La noticia de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) decidió finalmente ”no acompañar” a la Argentina en su reclamo para ser escuchada ante la Corte Suprema de Estados Unidos en su litigio con los “holdouts“, pocos días después de que el Gobierno de los Estados Unidos expresara su propia decisión en igual sentido es un tremendo revés para la posición argentina.
Éste fue el último artilugio en la estrategia legal del gobierno local, que sigue apostando a la victoria en el juicio y para quien el apoyo de los EEUU y del FMI era una pieza clave ante el fallo del juez Thomas Griesa, quien ordenó al país a pagar 1.300 millones de dólares a los “holdouts”.
La estrategia ahora se encuentra sustancialmente debilitada y las posibilidades de triunfo cada vez más lejanas, ya que Argentina no cuenta con ningún apoyo en su reclamo ante el máximo tribunal de los Estados Unidos en vísperas del vencimiento del plazo procesal para la presentación a este fin. Es importante además recordar que el FMI está contemplando sancionar al país por su reiterado incumplimiento en materia de sus estadísticas.