Proteger las identidades barriales

Así como no hay dos casas iguales, no hay dos barrios iguales, cada uno tiene su identidad. Como recita el tango, Los cien barrios porteños, “cada uno me trae un recuerdo, cada uno me da una emoción”. Son estas características particulares de cada barrio lo que le dan ese sentido único a cada pequeña porción de la ciudad, que muchas veces está organizada en torno a valores, tradiciones y hasta creencias en común.

Cada barrio posee una identidad propia, dada pura y exclusivamente por quienes allí habitan, fruto de la gran diversidad cultural que tenemos. Cada uno nos cuenta una historia diferente acerca de quienes lo frecuentan o frecuentaron. Los atributos que hacen única a una zona son lo que la vuelve atractiva. San Telmo es un buen ejemplo de esto. Originalmente un barrio donde se asentaron las primeras familias patricias en grandes casas, que luego, a medida que la ciudad creció hacia el norte, fueron albergue de numerosas familias de trabajadores y una gran cantidad de inmigrantes, que dieron lugar a los conventillos. Allí comenzaron a escucharse las primeras murgas, símbolo de liberación y libertad, expresión de la variedad y mezcla de culturas que le dio vida a la zona sur de la ciudad.

Continuar leyendo

Un nuevo Microcentro

El espacio público es un recurso muy importante en la búsqueda de los gobiernos por mejorar la vida cotidiana de las personas. Si lo volvemos disfrutable se puede convertir en un potente promotor del deporte, el esparcimiento y el encuentro entre amigos y vecinos.

Las acciones que venimos implementando en el gobierno porteño tienen esto en mente y retoman la idea de que la planificación de las ciudades debe tener como centro las necesidades de las personas. Esta estrategia exige trabajar en la mejora de la ciudad a través de la creación de un espacio público verde y en permanente diálogo con el arte y las últimas innovaciones en materia de movilidad saludable y seguridad. Observar los cambios que sufrió el Microcentro es útil para entender cómo plasmamos esta idea.

La instalación de espacios verdes y la disminución de la polución generan entornos agradables y, por consiguiente, aumentan la predisposición de las personas a hacer uso de las calles, pasajes, parques y ferias de la ciudad. El nuevo Microcentro con luminarias LED, contenedores soterrados, calles prioridad peatón y una Florida más verde es un ejemplo de lo que se puede hacer en este sentido.

La inclusión del arte y las actividades recreativas en el espacio público introducen, por su lado, elementos atractivos e inspiradores que invitan a quien transita la ciudad a relajar la mente y disfrutar de la belleza de las diferentes expresiones. Los traslados urbanos se convierten en experiencias sensitivas únicas y la vida urbana se enriquece al recuperar el espacio público como lugar de encuentro y descanso. Microcentro, a través de la iluminación de las cúpulas de Florida y Diagonal Norte, la restauración de 23 fachadas y la muestra fotográfica al aire libre “Historias del Microcentro” viene caminando en esta dirección.

Indudablemente, para que las personas puedan aprovechar al máximo el espacio público deben poder desplazarse con libertad y de forma sana. En el Microcentro esto se logró creando las calles prioridad peatón, una red de ciclovías protegidas e introduciendo la Policía Metropolitana, una fuerza de seguridad cercana a los vecinos y comprometida con su bienestar.

Estamos trabajando para que en los próximos meses la transformación del espacio público en un ámbito verde, artístico e innovador alcance zonas de la ciudad históricamente relegadas. La recuperación del barrio de San Telmo y el concurso “Buenos Aires: sitio específico” son algunas de las cartas con las que daremos este próximo paso.

Sitios específicos: un arte nuevo en el espacio público

El arte en el espacio público no es una novedad. A lo largo de los años, sin embargo, sus características y propósitos han variado. El domingo 25 de mayo, y en el marco de la feria ArteBA, la Ciudad lanzó “Buenos Aires-Sitio Específico”, un concurso de intervenciones urbanas en el que se premiarán aquellas propuestas que mejor interpreten y transformen el espíritu del espacio que ocupen. El arte y el diseño con la vida cotidiana de los vecinos, las intervenciones específicas deberán darle valor al barrio y acercar las personas a las calles, pasajes y plazas. Los lugares elegidos para realizar las intervenciones son Microcentro, Distrito de las Artes, Distrito Tecnológico, Distrito Audiovisual y Distrito de Diseño.

El concurso inaugura un nuevo género de arte en la ciudad de Buenos Aires, que viene a llenar un espacio vacante en el mundo de las intervenciones urbanas. Durante años, la planificación de la ciudad procuró que el arte en el espacio público fuera una herramienta al servicio de la construcción de una identidad nacional. Recordar a los próceres del pasado a través de monumentos históricos era importante para la consolidación del Estado-nación.

Con el tiempo, el paisaje urbano contemporáneo fue incorporando el arte callejero. En un contexto de violencia política, estas manifestaciones nacieron como herramienta de denuncia. El Siluetazo, que invadió la Plaza de Mayo en 1983 con figuras pintadas de los desaparecidos y detenidos durante el gobierno militar, es quizás uno de los ejemplos más significativos. También lo son el Obelisco de Pan Dulce (1979) y el Partenón de libros (1983) de Marta Minujín.

Unas y otras manifestaciones se erigieron como arte que, si bien tenía en cuenta el entorno en que se emplazaba la obra, era tan solo de forma subordinada. En el caso de los monumentos, generó que su apropiación y funcionalidad quedara a merced de cambios estructurales, políticos o urbanísticos. En el arte callejero, por su parte, el efecto fue la desaparición gradual de estas expresiones culturales.

La noción de sitio específico incorpora en el espacio público manifestaciones artísticas cuyos significados dependen del contexto de emplazamiento y de la comunidad que las rodea. A diferencia del monumento o del arte callejero, el sitio específico contempla una noción de ciudad con una mirada hacia adelante, que favorece que las obras puedan mutar o adaptarse a los cambios que la alteren. En este nuevo género, el entorno es una parte concluyente de la obra y, el ciudadano actual, su principal preocupación. Como explica Miwon Kwon, la intervención específica es determinada formalmente por el lugar que ocupa.

En la misma línea de esta tendencia mundial, desde el gobierno de la Ciudad apostamos a utilizar el arte como un elemento central en la transformación del espacio público en un lugar atractivo e inspirador que invite al encuentro, al disfrute y genere una mejor calidad de vida. Sin olvidar la importancia de otros tipos de intervenciones urbanas, el concurso “Buenos Aires-Sitio Específico” da inicio a una línea de acción que se profundizará a lo largo del tiempo. Abrámonos a la experiencia y preparemos los sentidos para redescubrir nuestra ciudad.

Más información del concurso en: www.buenosaires.gob.ar/basitioespecifico