No siempre es feliz el Día de la Madre

El Día de la Madre alcanza para mí a todas las mujeres, las que tienen hijos biológicos o del corazón y también las que tienen la suerte de tener a su mamá con ellas. Es decir, que en tanto hijas o en tanto madres el festejo es para todas. Pero esta característica que es propia del Día de la Madre no se repite en otros agasajos. Por ejemplo, en el Día del Dentista o del Psicólogo. Porque para que el Día de la Madre exista son necesarios las madres y los hijos, mientras que para que el Día del Dentista o del Psicólogo se festeje, los pacientes podrán estar o no, ya que ellos no influyen para nada en la condición de ser de estos profesionales. Con el día de la madre es diferente, ya que el festejo deberá provenir sólo de los propios hijos, que son los que les infunden a las madres, precisa y únicamente, la categoría de ser madres. Es decir, que no es posible ser madre sin haber tenido hijos, aunque se continúa siéndolo eternamente en el caso de que los hijos ya no estén con uno físicamente.

Este es precisamente el caso, entre muchos otros, de Viviam Perrone, fundadora de la asociación Madres del Dolor, a quien Eduardo Sukiassian le arrebató a Kevin, de 14 años, el 1.º de mayo de 2002, cuando lo atropelló y lo abandonó en la avenida Libertador. Sukiassian fue condenado en un principio a 3 años de prisión preventiva, sin embargo, nunca cumplió la condena, ni siquiera los ocho meses mínimos establecidos por la ley, debido —según Viviam Perrone— a los fallos permisivos de los jueces Horacio Piombo y Benjamín Sal Llargués. Y también es el caso de las madres de muertos en accidentes de tránsito que motivaron la creación de la asociación formoseña Sendero de Estrellas. Enzo Gauna, soldado voluntario de 20 años, fue atropellado en agosto de este año por un motociclista que corría picadas sobre la rueda trasera de su moto en el barrio Eva Perón de Formosa. Según el papá del joven, la Policía le sacó sangre a su hijo muerto para ver si estaba alcoholizado o drogado, en lugar de hacerle los análisis correspondientes al propio asesino. “No sabemos cómo está la causa; estamos muy mal y toda la familia está muerta: padres, abuelos, hermanos, tíos. Cuando matan a uno, morimos todos”, agregó. Continuar leyendo