Estamos mal, pero vamos bien

Ruben Ullúa

Esta es quizás una sensación generalizada tanto en el universo empresarial como en el inversor local. Si bien los capitales externos aún no han llegado en la proporción esperada, las expectativas de que ello ocurra en un plazo no muy largo mantienen en vilo al inversor y este es quizás el punto más importante en este momento para el mercado de capitales. Recordemos que los mercados reaccionan a las noticias pero forman tendencia con base en expectativas y, desde el punto de vista técnico, el comportamiento de precios suele muchas veces dar indicios sobre el estado de esas expectativas por parte del mundo inversor. Sin embargo, al observar el accionar del mercado local respecto al mercado internacional, veremos que las condiciones no son para nada disímiles.

En las últimas semanas, los mercados de capitales han mostrado cierta apatía en su comportamiento. La selectividad y el trading han pasado a ser un punto clave al momento de tomar decisiones.

De hecho, luego del avance practicado por muchas bolsas del mundo entre febrero y finales del mes de abril, se ha apreciado un comportamiento de ajuste y toma de ganancia a dicha subida. Como es habitual en estos casos, la duda que se le presenta al inversor es si la baja desarrollada debe ser considerada sólo como temporal y correctiva o si, por el contrario, debe pensar en caídas más importantes para adelante.

Recordemos que los mercado financieros en el mundo han tenido un comienzo de año 2016 algo traumático, con caídas porcentuales realmente importantes y si bien desde finales de enero y comienzos de febrero muchos mercados han logrado revertir esa tendencia negativa de inicio de año, por otro lado, no es un dato menor que el avance practicado hasta el momento no haya tenido la fuerza necesaria para superar resistencias y alcanzar nuevos máximos por encima de los vistos el pasado año 2015, tanto para la bolsa argentina como para los principales índices bursátiles de Estados Unidos.

En efecto, hacia mediados de marzo pasado, en la nota que dimos en llamar “La bolsa argentina y Wall Street, un solo corazón”, advertíamos que, al ajustar el comportamiento del índice Merval en términos de dólares, este había alcanzado su punto más alto o máximo histórico hacia el mes de mayo del año 2015, en torno a los 1.057 puntos y, desde entonces, salvo en acciones puntuales de algunos sectores beneficiados por el cambio político, que incluso muchas de estas empresas cotizan en el panel general, en términos generales no ha sido negocio estar en acciones locales, ya que si bien hubo períodos de repuntes importantes, estos se han dado en medio de un proceso lateral amplio y de algún modo terminaron recuperando correcciones previas del mercado.

Lo cierto es que la bolsa local viene fluctuando desde mayo del 2015 en una amplia franja que va de los 1.050-650 dólares, sin encontrar hasta el momento una tendencia clara. Algo similar ocurre con los principales índices bursátiles de Estados Unidos, tanto para el índice Dow Jones como para el índice SP500: han estado fluctuando desde mayo del 2015 en la amplia franja de 18.300-15.300 puntos y 2.130-1.830 puntos, respectivamente, sin encontrar tendencia clara de fondo hasta el momento.

Como se aprecia en la siguiente gráfica, más allá de que los fundamentos de la bolsa estadounidense y del mercado local sean distintos, estos mercado mantienen actualmente cierta simetría en su accionar y si bien el mercado local no ha logrado acompañar hasta el momento el fuerte avance de las últimas sesiones de los índices estadounidenses, está claro que en ambos casos aún no se han superado los niveles de resistencia más importantes que están dados por máximos previos y es este el evento técnico necesario para asumir que el mercado ha retomado la senda alcista de mediano plazo.

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Con lo expresado, del mismo modo que creemos que en la medida en que esta zona de resistencia y los máximos previos de estos mercados no sean superados, tendremos que mantener la cautela operativa y estar alertas ante la posibilidad de nuevos ajustes, al menos como corrección parcial del avance desde febrero pasado, también queremos advertir que ante un quiebre alcista de la zona de máximos, estaremos técnicamente confirmando la liberación de una tendencia ascendente mayor para estos mercados, que podría alcanzar, hacia el segundo semestre, rendimientos tentativos entre el 20% y el 25%, al menos.

Para retomar lo mencionado al inicio de la nota, actualmente hay muchas dudas en el mundo inversor sobre la tendencia que tomarán estos mercados en el corto plazo, sin embargo, también es cierto que las expectativas alcistas no se han eliminado, motivo por el cual los precios se encuentran muy cercanos a su zona de máximos históricos. Por ello, sugerimos estar atentos, ya que la oportunidad de retornar al mercado de acciones podría darse de un momento a otro.