En estos últimos años hemos señalado en reiteradas ocasiones que la Anses estafa a los jubilados. Esta posición está basada en hechos concretos y coincide con lo señalado por el auditor general de la Nación, Leandro Despouy, que claramente detalló en más de 60 informes que el gobierno nacional comprometió los fondos de la Anses para finalidades ajenas a sus obligaciones previsionales poniendo en riesgo los activos de su propiedad, como la venta de bonos nominados en dólares de su cartera de inversiones con la finalidad de regular el valor del dólar paralelo, medida esta que acrecienta la descapitalización del patrimonio público que debería ser asignado con exclusividad a la seguridad social.
Pero el problema es aún más delicado porque el gobierno sigue utilizando el dinero de los jubilados para financiar el rojo del Tesoro Nacional y para proyectos que son ajenos a su órbita como cubrir déficits ajenos como las cajas militares y de seguridad, las cajas provinciales transferidas, otorgar subsidios o pensiones no contributivas y hasta para girar fondos para salvar a algunos bancos como el Nuevo Banco del Chaco o lo más insultante para la realidad de un jubilado, con su dinero se financia gran parte de la excesiva y muchas veces mentirosa publicidad del Fútbol para Todos. Televisación presentada como una política de Estado pero a la que le debemos que su implementación descapitalice en gran parte el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de las Jubilaciones y Pensiones. De esta manera la Anses incurre en un grave apartamiento de la función propia del organismo y de los criterios de seguridad y rentabilidad exigidos por la legislación vigente para administrar el llamado Fondo de Garantía de Sustentabilidad, cuyos recursos en su totalidad debieran ser utilizados únicamente para efectuar pagos a los beneficiarios del sistema previsional. Así, cada vez que se utilizan los fondos de la Anses para finalidades ajenas a las obligaciones previsionales, se estafa a sus beneficiarios, que son los trabajadores aportantes y los jubilados actuales y futuros. Por supuesto, que es necesario resolver el financiamiento estatal de algunas medidas y acciones de gobierno, pero por otros medios, como la reducción del gasto público, el control del manejo de los fondos públicos y adoptar medidas adecuadas para combatir la corrupción estructural existente.