En la última década K, las economías regionales han sido uno de los sectores económicos más afectados por el mal manejo de la política agroindustrial. Ello ha causado la pérdida de un gran número de fuentes de trabajo a lo largo y ancho del país. El noroeste argentino, el noreste, el alto valle del río Negro y Cuyo han sido golpeados por la falta de estímulos a sus sectores económicos.
Paralelamente, hemos visto un fuerte incremento en el número de personas que han incurrido en las adicciones, como tabaquismo, alcoholismo, consumo de sustancias psicoactivas y de uso legal, entre otras. Ciudades que hace años invitaban a la gente a quedarse se han convertido en reductos narcos donde los habitantes han quedado a merced de personas con pocos escrúpulos que proliferan en la vulnerabilidad social y crecen a costa de ella.
Esto me ha llevado a hacerme la siguiente pregunta: ¿existe una relación entre el aumento de las adicciones y la crisis de las economías regionales?
Un claro ejemplo es el corredor lechero que va desde la zona rururbana del Gran La Plata hasta el partido de Coronel Brandsen, que ha sido duramente golpeado por la crisis del sector tambero argentino. El precio de las leche ronda los $2,90, mientras que el costo de producirla es de $3,60, por lo que la cuenca lechera de esta región ha sufrido drásticas pérdidas en el número de productores. Como consecuencia de ello, hemos sido testigos de un fuerte incremento en la cantidad de población marginada y desempleada. Continuar leyendo