Con la mochila cada vez más pesada, no lloverán dólares ni habrá futuro promisorio

Los optimistas alegan que la herencia recibida estaba cargada de explosivos a punto de estallar y que es poco el tiempo transcurrido desde que el nuevo Gobierno está en funciones como para esperar la reversión de tan negativo escenario. Y tienen razón. Pero a poco que se advierta la realidad económica y se haga caso omiso de un relato cargado, como todos, de voluntarismo, se podrá apreciar que el camino emprendido no es el de salida exitosa. Da toda la sensación de que las autoridades descreen que el núcleo de nuestros problemas sea el déficit del presupuesto, fuente primaria de una inflación que ronda el 40% y que no es financiable cualquiera sea la alternativa que se elija.

Si no fuera así, veríamos que todos los esfuerzos estarían encaminados a reducir el gasto público, que bien medido no es menor al 45% del PBI. Muy por el contrario, este crece por el aumento del gasto social, de las transferencias a las provincias y de los intereses de la deuda (fiscal y cuasi fiscal). A ello se le debe sumar la reducción de impuestos y retenciones, de forma que el déficit del 8% apenas si mueve el amperímetro en la dirección deseada y por el monto necesario para hacer creíble la posibilidad de que la inflación baje. A no ser por la recesión. Continuar leyendo

No hay riesgo de atravesar otra crisis como la del 2008

Cuando la FED decidió aumentar la tasa de interés y preanunciar otros ajustes al alza en diciembre de 2016, en una nota previa a tal decisión dejé apuntada mi opinión en relación con el impacto negativo que ello habría de aparejar para la economía mundial. Mi opinión se basaba en el rol que cumple el dólar en la economía globalizada y que trasciende los límites de Estados Unidos. No lo entendieron así las autoridades encabezadas por Janet Yellen y focalizaron la cuestión en el nivel de desempleo norteamericano y en las posibles presiones inflacionarias en el país del norte, que no llegan al 2% anual desde hace varios años.

Es así que ese aumento impacta en lo que va de 2016 sobre la ya existente volatilidad de los mercados de acciones, bonos, monedas extranjeras y materias primas, lo que produce alteraciones en el pulso de los inversionistas y alienta pronósticos relacionados con el regreso a una crisis de las características de las de 2008. Las turbulencias impactaron sobre el Down Jones, que bajó, sobre la demanda de bonos del Tesoro, que subieron de valor nominal (la contracara de la caída de la tasa de interés), sobre el aumento del oro y del yen, todos activos que juegan el papel de refugio por parte de quienes tienen aversión al riesgo y buscan refugio en alternativas de máxima seguridad. Continuar leyendo

A salto de mata

Esa imagen puede aplicarse al accionar del presidente Mauricio Macri. Tiene un objetivo por delante o al menos se aferra a él. Está seguro de que Argentina puede crecer a partir de junio del corriente año, aun cuando algunos dudamos de que ello sea posible. La manada de la metáfora no está tan cerca. Pero lo importante es que él lo cree y ha demostrado ser un hombre de convicciones.

Pero, aunque desearíamos equivocarnos en el pronóstico, hay realidades que implican demasiados obstáculos a sortear. Para sintetizar la magnitud de esos obstáculos a vencer se pueden anticipar las dificultades para reducir la inflación, como lo aspira el ministro de Hacienda, para que la economía crezca después de cuatro años de estancamiento y sin saber cuál será el curso de la política cambiaria en un contexto de recesión con inflación.

La salida del cepo fue un éxito que nadie discute, pero así como la devaluación de enero de 2014 del 21% fue neutralizada por la inflación en sólo siete meses, es difícil anticipar el curso de la cotización nominal del peso después de la devaluación producida en diciembre. Visto que la aceleración por expectativas y por las vacaciones fue en diciembre y enero del 3,5% y 4%, puede anticiparse que no será menor en febrero y marzo a ese promedio mensual. Continuar leyendo

El ratoncito no puede salir de la cajita sin tapa

Queda entendido que el cerebro del sujeto de la historia no podría utilizar ninguna herramienta para resolver una cuestión que desconoce, ya que, para él, la tercera dimensión no existe. Este cuentito viene a mi memoria porque puede servir de experiencia en casos de enfrentar problemas cuya solución posiblemente esté más allá de la comprensión humana, aun de los profesionales de ciencias y tecnologías.

Y, claro está, por serme afín, a quienes pretendan diseñar una estructura impositiva que se acerque a lo que podría considerarse un modelo perfecto, es decir a los economistas, que deberían estar dotados de todos los conocimientos científicos propios de la teoría económica como para lograrlo. Va de suyo que excluyo a los que tengan la pretensión de serlo, aunque su tarea se relacione con los impuestos. Siempre afirmé, sin soberbia alguna, que una cosa es diseñar instrumentos fiscales y otra muy distinta, llenar las planillas que los cumplimenten.

