Muchas de nuestras propuestas suelen ser polémicas. Pero uno de nuestros proyectos está generando bastante ruido: la de que todos los funcionarios políticos estén obligados por ley a educar a sus hijos en escuelas públicas y a atenderse ellos y sus familias en hospitales públicos.
Esta propuesta no se me ocurrió ahora: lo creo desde que inicié mi militancia política, en los ’80. Por supuesto, coherente con mis convicciones, mi hija de 16 años asiste a un colegio secundario público. Fue el primer proyecto de ley que presenté como diputado en la Legislatura porteña el 1º de marzo de 2012 y ahora, como candidato a senador, lo propongo como ley nacional.