El síndrome populista

¿A qué nos referimos cuando calificamos de populista a un político o a un Gobierno? ¿Cómo es posible colocar en el mismo saco a Donald Trump, a Bernie Sanders (¿por qué no?) y a Nicolás Maduro? Dios los cría, los diablos de la derecha y de la izquierda los separan, pero el populismo los junta.

Muy sencillo: procediendo como se hace en medicina. Calificamos de ‘síndrome’ a ciertos síntomas coincidentes. No sabemos exactamente qué causa la enfermedad, pero el médico conoce, en líneas generales, cómo se comporta. Cuando están presentes uno o varios de los síntomas, declara la existencia del mal en el paciente y procede a tratarlo.

¿Cuáles son esos síntomas del síndrome populista o neopopulista? Hemos identificado 15. Basta con que estén presentes varios de ellos para proceder a diagnosticar como populista a cualquier persona o Gobierno que los exhiba.

Anotemos, esos quince rasgos: Continuar leyendo

La vía china hacia el fracaso

China ha devaluado su moneda varias veces. Es una medida de crisis que tiene aspectos muy negativos. Por ejemplo, la caída del valor de las propiedades chinas. El mayor millonario chino ya perdió once mil millones de dólares en la bolsa a causa de esa prestidigitación. Devaluar es una forma instantánea de destruir capital.

¿Por qué China lo ha hecho? Sus exportaciones han bajado un 8 % en un año y desea repotenciarlas. Es difícil que lo logre de manera sostenida por ese procedimiento. Los países que habían restringido sus importaciones no van a reanudarlas porque sean un poco más baratas. Las redujeron, como sucede con Brasil y los exportadores de petróleo, por el descenso del precio de las materias primas. Carecen de tantos recursos como en el pasado para adquirirlas.

Es una ingenuidad creer que se puede crecer indefinidamente al 10 % anual. Japón, que lo hizo durante 25 años, logró construir una de las sociedades más prósperas de la historia, al extremo de que los futurólogos vaticinaban que el siglo XXI sería japonés, pero desde hace muchos años su economía se estancó. No obstante, en el camino creó unas vastas clases medias y un aparato productivo capaz de generar casi pleno empleo. En medio del enfriamiento de su economía cuenta con un PIB per cápita anual de 37.800 dólares medido en poder adquisitivo. El mismo de Inglaterra. Continuar leyendo