Hace ya bastante tiempo que consideramos común la utilización de Internet como un canal para descargar contenidos y, como evolución natural en los últimos años, se ha convertido en un canal para ver contenidos en vivo.
En este ambiente cada vez más interactivo y colaborativo, donde una cuestión de segundos puede ser determinante para que clientes y usuarios se inclinen por una marca, producto o servicio, el tiempo invertido en la carga de un contenido impacta directamente en el público consumidor al que va dirigida y en los resultados de los negocios.
Para lograr el éxito en la web de hoy es preciso que, además de la presencia y de un contenido relevante, los diversos tipos y formatos de contenido se entreguen con rapidez, eficiencia y calidad. O sea, entregar el mayor volumen de contenido en el menor tiempo posible, en las plataformas más diversas, y proporcionando la mejor experiencia de navegación.
En tiempos del mayor evento deportivo del mundo, más que nunca la experiencia de los clientes y usuarios se convierte en el factor determinante del éxito de las marcas.
Con la evolución de las tecnologías, plataformas, capacidad de procesamiento y lenguajes de programación, los contenidos se tornan cada vez más interactivos al combinar elementos típicamente estáticos (textos, gráficos, figuras y fotos) con dinámicos (audio y video). Eso es lo que se denomina contenido multimedia.
El desafío para llegar efectivamente a millones de espectadores consistirá en entregar los contenidos a través de Internet con calidad, agilidad y simultáneamente a muchos usuarios, proporcionando una misma experiencia de navegación, independientemente de los tipos y formatos de los contenidos, de los dispositivos de los usuarios, de los tamaños de pantalla, de los sistemas operativos y de la tecnología de acceso a la web.
Una cuestión de segundos es capaz de hacer la diferencia, es decir, pueden determinar la permanencia y preferencia de los usuarios por marcas y productos. Los análisis indican que en 1999, se toleraba hasta 8 segundos para la carga completa de una página web. Actualmente, esa tolerancia no llega a los 2 segundos. Diversas investigaciones efectuadas con jugadores clave del mercado realizadas por el Aberdeen Group, indican que el impacto directo de la lentitud en la entrega de contenidos en los negocios se tradujo en los siguientes números:
• 9% más tráfico para cada 0,4 segundo de mejora
• 25% de aumento en la vista de páginas por cada 5 segundos de mejora
• Los ingresos aumentan 5% por usuario, por cada 2 segundos de mejora
Imagine el siguiente partido: Argentina vs. Brasil, definición por penales, y cuando Messi está a punto de patear el video se congela. Éste es el tipo de desafío para el cual son muy útiles las Content Delivery Networks (CDNs), o Redes de Distribución de Contenidos.
Una CDN moderna está constituida por un gran número de servidores distribuidos e interconectados estratégicamente alrededor del mundo, que almacenan localmente y replican copias temporarias de los contenidos a los que más se accede o los de mayor demanda (audiencia), reduciendo así el tiempo de respuesta en la entrega de contenidos y mejorando la experiencia del usuario.
Con una CDN, la posibilidad de entregar contenido a gran escala está al alcance de todos, por tratarse de un servicio totalmente basado en la nube (cloud), o sea, de esta manera se evita la instalación de equipamientos o programas (software) en el ambiente del cliente y de sus usuarios.
Si lo que uno busca es salir campeón, la velocidad en la transmisión de contenidos debe ser igual de efectiva que la velocidad de los mejores delanteros del mundo. O deberá conformarse con la medalla de plata.