La campaña electoral hacia las PASO entra en la cuenta regresiva. A cada minuto de la intensa gira provincial que llevamos adelante corroboramos aquello que denunciamos desde nuestra banca en la legislatura bonaerense y que seguimos denunciando en nuestra recorrida por la provincia. Sin dudas, la herencia de Daniel Scioli para el pueblo trabajador bonaerense no es más que la “victoria” de los empresarios. Mientras tanto, los barrios populares de la provincia y el conurbano siguen sin servicios básicos. Los jóvenes continúan precarizados y la educación y salud públicas se tienen enormes deficiencias. Lo único que Scioli hizo en serio fue atestar de policías la provincia.
Los números no mienten. En el presupuesto de ajuste de Scioli que votamos en contra en la legislatura, las partidas destinadas a salud y educación, áreas absolutamente sensibles a las necesidades del pueblo trabajador, tuvieron un aumento del 28 % respecto al 2014. Números que están muy por debajo de la inflación estimada para 2015, próxima al 40 %, y del promedio del aumento del presupuesto en su conjunto, que equivale al 36 %. Los datos expuestos contrastan con el importante aumento destinado al fortalecimiento de las fuerzas represivas. La cartera de seguridad obtuvo un aumento del 66 % de su partida presupuestaria, alcanzando los 23.500 millones de pesos.
La represión salvaje a los trabajadores de la línea 60 por parte de la Gendarmería Nacional es una muestra de la senda que deja trazada el kirchnerismo y que Scioli vendrá a profundizar. Ya lo habíamos denunciado con la lucha que libraron los trabajadores “indomables” de Lear sobre Panamericana, también reprimidos por los gendarmes “”caranchos” al mando del secretario de Seguridad Sergio Berni. El kirchnerismo del doble discurso bajó las banderas de la no represión y el pleno empleo. ¿Quién mejor que un peronista hijo político del menemismo y de derecha para continuar con ese camino de ajuste y represión? Continuar leyendo