Decálogo de la degradación K

La democracia requiere no solo que las personas puedan votar libremente, sino que antes, durante y después de la votación se respeten ciertos derechos, libertades y garantías que sirven para que dicho voto sea reflejo fiel de la voluntad independiente del votante y no se encuentre perturbado o afectado por maniobras fraudulentas.

Me tomé unos minutos para reflexionar acerca de qué cosas actualmente debilitan o han debilito a la democracia. Llegué rápidamente a diez motivos por los cuales podemos afirmar que el kirchnerismo ha debilitado a la democracia: Continuar leyendo

Una deshonra para el trabajador estatal

“La pereza y la inacción son los gérmenes de la miseria moral”.
José Ingenieros

Hace hace unos días nos enteramos que algunos empleados estatales bonaerenses pretendían tomarse a la fuerza un día de descanso aunque no les corresponde hacerlo. La noticia cayó como un bombazo en las redes sociales y miles de personas expresaron su descontento con la “avivada bonaerense”. Es una vergüenza que intenten doblar las leyes para hacer lo que quieren.

La ley N° 14.600 de la Provincia de Buenos Aires, adhiriendo a la ley nacional N° 26.876, establece al 27 de junio como el “Día del trabajador estatal” el cual deviene en asueto administrativo. El tema es que este año cayó un sábado y un grupo de irresponsables decidieron parar hoy, lunes, porque el día de descanso les cayó durante el fin de semana. Paradójicamente quieren utilizar el día del “trabajador” para no trabajar aunque la ley no los asista.

La ley dice expresamente que “el día del trabajador estatal” se asimilará en todos los efectos legales a los feriados nacionales ¿Y saben qué dice la ley para el resto de los feriados? Que sólo se pasan si caen durante la semana al lunes inmediato siguiente o anterior, según el caso (ley 23.555). Por cuestiones prácticas se transportan al inicio de la semana, de ninguna ley surge este verso de pasar el día del feriado de un sábado a un lunes. Esto pone en evidencia que hay trabajadores estatales con muy pocas ganas de trabajar.

Quiero invitar a los trabajadores agremiados en UPCN, el gremio que impulsa esto, a la reflexión: pónganse en el lugar del contribuyente ¿Creen que la calidad de la gestión en la Provincia de Buenos Aires justifica inventarse un día de vacaciones? ¿Les parece bien hacer algo que la ley no les reconoce?

Les tengo una propuesta superadora. Podrían tomarse el día para reflexionar acerca de cómo pueden mejorar la provisión de los servicios públicos y poner en evidencia todo lo que se podría hacer mejor. Podrían resolver trámites con rapidez y diligencia, así cuando la gente sorprendida diga “¿qué pasó”, ustedes les podrían responder “estamos celebrando el día del trabajador estatal”. Y así, tendrían un doble reconocimiento por un trabajo bien hecho.

Pero tratar de robarse un día de trabajo pagado por los contribuyentes por medio de medidas de fuerza sin tener ningún tipo de sustento legal es un aprovechamiento. Una actitud miserable, patotera y egoísta. Felicito a los trabajadores agrupados en ATE que no se suman a esta fantochada y estarán trabajando.

El 27 de junio es una fecha importante. Conmemora la incorporación de las paritarias para los trabajadores estatales a partir de los convenios 151 y 154 de la OIT. Pero esto que están haciendo es una deshonra para el trabajo estatal. Están tratando de obtener privilegios por la escasa capacidad de control en las organizaciones gubernamentales. 

Si hicieran genuino honor al día del Trabajador Estatal deberían entender que el reconocimiento de derechos debe traer aparejado el fortalecimiento de las responsabilidades. La balanza en Argentina está desbalanceada. Espero que sencillamente haya sido una confusión jurídica y no una avivada criolla.

Espero que aparezca algún fiscal para procesarlos a todos por el artículo 252 del Código Penal que sostiene: “Será reprimido con multa de pesos setecientos cincuenta a pesos doce mil quinientos e inhabilitación especial de un mes a un año, el funcionario público que, sin habérsele admitido la renuncia de su destino, lo abandonare con daño del servicio público”. Personalmente, estaré presentando la denuncia penal contra quienes decidan abusar de los contribuyentes. Con su medida ilegítima le están robando a los millones que pagamos impuestos y esperamos, a cambio, servicios públicos de calidad.

