Con una reciente ola de calor, Argentin desnudó un problema evidente: su ausencia de política energética moderna, real, coherente y de largo plazo.
Las principales ciudades argentinas, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, han sufrido cortes de suministro eléctrico por horas y días completos en pleno verano, sufriendo una ola de calor (hasta 42 °C) y en fiestas de fin de año, hecho que demostró la fragilidad del “modelo K” (del gobierno de Kirchner/Fernández) en manejo de crisis y una absoluta falta de criterio y visión de futuro en relación a la energía.
Millones de argentinos protestaron -y continúan haciéndolo- en “piquetes” o revueltas callejeras contra la falta de electricidad y agua que los motivó a pedir, inclusive, la renuncia de la presidenta. En las redes sociales se posicionó un trending topic condenando la ausencia de reacción de Fernández ante la crisis energética evidente.