Quizás este fin de semana haya sido el que más gráficamente sirvió para mostrar los resultados prácticos del modelo; para ver, en definitiva, de qué sirvieron los años de gobierno de los Kirchner.
En efecto mientras la sociedad veía como se le escurrían sus ahorros y el fruto de su trabajo por entre los dedos, y mientras los que menos tienen pensaban cómo sobrevivirían a la esperable crisis de ingresos y de actividad, una parte de los funcionarios del Estado encabezados -obviamente- por la propia Presidente y su hija, descansaban en La Habana haciendo turismo por la ciudad vieja y disfrutando al sol con la vista en el Caribe.
Así se describió el primer día en la isla de los Castro de la comitiva argentina, la única que ha llegado con cuatro días de antelación al comienzo de la reunión de la Cumbre de la Comunidad de Estados de Latinoamerica y el Caribe (Celac).
Dicen que la Presidente no salió de su habitación y que estuvo en permanente contacto con sus funcionarios en Buenos Aires. Pero no importa. Lo que sí importa es que quienes deben estar al servicio de la gente, descansaban en el agradable clima del trópico, mientras en la Argentina la gente -que es la importante en esta ecuación- trataba de figurarse cómo iba a hacer para cumplir con sus pagos, con los útiles de los chicos, con el colegio, con los impuestos, con el supermercado…