Esta introducción vale como antecedente a un seminario que dirigí en el Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica Argentina (UCA) hace por lo menos cuarenta años. En la reunión, el tema a considerar era el impuesto a la tierra libre de mejoras, en relación con la política cambiaria de tipos de cambios diferenciales para el agro y la industria, basados en la distinta productividad relativa de uno y otro sector. Como esta tesis estaba desarrollada en un libro de Marcelo Diamand (Doctrinas económicas, desarrollo e independencia) y allí quedaba expuesta mi posición contraria a los cambios diferenciales (tipo de cambio único) para buscar la equidad intersectorial por medio de la estructura tributaria, se justificó el seminario bajo mi dirección. Continuar leyendo

Los caballos van siempre delante del carro

Corría el mes de abril de 1967. Recibí una invitación para disertar al final de un almuerzo en el Plaza Hotel, en ocasión de celebrarse un aniversario más de una cámara empresaria, de un rubro que no tiene importancia recordar. Como es de práctica en eventos de esta naturaleza, antes de hacer uso de la palabra el invitado, lo presenta el presidente de la Cámara, que en esas circunstancias era un general retirado, que, como solía ocurrir, no tenía ningún antecedente con el rubro de la entidad invitante. En realidad, su función era la de un “lobista”, que a todos los efectos se sentía empresario. Y no sólo eso, sino que también parecía querer ser economista.

Como quiera que sea y atendiendo ambas capacidades inexistentes, aprovechó la oportunidad para explayarse sobre temas fiscales acerca de los cuales no sabía nada, aunque él parecía ignorarlo. En un momento de la exposición, que ya pasaba de mi presentación, a juzgar por los bostezos de los comensales, dijo algo que nunca pude soportar con impasividad, de la misma manera que un cirujano no soportaría una lección sobre su técnica operatoria. Y lo que dijo fue: “El Estado no puede gastar más de lo que recauda”. Como ya lo había escuchado antes, lo escuché después y lo sigo escuchando hoy, me sonreí y dejé de escuchar lo que siguió, porque volvieron a mi memoria los recuerdos relacionados con los caballos y el carro. Continuar leyendo

Paremos el péndulo

Seguramente usted ha comprendido que hago uso de un recuerdo y a modo de metáfora pretendo entrar en el mundo de la economía, ciertamente la de Argentina y, claro está, para referirme al momento que estamos atravesando. Un momento verdaderamente histórico para quienes nacieron de los años treinta en adelante y comenzaron a ejercer sus obligaciones cívicas a partir de mediados de los años cuarenta del siglo pasado. Es histórico porque es la primera vez que llega a la Presidencia, desde entonces, un argentino que no es peronista, que no es radical y que no es un militar.

Todo un acontecimiento para celebrar. Y que debe ser coronado por el éxito para lograr que el sistema que es definido por la Constitución Nacional no sea otra vez reemplazado por ideologías que, una vez instalados sus representantes en el poder, se apropian del Estado para convertirlo en instrumento de sus propios intereses y de la parte de la ciudadanía que resultaba funcional a estos.

Por eso la referencia al péndulo. Cuando los populistas gobernaron, lo hicieron produciendo transferencias de ingresos a los sectores urbanos y en contra de la producción rural. Los instrumentos eran la sobrevaluación cambiaria y el déficit presupuestario, lo que daba lugar a políticas monetarias expansivas, incentivaban el consumo y desestimulaban la inversión. Esto seguía mientras no se producía la crisis de balance de pagos, que impedía mantener el nivel de reservas y la actividad industrial. El proceso hacía eclosión y era el turno de la racionalidad económica. Continuar leyendo

La emisión tiene un límite y hemos llegado a él

Hay tres maneras y solo tres de financiar el Gasto Público en su acepción más amplia: a) los impuestos, b) el endeudamiento y c) la emisión monetaria. La cuestión fundamental que se debate en el Congreso Nacional al tratarse el Presupuesto para 2014, es que habida cuenta que las dos primeras alternativas son prácticamente inexistentes, la primera porque la presión fiscal está desbordada y el endeudamiento cerrado para nuestro país, solo como posibilidad abierta,  la emisión monetaria.

Pero eso no es tan así. ¿No hay un límite para la emisión, o el BCRA puede hacer funcionar las impresoras de la Casa de la Moneda hasta que se fundan los engranajes? Para responder al interrogante hay que conocer cuáles son las funciones de ese papel que se denomina billete y que tiene distintas nominaciones. Ellas son: a) intermediario en la compra-venta de bienes y servicios, b) como unidad de cuenta y c) como depósito de valor. En un escenario inflacionario, estimado entre 25 y 26% anual, la primera función se cumple en tanto y cuanto las operaciones se hagan de contado ya que las compras a plazo implican un cargo adicional por la desvalorización presunta. La segunda función no se cumple plenamente a menos que se calcule por una tasa de inflación presunta. La tercera función no se cumple a partir de cierto punto, que es el que veremos.

En el año 2012, el BCRA aumentó sus pasivos monetarios (emisión) en 86.707 millones de pesos, de los cuales el 54,8% se usaron para financiar al fisco (47.495), el resto fue para comprar dólares y el resto para esterilización vía Lebacs neto de redescuentos. En definitiva la variación en la emisión respecto de 2011 fue de + 36,7%. Veamos ahora el corriente año.

