¿Qué cambió?

Roberto Porcel

Hasta hace muy poco, el lema de este kirchnerismo que gobierna era “patria o buitre”. La épica y el relato de que estamos solos frente al “resto del mundo”, que quiere derrotar este modelo “exitoso”, parecía ser la “política de Estado” más celosamente cuidada y llevada adelante por el Gobierno. No hay más que recordar el paso de Axel Kicillof por Nueva York, descalificando al juez Griesa y hasta al propio presidente Barack Obama. Se trató de ir a la Corte Internacional de La Haya denunciando a los Estados Unidos como último responsable de la conducta de esos “buitres”. La Presidente de la Nación no se privó de llamar “senil” al juez de Nueva York, al tiempo que gritó a los cuatro vientos que jamás su gobierno negociaría con los buitres. En esa dirección, ordenó a sus espadas en el Congreso que sancionaran una ley que lisa y llanamente prohíbe cumplir con el fallo del juez Griesa. Desde un ángulo más bizarro, sus muchachos de La Cámpora reforzaron esta épica con una edición “trucha” del diario Clarín, desde la cual pretendían descalificar a los posibles sucesores a la Presidencia, con un titular que rezaba “pagaron a los fondos buitres”…

Así hasta ayer. De repente, todo parece tomar un rumbo diametralmente opuesto. Cada vez cobra más cuerpo la versión de que los buitres ya no serían tan buitres, y que a partir del mes de enero este gobierno resolvería el problema de los holdouts y arreglaría no sólo con los que tienen sentencia pari passu, sino con todo el 7% que no entró al canje. Al respecto, sorprendió la declaración del Presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, afirmando ayer en un reportaje que, a partir de enero, él no tenía dudas que el gobierno arreglaría con los holdouts como ya lo hizo con el Club de Paris o con YPF. El gobernador Daniel Scioli también habló en ese sentido en otro reportaje brindado por la misma emisora radial. Recordemos que Scioli es el jefe del kirchnerismo en la Provincia de Buenos Aires, y que Marangoni preside el banco más importante de la Provincia de Buenos Aires.

Más contundente aun resultó el dato de que Alejandro Vanoli, flamante titular del Banco Central, habría afirmado en secreto frente a banqueros internacionales, según informa Clarín, que el gobierno de Cristina Kirchner estaría dispuesto a resolver el litigio con los holdouts. Según lo informado por ese diario, el titular del Banco Central, ante inversores de Wall Street, habría admitido que el Gobierno cumpliría con el fallo del juez Griesa, aunque buscaría un modo “elegante” para informarlo al país.

A primera vista, uno podría adjudicar esto al vencimiento de la cláusula RUFO en enero próximo; sin embargo, a poco que se analice el tema con un poco de profundidad, se advertirá que esa cláusula ha perdido virtualidad frente a leyes como la 26.886 o la recientemente sancionada de cambio de jurisdicción y legislación, que prohíben negociar con los holdouts en condiciones más favorables a aquellos que entraron al canje. Incluso, prohíben negociar con los holdouts que estuvieran en juicio con el país. Luego, “arreglar” con los holdouts en el mes de enero no respondería al vencimiento de la cláusula RUFO. Máxime cuando el gobierno fustiga a la oposición que anuncia la “derogación” de leyes recientemente sancionadas. Me cuesta creer que el gobierno esté pensando, luego, en derogar leyes recientemente sancionadas…

Me pregunto entonces qué cambió en estos días, para que esa “política de Estado” instalada con tanta intensidad, “patria o buitre”, ceda y dé paso a una versión que pregona una solución integral y negociación con todos los holdouts a partir del próximo enero…

¿Tendrán algo que ver las investigaciones que llevan adelante los fondos de inversión respecto de actos de corrupción que podrían involucrar a funcionarios del gobierno y/o a personas vinculadas a él? Digo, porque “casualmente” cuando empezaron a tomar estado público algunas de estas investigaciones o citaciones de algún funcionario por algún tribunal de los Estados Unidos, comenzó a tomar cuerpo la posibilidad de cumplir con la sentencia del juez Griesa y de arreglar con la totalidad de los holdouts. Se entenderá la sorpresa ante el  hecho de que un tema tan “estudiado” por el Ministro Kicillof, que en todo momento aseguró que lo decidido por Griesa era de cumplimiento “imposible”, se vuelva de pronto perfectamente “posible” y se decida tan súbitamente su cumplimiento.

Conjeturas o meras casualidades, -ciertamente no serían las primeras, Boudou y el caso Ciccone ya nos tienen acostumbrados-, lo cierto, es que habrá que dejar correr estos últimos meses del año, para conocer verdaderamente, que es lo que cambió, si es que algo cambió. Como sea, no habrá que esperar mucho; enero está a la vuelta de la esquina…