Con la apertura de “la Rural”, la tradicional muestra ganadera que todas las vacaciones de invierno tiene lugar en el histórico predio de Palermo, vuelven a estar en el foco de agenda los temas relacionados con el campo. En la actualidad, a más de 6 años del conflicto entre el campo y el gobierno por la famosa Resolución 125, están apareciendo señales que podrían preanunciar cambios en las políticas agroindustriales de nuestro país.
Hace apenas días, la Mesa de Enlace se reunió con José “Pepe” Scioli, y según las partes, en la reunión “debatieron sobre una agenda a futuro”. Esta reunión debe entenderse como un eslabón más de una estrategia desarrollada por la Mesa de Enlace, que se inició en diciembre del año pasado, cuando las 4 entidades presentaron públicamente un documento sobre el potencial de crecimiento que tenía el sector, con la presencia de Alfonsín, Macri, Binner, Duhalde, Cobos y Solanas, entre muchos otros políticos y empresarios. Alli la Mesa de Enlace anuncio que iniciarían una ronda de consultas con los partidos políticos y aspirantes a la presidencia en 2015 para pedirles definiciones concretas sobre las políticas públicas que aplicarían en caso de ser electos.
Las reuniones se sucedieron: en enero fueron recibidos por Sergio Massa en un campo de General Madariaga, donde el líder del Frente Renovador prometió un proyecto de ley que contempla bajarle la presión tributaria al sector agropecuario, con eliminación en caso de trigo, reducción en maíz y sin cambios para girasol y soja. En marzo las cuatro entidades visitaron a Ernesto Sanz en el Comité Nacional de la UCR, quien les entregó un documento titulado “Estamos con el futuro, estamos con el campo”, en el que el radicalismo expresa su visión del sector como políticas para la cadena agroindustrial como país proveedor de alimentos al mundo. En abril, Mauricio Macri recibió a los cuatro presidentes de la Mesa de Enlace y les presentó públicamente 13 propuestas de Política Agroindustrial, elaboradas desde la Fundación Pensar por un equipo que ya incorporo al PRO figuras provenientes del sector, como Alfredo de Angeli, Luciano Miguens y Jorge Srodek. El nivel de acuerdo expresado entre ambas partes fue muy elevado. En mayo participaron del panel de cierre del Congreso de CRA Sanz, Macri y Carrió, con grandes coincidencias en su visión respecto del sector. La líder de UNEN reivindicó haber sido la primera postulante a la presidencia en pronunciarse a favor del campo, usando el ejemplo de la ganadería, sector al que defiende públicamente desde 2005.
No sólo hay movimiento en la oposición: también parece haber cambios desde la vereda del oficialismo y los gobiernos locales. En Expoagro, los ministros de Agricultura y Ganaderia de las Provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe anunciaron que coordinarán esfuerzos conjuntamente, y recientemente en Santa Fe avanzaron en detalles para fomentar la actividad lechera, estancada en su producción desde hace casi una década. Entre esos ministros se encuentra el bonaerense Alejandro “El Topo” Rodríguez, de estrecha confianza con el Gobernador Scioli, quien públicamente se expresó a favor de reducir las retenciones al trigo. Más voces oficialistas se expidieron sobre este tema. “Hemos cometido errores con el tema del trigo”, reconoció Julián Domínguez, quien fuera el primer Ministro de Agricultura y Ganadería de Cristina Kirchner, actualmente presidente de la Cámara de Diputados de Nación y ya lanzado en la carrera hacia el 2015. Ninguno de estos actores juegan un papel de reparto en sus espacios: son voces autorizadas y relevantes, que hablan en el marco de una estrategia política.
En la muestra rural de Palermo también habrá señales de unidad, en este caso de parte de los técnicos. Dos grupos de trabajo compartirán un mismo espacio de discusión: el Grupo de los Ex Secretarios de Agricultura de la Nación, representado por Marcelo Regunaga y Jesus Leguiza, debatirá con el grupo de técnicos de diferentes partidos de la oposición que estamos nucleados en el GAPU AGRO (Grupo de Acción Política para la Unidad), pensando en propuestas concretas de políticas públicas que puedan convertirse en el futuro próximo en políticas de estado.
Hay dos preguntas centrales a responder, para poder saber si finalmente cambiarán las políticas hacia el campo. La primera es el desafío de las propuestas: ¿lograrán las promesas de campaña y los aportes técnicos que se están generando desde diferentes espacios convertirse en propuestas concretas, solventes y aplicables por un gobierno nacional? La segunda es una pregunta temporal: ¿es razonable esperar que el cambio de las políticas se genere desde el propio gobierno que inició la “guerra contra el campo”, o habrá que aguardar a la sucesión en 2015?
Con las puertas de “la Rural” abiertas y pasados 6 años de la 125, hay señales de cambio para el campo en el presente y en el horizonte, pero serán los sucesos políticos de los próximos dos años los que finalmente definan si estas señales se convertirán en realidad, o se apagarán como si no fueran más que fogonazos propios de la disputa por el poder en nuestro país.