Más allá de las consideraciones que tienen que ver con el necesario “arqueo de caja” que el ministerio de Hacienda le debía a toda la sociedad en cuanto al verdadero estado financiero de la Nación al momento de la transmisión del mando, la última conferencia de prensa de Alfonso Prat Gay reveló una especie de patrón de comportamiento presupuestario del nuevo gobierno.
El ministro dijo que, por indicación del Presidente, los dos pilares fundamentales para decidir la dirección del gasto, debían ser las coberturas sociales a los más necesitados y la inversión de capital.
Esta última referencia debe ser inédita en democracia. En efecto, debe ser la primera vez que un ministro de Hacienda tiene la expresa directiva de reservar parte de los recursos a la inversión en capital.
Eso significa que se privilegiará la recuperación del “capital de trabajo” de la Argentina que ha sido completamente diezmado. Como si el país fuera una empresa -mal que le pese a los puristas del romanticismo- el país necesita recuperar la savia que nutre los procesos productivos y la competitividad de la economía. Y esa savia es, en efecto, la inversión de capital. Continuar leyendo