El anuncio del sistema electrónico de publicidad de precios argentinos (SEPA) a través del cual los supermercados y los comercios minoristas deberán informar en forma diaria los valores de mil productos de consumo masivo no parece una buena señal. En particular porque este control de precios en línea lo instrumenta un Gobierno que desde la oposición hasta el año pasado ha criticado en forma permanente los controles de precios del kirchnerismo. Aunque lo quieran disfrazar de publicidad electrónica, se trata de un nuevo intento de controlar los precios en la Argentina un poco más sofisticado, vía internet. “Quienes incumplan dicha normativa serán sancionados conforme lo previsto en las leyes 22802 (de lealtad comercial) o ley 24240 (de defensa del consumidor), que establece multas desde 100 hasta 5 millones de pesos, según corresponda”, dice uno de los artículos de la resolución.
Si bien se trata de una plataforma electrónica donde los consumidores podrán conocer los valores de los artículos que se venden en todos los comercios para defender al consumidor, tal como indica la resolución 12/2016 de la Secretaría de Comercio, publicada hoy en el Boletín Oficial, tiene el olor a un control de precios más sui generis en los tiempos de internet. En particular porque establece fuertes sanciones monetarias para las empresas que no cumplan con esos precios que se publicarán en internet. Es también una forma bastante elitista de controlar precios por parte de la Secretaría de Comercio a cargo de Miguel Braun, un economista que siempre desde el sector privado ha pregonado sobre la libre competencia en los mercados de bienes y servicios, y la libertad de precios y salarios en mercados competitivos. Continuar leyendo