Una agenda integral de la evaluación educativa en la Ciudad

Silvia Montoya

En la última década, la sociedad argentina en general y la Ciudad de Buenos Aires han hecho un esfuerzo importante en materia educativa, tanto en la parte salarial como en la infraestructura y equipamiento. Sin embargo, subsisten bajas tasas de promoción, de no graduación a tiempo y bajos niveles en los aprendizajes adquiridos en el nivel medio además de la existencia de brechas entre distintos sectores. Estos problemas persisten en el marco de una sociedad dinámica donde el conocimiento tiene un papel central.

La Ley Nacional de Educación resalta el carácter integral de la educación y su papel vital como vehículo que sirva para “profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico-social de la Nación”. Y garantizar el desarrollo de “las competencias necesarias para el manejo de los nuevos lenguajes producidos por las tecnologías de la información y la comunicación” entre otras.

Disponer de información precisa, confiable e integral en el momento adecuado permite evaluar el progreso hacia el logro de nuestro objetivo: que todos y cada uno de los niños, jóvenes y adultos pueda acceder, permanecer y egresar el sistema educativo en el tiempo esperado y con las competencias y saberes necesarios para insertarse en la sociedad. La evaluación como elemento dinamizador de la mejora es una herramienta que ayuda a identificar problemas, discutir alternativas y adoptar cursos de acción.

Por ello, en 2013 el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires agregará a los instrumentos de evaluación global de su sistema educativo (que comprende alumnos, prácticas pedagógica e instituciones educativas) diagnósticos que indagan sobre aspectos de la educación poco explorados en la agenda nacional y jurisdiccional:

  • El Instrumento de Diagnóstico de Preparación temprano (EDI, por sus siglas en inglés) busca identificar aquellas áreas donde los niños que asisten a los dos últimos años del jardín de infantes tienen fortalezas y debilidades, y así poder mejorar las políticas de acompañamiento que igualen las oportunidades de aprendizaje de los niños al comenzar el nivel primario. El instrumento, a ser completado por los docentes, sirve para la interpretación de grupos en cinco áreas: salud física y bienestar; competencias sociales; madurez emocional; desarrollo cognitivo; y habilidades de comunicación.
  • El estudio de alfabetización computacional y uso de la información (ICILS, por sus siglas en inglés), será una primera estimación de la situación de la Ciudad en materia de apropiación de la informática. Además, constituirá un excelente punto de referencia para monitorear el Plan S@rmiento. Hacemos un esfuerzo importante para democratizar el acceso a las nuevas tecnología y aprovecharlas en el sistema educativo. Ahora necesitamos saber cómo funciona para identificar aspectos positivos y problemas y mejorar.
  •  El Estudio Internacional sobre Educación Cívica y Ciudadana (ICCS, por sus siglas en inglés), busca conocer las actitudes y conocimientos de los estudiantes de primer año de la escuela secundaria sobre la ciudadanía. Se abordan temas como: el sentido de identidad latinoamericana de los estudiantes, el conocimiento y las actitudes sobre las normas constitucionales, los servicios públicos, las leyes, las actitudes hacia la diversidad, la resolución de conflictos y el papel de la violencia en la sociedad, entre otros.

La evaluación como elemento dinamizador de la mejora es una herramienta que ayuda a identificar problemas, discutir alternativas y adoptar cursos de acción. Estas pruebas han tenido procesos de diseño, adaptación e implementación cuidadosos, que garantizan la calidad tanto de los instrumentos como de la aplicación y consolidan capacidades en los equipos jurisdiccionales encargados de esos procesos.

La incorporación de elementos diagnósticos nuevos que comienzan en la primera infancia, forman parte de una agenda propia y ambiciosa que se inscribe en la vocación del gobierno de Mauricio Macri por darle un papel central a la educación y cumplir con los compromisos asumidos por la jurisdicción, con sus votantes en respeto del marco de la Ley Nacional de Educación.