paperos y los caficultores que piden un mejor precio para sus productos y los mineros que se encuentran en una encrucijada en la normalización de su situación como empresas legalmente constituidas, y que a su vez se enfrentan al crecimiento de la minería ilegal y la influencia de grupos criminales que los extorsionan por la actividad que desempeñan. El tema de la estabilidad social de Colombia no es claro, y podríamos resumir esta circunstancia en tres dilemas cruciales de la gobernabilidad del presidente de Colombia.

El paro agrario: el dilema del gobierno con los agricultores, transportadores y mineros. 

Durante la administración Santos en 2013 se han vivido varios frentes de protestas frente a las políticas del gobierno en materia de inversión social. Se ha adelantado un paro agrario de nivel tal, que ha logrado detener el ingreso de alimentos a las principales centrales de abastecimiento del país como en Bogotá y Medellín. El presidente aseveró que “ese tal paro agrario no existe” y que la situación es de completa normalidad; pronunciamiento que luego tuvo que aclarar para no generar mayor descontento en la población.

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