La inseguridad no se resuelve con más armas

Victoria Donda Pérez

Un reciente fallo del Tribunal Superior de Justicia porteño (TSJ) habilitó a la Policía Metropolitana a usar las pistolas taser. Este fallo llega luego de que otros dos de primera y segunda instancia, frenaban el uso de aquellas armas en base a antecedentes de la Convención contra la Tortura adoptada por el Asamblea General de las Naciones Unidas y la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, que recomendaba no utilizar ese armamento por considerar que podía llevar a la muerte.

Pero para entender mejor porque es absolutamente peligroso y erróneo el uso de las taser es bueno conocer qué ha sucedido en el mundo con su uso y que recomiendan otros organismos internacionales. Para empezar, entre junio de 2001 a marzo 2007, solamente en los Estados Unidos, 150 personas murieron bajo custodia policial después de que se usarán “tasers” contra ellas, principalmente debido a la restricción física y estrés que generan durante el arresto.

Por otro lado, Amnistía Internacional ha denunciado que mas allá de su letalidad, el uso del taser produce un fuerte dolor en la persona sin dejar grandes marcas, por lo que la policía puede emplearla como arma de tortura encubierta, prestándose así para cometer abusos policiales indeseables, ya que son fáciles de llevar y fáciles de utilizar. Los organismos internacionales las desaconsejan, tanto el Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura, que ha sostenido que el uso de estas armas ‘causa severo dolor que constituye una forma de tortura’ y ha recomendado a los estados miembros que ‘consideren abandonar el uso de armas eléctricas taser’; como el Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial sosteniendo que las armas de tipo taser han sido ‘burdamente mal usadas’, y empleadas ‘desproporcionadamente’ contra población negra y latina, por lo que también las rechaza. Finalmente, Laser International, una de las principales firmas fabricantes, admitió en el año 2005 que el arma puede ser letal.

He impulsado desde mi banca la ley de creación del Mecanismo Nacional Contra la Tortura que posteriormente el oficialismo ha impedido constituir y que serviría precisamente para prevenir y sancionar los casos de tortura y malos tratos. Creo además que este tipo de avances institucionales se hacen urgentes para poder tener un espacio que aconseje y asesore a gobiernos, como en este caso el de Mauricio Macri, para no avanzar con este tipo de medidas, ya que la inseguridad no se resuelve con más armas en la calle.