El peronismo, una vez más, se ha dividido de cara a las próximas elecciones. El partido que históricamente actuó como contención de las aspiraciones de la clase trabajadora y de los sectores populares llega a las legislativas con una importante escisión que recorre al verdadero poder con que gobierna: los intendentes del conurbano y la burocracia sindical, parte de los cuales apoya al Frente Renovador de Sergio Massa.
Es la provincia de Buenos Aires, distrito más importante del país, el escenario principal de esta nueva disputa del PJ. Por un lado está el peronismo que se dice de centroizquierda, el Frente Para la Victoria, aunque en su seno mantiene gran parte del peronismo conservador que caracteriza a intendentes, gobernadores y burócratas sindicales. Otro es el peronismo de los “buenos modales”, que se alía con Clarín, como es el Frente Renovador de Massa. Y por último aparece otra derecha peronista, con De Narváez apoyado por Moyano.