Carta de despedida a Delfina Rossi

Yamil Santoro

Estimada Delfina:

Quiero felicitarte por tu decisión de dar un paso al costado. Apenas asumiste muchos argentinos sentimos una gran decepción por ver que se premiaba el acomodo antes que el mérito y por ese motivo procedí a impugnar tu designación y te escribí una carta como esta sugiriéndote que renuncies por ser tu designación no sólo ilegal, sino también poco ética. Además, juntamos más de 77 mil firmas para que renuncies.

Si bien existe una ley de ética pública que tu nombramiento violó en relación con el nepotismo, debo reconocer que Argentina necesita una ley más efectiva para poder luchar contra casos de corrupción como el tuyo. Disculpame que te tome de mal ejemplo, pero creo que es un caso testigo para luchar contra un mal que infectaba hasta ahora a las instituciones de nuestro país: el privilegio de los amigos o los militantes por encima de los más idóneos.

A pesar de haber renunciado, quiero recordarte que tu designación violó la ley. Pero así como lo dije en mi carta anterior lo vuelvo a repetir: lamento que te hayas prestado para esto y lamento que hayas permitido que te ensucien de esta manera. No dudo que seas una persona capaz y confío en que podrás desarrollar tu talento, pero no a costa de los millones de argentinos ni por acomodo.

Lo que corresponde, honestamente, es que devuelvas la plata que cobraste en este período. No tendrías que haber asumido, en primer lugar, y el dinero que te llevaste fue desviado indebidamente de las arcas del Estado. Así como indiqué anteriormente, el problema no es tu edad, es que no cumplas con los requisitos que exige la ley para el cargo y que, a pesar de esto y de ser advertida al respecto, seguiste igual en tu función.

Con tu decisión hoy Argentina recobra un poco de su institucionalidad. Espero que podamos sancionar una ley que permita evitar que en el futuro vuelva a existir un caso como el tuyo para ahorrarles a los argentinos, más allá de su orientación política, el sinsabor de tener que lidiar con el acomodo y con el abuso de su confianza. Trabajaremos con mi equipo de ahora en adelante en sancionar una ley contra el nepotismo, el acomodo y la corrupción. Es una vergüenza que los ciudadanos tengamos tantas dificultades procesales para denunciar un hecho de corrupción como el tuyo y creo necesario simplificar el proceso para facilitar el control ciudadano.

Me alegra honestamente que hayas optado por renunciar, aunque ambos sabemos que con todos los recursos que presentamos y que estaban pendientes de resolución, difícilmente tu designación hubiera sobrevivido al 10 de diciembre. Gracias por hacer lo correcto, aunque sea tarde. Ojalá otros imiten tu ejemplo.