Del cacerolazo a las urnas

Yamil Santoro

Hace varios años miles de argentinos nos dimos cuenta de que el kirchnerismo estaba lejos del ideal republicano, del respeto de las minorías y de la primacía de la Justicia. A algunos nos despertaron los múltiples casos de corrupción, a otros la infeliz frase: “Vamos por todo”, con tufo autoritario. También están quienes se avivaron con la confiscación de los fondos de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones, las estatizaciones que les hicieron perder millones de dólares a los argentinos o ver plagado al Estado de miembros de la Cámpora o de personas sin idoneidad, como Delfina Rossi.

Probablemente vos seas una de esas personas que en algún momento se dio cuenta de que aquello que nos estaba pasando no estaba bueno y creíste que nos merecíamos algo mejor. Y porque creíste que nos merecíamos algo mejor seguro fuiste uno de los millones de argentinos que salió a las calles en el 2012 y en el 2013 para reclamar un cambio en la forma en la que se estaban haciendo las cosas. Probablemente estás cansado, al igual que yo, de ver que existen conflictos entre amigos y familiares por una grieta que sólo les ha servido a algunos pocos para llenarse los bolsillos. O que les ha servido a otros para esconder sus fracasos, como hizo Daniel Scioli cuando deliberadamente ocultó el número real de muertos en las inundaciones de La Plata.

Hicimos todo lo que pudimos para evitar que se llevaran puesta a la Justicia, que corrieran a José María Campagnoli porque se animó a investigarlos. Reclamamos por el asesinato de Alberto Nisman y votamos en el 2013 para derrotar al kirchnerismo en las urnas.

Este próximo domingo vamos a tener una oportunidad histórica de frenar al kirchnerismo, al autoritarismo, al populismo. Tenemos la oportunidad de trabajar en equipo como argentinos que creemos que podemos vivir mejor para impulsar un cambio de una vez por todas.

Lamentablemente, dado el escenario electoral que enfrentamos, si bien todo apunta a que vamos a tener una segunda vuelta entre Mauricio Macri y Daniel Scioli, dichos resultados están dentro del margen de error y podríamos no tener segunda vuelta y estar condenados a, por lo menos, cuatro años más de kirchnerismo. Te pido que dejes de lado tu orgullo, que por un momento dejemos de lado lo que nos gustaría que pasara y pensemos en lo que realmente puede pasar. Este próximo domingo tenemos la posibilidad de habilitar una instancia más de batalla electoral votando a Macri y de terminar con decenas de años de pésimas gestiones votando a María Eugenia Vidal, a Alfredo de Angelis o a otros tantos candidatos.

Tal vez Mauricio Macri no sea tu opción preferida, pero hoy resulta ser el único que puede llegar a segunda vuelta. Y si logramos eso, hasta la segunda vuelta podemos trabajar juntos para que resulte ganador y terminemos con el kirchnerismo. Creo que somos capaces de lograr eso. Y luego podremos dirimir nuestras diferencias dialogando, debatiendo y trabajando en conjunto. Las diferencias dejarían de ser un problema y las aprovecharíamos para beneficiar a todos los argentinos.

Estoy convencido de que nos merecemos otra cosa. En su momento reclamamos la unión de la oposición y, dadas las proyecciones electorales, esa unión sólo puede ser eficiente y lograr su objetivo si el próximo domingo votamos por Cambiemos, por Mauricio Macri y por todos los que creemos que Argentina se merece otra cosa.

En su momento pudimos frenar al kirchnerismo trabajando en equipo. Ahora tenemos la posibilidad de cambiar la historia de nuestro país. Espero que usemos nuestro voto para regalarnos otro futuro con respeto, progreso y diálogo.