Combustible subsidiado: un lujo que los pobres no pueden permitirse

El sufrimiento de Venezuela muestra por qué los subsidios a los combustibles deben acabarse (y por qué ahora es el momento perfecto). Esta semana, Venezuela aumentó el precio de la gasolina seis mil por ciento, la primera vez que el país ha aumentado los precios del combustible en dos décadas.

Después de un aumento tan drástico de la noche a la mañana, ¿por qué algunos observadores dicen que la subida de precios no fue suficiente? Parte de la respuesta es que Venezuela todavía tiene los precios de gasolina más bajos del mundo.

Cuando la gasolina cuesta menos que el agua o la cerveza, sabes que su precio aún no es el adecuado. Ofrecer gasolina barata es una buena política a corto plazo, pero una medida económica terrible a largo plazo.

Por otra parte, los subsidios a los combustibles fósiles hacen que sea más barato usar la energía, lo que significa más contaminación del aire, más dióxido de carbono y más automóviles que congestionan las calles. Continuar leyendo

Las inversiones medioambientales más inteligentes

En este momento, 193 Gobiernos del mundo se están preparando para seleccionar un conjunto de objetivos de desarrollo y medioambiente para los próximos 15 años. Estos objetivos sustituirán a los exitosos objetivos de desarrollo del milenio (ODM) que expiran este año e inciden en 2,5 billones de dólares en ayuda al desarrollo e incontables billones en los presupuestos nacionales.

Junto con los objetivos enfocados en la pobreza, la salud, el hambre y la educación, los objetivos ambientales están en primer plano. Estos van desde algunos relativamente de nicho (“diseñar e implementar políticas para promover el turismo sostenible”) hasta otros muy ambiciosos (“esforzarse por desvincular el crecimiento económico de la degradación ambiental”). Después de un proceso de toma y daca, la ONU tiene una lista de 169 objetivos -la friolera de 151 más que el conjunto de las 18 metas de los ODM que cambiaron el mundo.

Esto es un error. Tener 169 prioridades es como no tener prioridades en absoluto.

Desde el Copenhagen Consensus Center, pedimos a 60 equipos de los principales economistas, entre ellos varios premios nobel, que evalúen los costos y los beneficios económicos, sociales y ambientales de las metas propuestas. Su análisis destaca algunas de las mejores inversiones que podemos hacer por el planeta, guiando a los tomadores de decisiones políticos, los filántropos y las empresas con conciencia social hacia las inversiones que permitan lograr el máximo beneficio. Continuar leyendo