Inclasificable. Así ven muchos a Francisco. Con cien días de pontificado cumplidos, todavía sigue siendo materia de debate si el nuevo Papa es de izquierda o de derecha. Progresista o conservador.
Hubo cierta perplejidad frente a un Pontífice al que no es posible encasillar. ¿Dónde ubicar a quien fustiga el capitalismo salvaje y la dictadura del dinero, pide una Iglesia pobre para los pobres y critica incluso a los obispos demasiado aferrados a los tesoros materiales, pero que a la vez llama a defender el estatus jurídico del embrión humano y denuncia la presencia de un “lobby gay” en el Vaticano?