Argentina sólo puede salir adelante si todos nos comprometemos con realizar nuestras tareas con excelencia. Si seguimos tratando de librarnos de nuestras responsabilidades vamos a estar condenados al fracaso por exclusiva responsabilidad de nuestra mediocridad. No nos merecemos este tipo de abusos.

Juicios por jurado, una solución posible

No entiendo cómo el kirchnerismo no supo ver que los linchamientos son el ejemplo más acabado de justicia popular. Capaz que lo vieron pero temen que los tribunales ad hoc conformados por vecinos, sin margen para excepciones procesales, jueces amigos del poder y recursos que retarden el fallo son quizás inmanejables. Evidentemente el kirchnerismo confía en lo popular pero sólo cuando puede controlarlo. Raro, ¿no? Hago esta sátira para poner en evidencia que no toda democratización es buena o constitucional.

Los linchamientos, aunque nos enfrentan a una de las facetas más crudas de nuestra sociedad, donde el desamparo, la desesperación y el miedo se convierten en una reacción violenta que ejemplifica el castigo en un pobre diablo, generan una fuerte tensión dentro del sistema político, forzándolo a adaptarse para dar respuesta al problema que nos aqueja. Una de las soluciones posibles, que no agota el acervo de reformas necesarias, es el juicio por jurados o la participación popular en la Justicia.

La institución del juicio por jurados no es nueva y ha aparecido insistentemente a lo largo de nuestra historia: Grecia, Roma, Inglaterra y hasta Francia tuvieron sus experiencias y la primera aparición de juicios por jurados en Argentina fue en la “Ley de Administración de Justicia” de una colonia galesa en Chubut allá por 1873 donde funcionó exitosamente. La Constitución Nacional de 1853 ya obligaba a que se instaure este instituto y más de 160 años después persiste el incumplimiento del mandato constitucional (para que nadie diga que es culpa de tal o cual Gobierno).

En la actualidad, algunas provincias han avanzado en desarrollar la institución sancionando leyes o explorando el instituto. La Ciudad de Buenos Aires acaba de impulsar un modelo experimental de juicios por jurados. Por su partes, la Provincia de Buenos Aires instauró recientemente el sistema de juicios por jurados para delitos graves (cuya pena máxima en abstracto supere los 15 años) pero lo instrumentaron de tal manera que no sirve absolutamente para nada más que para encarecer los procesos judiciales. Los legisladores irresponsables han establecido que el juicio por jurado es un “derecho” (una opción) para el imputado y resulta así renunciable por él además excluye en la práctica a los delitos contra la administración pública.

A pesar de su inutilidad operativa es un primer paso en favor de la instauración efectiva del sistema. Dejo video explicativo del modelo bonaerense (noten el golpe a Massa que le pega Télam):

Reconozco que se puede realizar una crítica desde lo técnico en tanto pone en mano de legos (personas sin formación especializada en el tema) la decisión sobre la culpabilidad de una persona, pero también es cierto que existen múltiples referencias de modelos escabinados o mixtos donde se combina en el jurado representantes con y sin formación legal procurando así nivelar las posiciones como es el caso de Córdoba.

En lo personal, creo que es una institución necesaria que servirá fundamentalmente para limitar el daño que generan los delitos de guante blanco (de los criminales premium) y, a su vez, permitirá un mayor control popular de las sentencias, promoviendo una simplificación progresiva de los mecanismos y el lenguaje judicial. No perdamos la oportunidad de sacar de la crisis algo útil.

¿Hay que eliminar el salario mínimo?

Hay vacas sagradas que parecen haber quedado fuera del debate, si bien es cierto que dentro de un contexto inflacionario el salario mínimo sirve para actualizarle el precio-salario a quienes ya tienen trabajo sus consecuencias son mucho más negativas de lo que se observa a simple vista. Quisiera ilustrar el asunto con una historia.

A Wilmer lo conocí en un curso de inversiones para pequeños ahorristas. Era un pibe de poco más de 20 años. Un día en un evento se me acercó y preguntó si le podía dar trabajo. Les resumo su historia.

Wilmer vino de Bolivia poco después de haber terminado el secundario. Trabajaba en el campo con su mamá cosechando papas y algunas otras frutas y verduras. Un conocido de la madre le vendió que Argentina era una tierra de oportunidades y que acá podía tener un futuro prominente. Terminó en un taller esclavo, planchando camisas por 10 centavos la unidad en algún lugar de la Provincia de Buenos Aires.