Se estima que en el 2013 la emisión aumentará hasta 82.702 millones, de los que 75.000 millones tendrán como destino al fisco, es decir el 90,7%. Frente a esta realidad, que marca un aumento interanual del 47,495% al 90,7%, pierden identidad los demás conceptos y da lugar a expresar que la oferta de dinero está creciendo aceleradamente. Esto da base a que el M3 (dinero + crédito) haya pasado de 36,4% a 31,3% año contra año, con una tasa de inflación en crecimiento (24,9% contra 26,9%) y un PBI creciendo (0,8% contra 3,5% en 2013). De este modo, la demanda real de dinero cayó de 10,7% en 2012 a 0,1% a 2013). En otros términos que la gente no quiere más dinero en su bolsillo. DEMANDA MENOS DINERO.

¿Y qué ocurre en la economía si las necesidades del fisco aumentan, el BCRA emite y la demanda de dinero baja? Algo muy simple, el exceso de pesos aumenta la inflación al aumentar la velocidad de circulación y/o va a atesorarse por medio de la compra de dólares, el que al subir, alimenta a su vez a la inflación. ¿Cómo se corta el nudo? Muy simple, ajustando las necesidades del fisco a la baja.

Así se demuestra que la emisión tiene límites y que el “maldito ajuste” ha de venir por necesidad más que por virtud. Esto da pie a afirmar que después de perder las elecciones de octubre, el rol de la oposición será fundamental para apuntalar políticamente a un gobierno que carecerá de bases de sustentación económica. La situación no es dramática, pero estamos en la faz de amarillo a anaranjado. Para el rojo todavía falta.

Proceso de cambio estructural

El mundo no está equilibrado y eso no es ninguna novedad. El viento dejó de soplar de popa y ahora está de proa, lo cual produce molestias a tripulantes y pasajeros.

La pregunta que estos últimos se hacen es: ¿estas molestias serán transitorias o las tendremos con nosotros durante un largo recorrido? Y el capitán, avezado marino, utilizando terminología económica responde: van a tener que armarse de paciencia porque esto no se trata de un episodio cíclico en que las aguas y los vientos cambian de una manera previsible, sino que se trata de un cambio estructural que se está produciendo en las aguas más profundas.

Esta figura marina puede aplicarse a las distintas zonas geográficas y a cada uno de los países que las componen. Es que ya pasaron los tiempos de bonanza en que todo era apacible hasta la crisis del 2008 y a partir de la cual, sólo unos pocos elegidos sortearon las dificultades con cierta comodidad y aún ventajas, como es el caso de los denominados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Pero eso fue, ya no es mas y hoy nos encontramos con caídas de los commodities que afectan los ingresos de los países productores disminuyendo el nivel de sus ingresos internacionales, porque los países que los demandan han bajado y tal vez, no temporalmente, han entrado en un proceso de estancamiento económico o en todo caso de muy lento crecimiento, como es el caso de China y Estados Unidos.

Continuar leyendo

Sobre el temor y las cajas de seguridad

El comentario que sigue no refleja ninguna novedad. Está referido a circunstancias de naturaleza financiera enmarcadas en la falta de credibilidad y confianza de los ciudadanos respecto de la conducción económica por parte del gobierno, que se estima ha de vulnerar el patrimonio personal y fundamentalmente el que se mantiene líquido en cajas de seguridad bancarias.

En lo personal me tocó vivir como funcionario esta sintomatología, que fuerza es decir estaba alimentada por ciertos funcionarios que no despertaban credibilidad en la ciudadanía. Y tanto entonces como ahora, los temores que se abran las cajas de seguridad y se confisquen los valores que contienen son absolutamente infundados y este juicio no tiene correlación alguna con la ideología del gobierno y sus calidades políticas. Se trata simplemente de afirmar que es físicamente imposible allanar las cajas de seguridad de los bancos, se encuentren éstos donde se encuentren.

Continuar leyendo

Con el blanqueo va a subir el dolar paralelo

El mercado paralelo se alimenta con la oferta y demanda como cualquier mercado. Y si una parte del stock de dólares “en las sombras” se blanquea, habrá menos oferta, con lo cual el precio ha de subir. Simultáneamente, si los tenedores de pesos “en negro“ quisieran aprovechar el blanqueo comprando dólares, aumentarán la demanda con lo que el precio subirá adicionalmente.

El gasto público (GP) consolidado, independientemente de su magnitud y eficiencia, alcanza a todos los ciudadanos porque sus erogaciones se derraman por todo el sistema económico. Pero no es financiado por todos los ciudadanos tal como establece la ley ya que una parte significativa, la que se encuentra en “la economía informal”, incumple en gran medida sus obligaciones.

Ya sean los empresarios o los asalariados, unos y otros evaden impuestos y cargas sociales con el fin de mejorar sus ingresos disponibles. Está claro que la magnitud de los flujos monetarios que alcanza a ambos permite afirmar que en términos de stocks, la evasión se concentra en función de la distribución de los ingresos, con lo cual se quiere significar que el peso de la carga fiscal recae con mayor intensidad sobre los que menos tienen.

Continuar leyendo