La escalada inflacionaria

Rubén Murray

Enero del 2014 tuvo un comienzo caracterizado por fuertes aumentos de precios, por ejemplo, el boleto de colectivo se encareció un 66%, la nafta un 10%, el costo de pasajes aéreos para vuelos de cabotaje un 12%, los peajes nacionales a partir de febrero un 50%, el impuesto a los autos, que no sólo está afectando a los de alta gama, tiene una suba que oscila entre el 50% y el 100%; y en muchos casos también está incrementando el precio de autos más económicos Por otro lado, muchos de los productos del nuevo acuerdo de precios incluyeron subas significativas, lo que no genera buenas expectativas para este nuevo año, sino temor a una nueva escalada inflacionaria.

Según los datos que publican mensualmente diversos diputados del Congreso Nacional, la inflación de 2013 fue del 28,38%, siendo la más elevada de la última década, y por ende, de la gestión de los Kirchner en el poder. Tan sólo en diciembre fue del 3,38% mensual, que es la medición más alta que tuvo este mes en los últimos 20 años. En contraste con estas cifras, según el INDEC la inflación de todo 2013 fue de tan sólo el 10,9%, número que no resiste el menor análisis. Las personas cuando salen de sus casas para ir al mercado o al trabajo difícilmente ratifiquen al INDEC.

A pesar de la suba que están teniendo los precios, el Gobierno no hace nada para contenerlos, por el contrario, toma medidas que no hacen más que potenciar la inflación. Vale destacar que somos el segundo país con mayor inflación de América, siendo superados sólo por Venezuela, que en 2013 tuvo una suba de precios superior al 50%. Y hay países como Chile, Perú, Ecuador y Colombia que tuvieron en todo el año pasado una inflación menor al 3,38%.

El problema es que la inflación genera un círculo vicioso que es difícil de frenar. Próximamente se negocian las paritarias, y en muchos casos se está hablando de un piso del 30%, o de negociaciones trimestrales para no quedar desfasados frente a la suba de precios. Y hay un precedente que afecta las paritarias, que es el caso del incremento en diciembre de los salarios de los policías, que en varias provincias fue superior al 30%. Y como si esto fuera poco, el “ancla inflacionaria” que tenía el gobierno, que era la cotización del dólar, ya dejó de cumplir esa función y nuestra moneda se está depreciando frente al dólar a una tasa similar e incluso superior a la de la suba de precios.

La inflación nos afecta a todos, y en mayor medida a los sectores más vulnerables de la sociedad. Y es precisamente este problema el que genera presión sobre el tipo de cambio, afecta las reservas del Banco Central, desalienta inversiones, provoca un mayor déficit fiscal, y le quita competitividad a los productos que exportamos.

Un buen comienzo para solucionar este problema es reconocer la inflación y que el Gobierno adopte medidas para frenar esta escalada de precios. El próximo mes debuta el nuevo índice de inflación del INDEC, en ese momento se va a saber si efectivamente se terminó la manipulación de las estadísticas del organismo o si lo único que hubo fue un cambio de nombres en las autoridades económicas, pero con el mismo rumbo.