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Cacerolazo con propuestas: las 5 banderas del #8A

Muchas personas se preguntan si el #8A habrá o no un cacerolazo. Aquellos que hemos sido identificados como organizadores solemos recibir consultas a diario preguntándonos si adherimos o no. Hace poco publiqué una nota (“Basta de cacerolazos”) donde dejaba en claro que si se insiste en mantener las marchas solo en la protesta era un error continuarlas, especialmente tan cerca de las PASO del 11 de agosto.

Sin embargo, hace algunas semanas vengo pensando cómo podemos hacer para que toda la energía que invertimos en organizar e impulsar los cacerolazos quede reflejada en algo concreto. Por eso, asumí el desafío de pasar de la protesta a la propuesta y pensé en proyectos que podamos llevar adelante.

En estas elecciones hay varios candidatos que son afines al sentimiento de los caceroleros. Algunos de los difusores hemos tomado la decisión de candidatearnos procurando encarnar los reclamos de las marchas: Mariana Torres integra la lista de Compromiso Federal liderada por Eduardo Amadeo en la Provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal me presento como tercer candidato a diputado nacional por la lista 504C también de Compromiso Federal liderada por Carlos Maslatón, llevando a Alberto Rodríguez Saá como candidato a senador.

Me parece fundamental traducir los reclamos en proyectos concretos. Necesitamos de un programa legislativo que podamos impulsar juntos para que los legisladores que ocupan el Congreso Nacional lo lleven adelante sin importar diferencias partidarias y la coyuntura. Podemos lograr una unión de la oposición en base a proyectos clave que tomen nuestras banderas.

Desde nuestro espacio proponemos impulsar proyectos que cualquier persona que desee una república más fuerte y esté en contra de las fuerzas autoritarias y los corruptos no tendrá problema en firmar. El programa común propuesto consiste en:

  1. Ley Anticorrupción: Una ley que facilite la lucha anticorrupción acortando los plazos procesales, extendiendo las condenas, habilitando los juicios por jurados, recompensando a quienes colaboren en el esclarecimiento de los casos con un porcentaje de lo recuperado, habilitando a los ciudadanos a actuar como parte interesada en los juicios contra funcionarios públicos, garantizar la recuperación de lo sustraído, la confiscación de bienes y multas altas.
  2. Ley de Acceso a la Información Pública: dicho proyecto viene siendo trabado por el kirchnerismo desde su comienzo y es una pieza fundamental para que los ciudadanos podamos  auditar a los poderes públicos.
  3. Ley de Reforma Electoral: debemos promover boleta única que permite evitar prácticas fraudulentas y ahorra muchísimo dinero y papel. Asimismo, debemos impulsar el voto uninominal para terminar con las listas sábana y la terrible costumbre de llevar al Congreso Nacional “representantes” desconocidos y que, por ende, no representan a nadie.
  4. Ley de Prensa Libre: Eliminar la cadena nacional y dejar de subsidiar al aparato de propaganda gubernamental que permite que con fondos públicos un partido pueda impulsar su discurso contra el resto de la sociedad. Entre ellos, cerrarle la canilla de fondos públicos a 6-7-8.
  5. Ley de Concursos para el acceso al empleo público: debemos terminar con el amiguismo como criterio de selección de personal. Parece ser una gran tentación para los que manejan el poder elegir discrecionalmente a quienes ocupan cada posición. De ésta manera, ciudadanos idóneos tienen la posibilidad de acceder a la función pública mientras que ahora esos fondos se usan para pagar aparatos partidarios.

El kirchnerismo reclama propuestas y qué mejor mostrarles estas cinco ideas a las que nadie puede negarse y que, confío, tanto los candidatos actuales como aquellos representantes que ya ocupan una banca apoyarán.

Desde la lista 504C de Compromiso Federal impulsamos estas propuestas y convocamos al resto de las fuerzas opositoras a suscribir un acuerdo donde, sin importar quién de nosotros gane en estas elecciones y llegue al Congreso Nacional, los reclamos se vean plasmados en proyectos que ayuden a ponerle un freno al kirchnerismo, a su derroche y un fin al ciclo de decadencia que lideran.