Crisis brasileña, crisis del Mercosur

La tensión en el Mercosur es cada día más preocupante y el futuro inmediato de la unión aduanera parece hoy descansar más en las perspectivas electorales argentinas que en otras consideraciones puntuales. El breve lapso de tiempo para que asuma una nueva administración en la Casa Rosada parece haber sido uno de los factores que evitó que prosperara la iniciativa de que Brasil abandonara el Mercosur impulsada por el senador Renán Calheiros, presidente de la Cámara Alta del Congreso, que integra el Partido del Movimiento Democrático Brasileño y es un importante aliado de la presidente Dilma Rousseff. También un político de significativa relevancia futura.

De continuar en el 2016 las orientaciones económicas y de política exterior del Gobierno de la presidente Cristina Kirchner, la historia puede ser distinta y quizás más compleja para los intereses argentinos. Nuevamente los ojos volverían a la inacción del Mercosur y al corsé que muchos sectores económicos de Brasil interpretan como limitante para atenuar la crisis económica e incluso la debilidad política. La negociación unilateral de acuerdos de libre comercio es considerado un paso esencial en la recuperación económica del Brasil y ha sido defendida por entidades empresariales como la Confederación Nacional de la Industria y la Confederación Nacional de la Agricultura. Brasil se encuentra en el quinto año de recesión y el 2015 se presenta con una probable contracción del producto bruto interno del 1,49 % y con una inflación del 9 %. Continuar leyendo

Panorama del Ártico

La campaña de Greenpeace sobre el Ártico como la injusta detención por piratería de alguno de sus integrantes, que incluye a los argentinos Hernán Pérez Orsi y a Camila Speziale, ha puesto oportunamente a esa zona estratégica del planeta en el epicentro de atención diplomática y debería ser objeto de particular seguimiento por parte de Argentina por cuanto sería razonable que el Polo Norte tuviera un régimen similar al del Polo Sur.

El Ártico, un extenso océano cubierto de una banquisa y rodeado de tierras despobladas, se está constituyendo en un área de creciente significación y disputa entre las grandes potencias en particular porque está marcada por la singularidad de que no pertenece a ningún país. En este contexto, los estados ribereños (Rusia, Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Islandia, Suecia, Noruega y Finlandia) se encuentran aumentando la presencia militar de manera preocupante. Las perspectivas de explotación de petróleo y gas, consideradas en un tercio de las reservas mundiales, además de los recursos mineros y biológicos, son cada vez más accesibles debido al calentamiento global y los cambios climáticos. Varios países se disputan la plataforma continental que se extiende bajo el Océano Glacial Ártico. Su importancia geoestratégica no se agota con los recursos naturales que ofrece. Las posibilidades de ser ruta de alternativa marítima entre Europa y Asia, que implica una reducción significativa de distancia, es cada día más importante con motivo de los deshielos de verano.

Continuar leyendo