El desafío de la calidad y equidad educativa

Victoria Morales Gorleri

El siglo XXI nos interpela como sociedad para lograr que todos nuestros niños, jóvenes y adultos alcancen una educación de calidad. Una institución educativa de calidad es aquella en la que sus alumnos progresan al máximo de sus posibilidades y en las mejores condiciones posibles. Debemos aspirar a una escuela en la que la calidad y la equidad sean los valores diferenciales. A partir del reconocimiento y valoración de éstas se garantiza la igualdad de oportunidades, cuyo punto de partida es el acceso, permanencia y egreso del sistema.

Todos tenemos claro que no basta con aumentar el presupuesto educativo, que en la actualidad alcanza en nuestro país el 6,47% del PBI, y tampoco es suficiente que todos estén en la escuela. El desafío hoy es que todos puedan egresar de nuestras escuelas habiendo logrado una educación de calidad. ¿Qué significa esto, en el siglo del conocimiento? Debe ser una escuela capaz de formar integralmente  a cada alumno, dándole la posibilidad de elaborar y realizar su propio proyecto de vida, brindándole las habilidades intelectuales, actitudinales y valores fundamentales que le serán vitales en su proceso de crecimiento. Una escuela que le posibilite insertarse en mundo laboral y lo convierta en ciudadano comprometido activamente en pos de lograr una sociedad cada día más justa y próspera.

Para alcanzar esa misión es necesario que cada escuela trabaje en procesos que le permitan descubrir cuáles son sus fortalezas para potenciar y obstáculos para mejorar. Entonces, ¿existen políticas públicas que incentiven, acompañen y evalúen estos procesos en la búsqueda de la calidad y equidad? En ese camino estamos en nuestra Ciudad de Buenos Aires: se vienen realizando programas de mejoras; rediseño del sistema educativo en general, sobre todo focalizado en una nueva escuela secundaria; fomento a la formación de futuros docentes; capacitación continua; mejoramiento en las condiciones físicas y de recursos e incorporación de nuevas tecnologías.

El reto prioritario y objetivo primordial es construir un sistema que garantice la equidad e inclusión en todos los niños, jóvenes y adultos. Debemos atender a la diversidad y tender hacia la equidad. Ello debe ser el eje de todo debate con el fin de alcanzar la mejora de la calidad educativa.