Telaraña kirchnerista

Walter Schmidt

La posible candidatura de Cristina Fernández a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires o al PARLASUR, guarda bajo llaves un interrogante que preocupa al peronismo. ¿Su nombre en la boleta le suma o le resta votos al candidato presidencial oficialista?

Pero no solo la posible candidatura de la mandataria transmite inquietud en gobernadores e intendentes del PJ. Axel Kicillof o Eduardo “Wado” de Pedro como probables compañeros de fórmula de Daniel Scioli, ¿traccionan votos a la candidatura del gobernador bonaerense en su carrera hacia la Casa Rosada o los ahuyentan?

De seguro, si el postulante del Frente para la Victoria termina siendo Florencio Randazzo, para sorpresa de todos, la mandataria traccionará mas votos que su delfín. Ahora bien, si como marcan las encuestas el candidato del oficialismo es Scioli, la duda se acrecienta.

Está claro que el antikirchnerismo y la franja del electorado “ni” podría llegar a digerir a Scioli, a partir de sus permanentes cotocircuitos con Néstor y Cristina Kirchner, su impureza K y su amplio relacionamiento con todo el arco peronista y con los opositores. Lo que no avalaría de ninguna manera es que Cristina fuera en la misma boleta.

El combo para Scioli podría complicarse aún mas si la Presidenta decide que Kicillof o De Pedro vayan por la vicepresidencia. Automáticamente, el salvavidas de plomo lucirá en el cuello de Scioli.

El ministro de Economía es el mejor candidato que tiene La Cámpora para una incursión electoral. Aunque, está claro, para ir como “segundo de”, porque carece de aceptación, imagen e intención de voto suficiente para competir como postulante presidencial en las PASO del Frente para la Victoria.

¿Kicillof como vice de Scioli, sería piantavotos? En las elecciones generales de octubre, probablemente. Basta con remarcar la reciente demostración de la ignorancia del ministro respecto del trabajo periodístico.

Luego de cometer el error de afirmar que “no” tenía el número de pobres porque sería algo “estigmatizante”, ensayó una rídicula e inverosímil defensa que denota el desconocimiento de la labor de la prensa.

“Quiero denunciar esta maniobra y tendencia y forma de actuar: me hacen una entrevista de una hora y después toman una frase suelta, de una pregunta lateral, y con eso arman una agenda de lo que ellos quieren tratar”. Alguien debería explicarle al ministro que cualquier periodista titula con una frase un artículo periodístico, al que desde ya sacará del contexto de una nota general, sin alterar el espíritu de lo que quiso decir el entrevistado. No es tan difícil.

Entre el rechazo que genera Kicillof en un sector del electorado y el manejo discrecional que haría en el contacto con los medios si fuera candidato a vice de Scioli, claramente sería un factor de fuga antes que de tracción de votos para el actual gobernador.

Tal vez distinta sea la actitud del camporista De Pedro, si le toca cumplir con ese rol. Claro está que la agrupación a la que representa tiene peor imagen aún, por su destrato a los medios que no son oficialistas, lo cual tampoco sería un aporte a la carrera presidencial del oficialismo.

Quizás a a los fines de la interna, tanto el ministro de Economía como el joven Secretario General de la Presidencia sumen, a raíz de su identificación con “el modelo” para el público kirchnerista. Pero en las elecciones generales, las necesidades son otras.

Lo mejor que le puede pasar a Scioli es que la Presidenta le permita deisgnar a su compañero de fórmula y a su candidato a la gobernación bonaerense que compita con el resto. Sin importar, incluso, que la lista de legisladores nacionales sea diseñada por Cristina sin consenso alguno.

Pero si el mandatario provincial tiene que “lidiar” con un vice “piantavotos” y la presidenta como candidata a legisladora, será muy empinada la pendiente que Scioli deberá sortear, sobre todo si hay un ballottage con Mauricio Macri.