Más que un nombre

Roberto Quattromano

El barrio Los Perales recupera este título después de casi 60 años, cuando la llamada Revolución Libertadora, que derrocó al presidente constitucional Juan Domingo Perón, lo rebautizó “Manuel Dorrego” por considerar a Los Perales “un nido de ratas peronistas”.

Esta zona de Mataderos se caracteriza por una marcada tradición justicialista. El barrio Los Perales es habitado por personas trabajadoras y humildes, vecinos a los que en 1955 les fue arrebatada su identidad barrial, manteniendo hasta nuestros días lo establecido por aquella infame dictadura.

Del barrio Los Perales surgió una leyenda urbana poco sustentada, perteneciente al imaginario del antiperonismo, que afirmaba que los nuevos propietarios hacían asados con las maderas del parquet de las casas.

El origen de su población fue heterogéneo y no hay fundamentos para afirmar que barrios como este dieron albergue solo a familias de migrantes internos.

Este complejo habitacional no fue ajeno al importante y constante flujo migratorio, a tal punto que el presidente Arturo Frondizi construyó viviendas anexas al terreno. Es posible que muchos habitantes que vinieron del interior del país hayan evitado terminar vivir hacinados gracias a estos nuevos complejos, pero muchos otros también llegaron de conventillos y casas de alquiler porteños. Algunos incluso vivían ya en Mataderos.

A casi 60 años de su rebautización, el pedido de los vecinos, quienes se sienten representados con la denominación original, surtió efecto. Esa zona de Mataderos no solo recuperó el nombre* sino también su historia, identidad, pasado y futuro.

*Por ley, la ciudad de Buenos Aires devolvió el nombre Los Perales al complejo habitacional del barrio de Mataderos.