Ella es ELLA

Roberto Quattromano

Ella comenzó su carrera política acompañando a Él, como su esposa, en la campaña electoral con vistas a las elecciones presidenciales del 24 de febrero de 1946. Su participación fue una novedad en la historia política argentina. En aquel momento las mujeres carecían de derechos políticos y las esposas de los candidatos tenían una presencia pública muy restringida y básicamente apolítica.

Fue Ella la organizadora de ese 17 de octubre, día en que los trabajadores empezaron a formar parte de las decisiones de nuestro país y los postergados vieron llegar su mejor hora.

Ella, con tan sólo 26 años, se instaló en el cuarto piso del Palacio de Correos y Telecomunicaciones, donde comenzó a atender a los trabajadores que solicitaban su intervención para obtener mejoras en las condiciones laborales o buscar soluciones a conflictos gremiales.

Ella prestó apoyo a la política de Él, al dirigir sus acciones a sectores relegados históricamente de manera injusta. Dentro de éstos, estaban las mujeres, a quienes organizó en una búsqueda de una mayor igualdad en la vida laboral, familiar y cívica.

Ella viajó por todo el país supervisando las obras que se proponían como fundamentales en las políticas nacionales y de esta manera pasó a ser, en persona, una instancia de control gubernamental, sin tener ningún cargo en el gobierno pero con indudable legitimidad popular.

Ella puso todo su amor al servicio de los más necesitados, su apasionada lucha por la justicia social y su coraje quedaron expuestos al enfrentar a quienes se oponían a construir la Casa Grande.

La vida de Ella había llegado a su fin, tan devastadora y tempranamente. Luego comenzó su segunda vida. Una historia llena de sobresaltos, confabulaciones, dolor, crueldad y angustias que, poco a poco, colaboraron para convertirla en la mujer más importante de nuestra patria.

Este 26 de julio se cumplen 61 años de su desaparición física; los más humildes jamás la olvidaron, porque su práctica fue absolutamente consecuente con sus ideas. Es bueno recordar esta fecha, para que no nos vuelva pasar, el horror de aquellas pintadas cobardes que decían “viva el cáncer”, ignorando la obra realizada por Ella, Eva Perón.