Parece un país de locos

Si los líderes de una empresa privada –una como alguna de las insignias que hicieron de Estados Unidos la gran nación que ha sido a través de los años– llegaran a un punto en el cual no pudieran pagar las cuentas, por falta de un acuerdo entre ellos mismos, seguramente serían despedidos por la junta directiva de la empresa, o por sus dueños o accionistas. No pasarían más de tres días para que se tomara una medida de emergencia para pagar los compromisos de la empresa y no dejar de ganar dinero. No se pensaría ni dos veces en poder llegar al extremo de afectar la economía de la empresa. Porque como dijo el ex presidente Bill Clinton en su momento: “Es la economía, estúpido”.

Lástima que en el gobierno de Estados Unidos la política ha secuestrado hasta a la economía del país de la prosperidad económica, ese en el cual los sueños de todos se hacían realidad, hasta hace poco. La política, y no la política responsable ni cuerda, sino una política loca, racista y fanática sin escrúpulos ni coherencia, ha tomado a algunos gobernantes. La misma que liderada por congresistas a los que aunque analistas, premios Nobel, estudiosos y expertos le provean información para darse cuenta de que el país podría estar en un mejor rumbo, les provoca hacer lo que quieren y burlarse de sus jefes, los electores. Aprovechándose de que el gobierno de Estados Unidos es una noble democracia, y no una dictadura y de que creen que los electores tienen memoria corta y todavía falta un tanto para las elecciones.

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La importancia de la reforma migratoria para los partidos políticos

Esta semana la congresista de la Florida Ileana Ros-Lehtinen dijo que se siente positiva con respecto a la reforma migratoria. Ros-Lehtinen ha dicho algo clave refiriéndose a los que piensan que la reforma sería una amnistía: “La verdadera amnistía sería no hacer nada”. Sabia frase. La mayoría de los congresistas pareciera tener claro que el sistema de inmigración está quebrantado, porque no se trata solamente de la inmigración que entra por la frontera con México (la que más quieren reforzar de acuerdo a un proyecto presentado en el Senado), se trata de un sinnúmero de problemas dentro del sistema de inmigración actual.

El presidente Barack Obama ha optado por la discreción, sin difundir con claridad cuál será su rol con una cámara dividida en los avances que puedan tener en materia migratoria, aunque se ha reunido recientemente con senadores claves que han reiterado que este año sí pudiera aprobarse la reforma. Para el presidente y para el Partido Demócrata es importantísimo cumplirle a los hispanos. Es cierto que muchos hispanos votan y tienen sus papeles en regla, pero también según numerosos estudios se cree que una buena cantidad de nuevos naturalizados tendrían una tendencia a afiliarse con el Partido Demócrata. Una encuesta revela que aunque para los latinos los empleos son más importantes que una reforma migratoria, un 45% de encuestados le han dicho a Latino Decisions que pudieran votar por republicanos que toman el liderazgo en el tema.

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