Ahora o nunca

Un nuevo tiempo se siente en Venezuela. El país con la mayor reserva petrolera en el mundo vive uno de los momentos más críticos de su historia contemporánea, pero también un renacer de su democracia a partir de las últimas elecciones para escoger a los 167 diputados a la Asamblea Nacional. El país depende ahora del comportamiento de un Poder Legislativo finalmente independiente, luego de 17 años de chavismo.

El 6 de diciembre hubo elecciones en Venezuela. ¿Y qué pasó? La oposición ganó los dos tercios de la Asamblea Nacional, un hecho histórico y extremadamente importante por cuanto, al tener la mayoría calificada, se podrán aprobar y derogar leyes, investigar a las autoridades venezolanas y hasta solicitar un referéndum revocatorio para el presidente Nicolás Maduro. Es el momento perfecto para revisar lo ocurrido en esta elección y lo que se espera en Venezuela a partir de estos inéditos resultados. Continuar leyendo

Camino a lo irreversible

En esta  política de “patoteros de barrio”, esa que funciona a las patadas, a puños y gritos, en la que el bravucón de turno dice y desdice de cualquiera, sosteniendo el uso de la fuerza a discreción y sin temor a un castigo futuro, marcar un escenario relativamente ajustado a la realidad se hace difícil.  Y es que con un sistema de gobierno que dejó atrás a la academia, a los libros y a las leyes, que se acostumbró a gobernar y adaptar todo el entorno a su epicentro y no al revés, no quedó otra que convertirse en una máquina generadora de disparates, donde el pudor no tiene espacio alguno.

Por momentos pienso si realmente el dinero y el poder tienen tal capacidad como para llevar a diversos funcionarios a hacer de lo grotesco su forma de vida, como malos comediantes, sin importar su propia identidad, sus valores, su “propio yo”. Les confieso que me da pena ajena lo que veo frecuentemente, y eso que por cuestiones de salud he dosificado la cantidad de horas diarias de medición de información.

Otro elemento que se suma a esta vorágine inverosímil es el relativismo. Todo es discutible, todo depende de cómo lo mires. Nosotros tenemos presos políticos, el gobierno los cataloga de “políticos presos”; nosotros hablamos de torturados, ellos hablan de “mecanismos legales para obtener información”; el estupor es tal que la fabricación de pruebas por parte de los “órganos de inteligencia venezolanos” parece más bien la tarea de un alumno de secundaria para recrear algún episodio de Sherlock Holmes. Continuar leyendo